domingo, 8 de diciembre de 2013

La cobardía, según Miguel (el ángel)


                              



Esta noche Miguel me ha permitido ver algo como desde sus ojos para que entendiera lo que es la cobardía.

Y he aquí de lo que Miguel fue testigo, pero también ardiente inspirador: En el sueño, me he visto siendo una mujer, que trabajaba para un campo de concentración alemán (en la Segunda Guerra Mundial) En un momento dado, recibía la orden de disparar con un fusil o escopeta, uno a uno, a un grupo de unos 10 ó 15 niños, de edades comprendidas entre los 2 y los 12 años. Estos niños estaban confinados en un lugar aparte, custodiados por otra guardiana, pero por alguna razón se me ordenaba a mí que los matara. La razón de matarlos así, uno a uno, en lugar de llevarlos a la muerte a todos de golpe, era perversa: se pretendía que los niños fueran sintiendo un terror creciente al ver cómo sus compañeros iban  cayendo.

Bien, pues yo recibí la orden y me acerqué al lugar. Pero la rebeldía, la inmensa rebeldía que caracteriza a los ángeles buenos, me poseyó de repente. ¿Cómo iba a asesinar a aquellos pequeños? Sabía que si desobedecía la orden, me faltaría tiempo para poner tierra de por medio, porque los "de arriba" no pararían hasta acabar conmigo y represaliar a mi familia. Yo era madre y tenía un hijo, pero, sencillamente, no podía matar a aquellos niños. 

En medio segundo urdí un plan loco. En lugar de apuntar con la escopeta a los niños, me acerqué a su guardiana y la encañoné cara a cara, para que no se resistiera a lo que yo le iba a ordenar. Iba a meter a todos los niños en una furgoneta, con la orden de dejarlos en x lugar y entregarlos a x persona que yo sabía que sería cómplice y los trataría de salvar. Yo sabía que sólo con un arma apuntando a su pecho, aquella mujer me obedecería, porque su vida, como la mía, dependía de obedecer.

El plan funcionó, al menos de momento, aunque no pude ver su final. Porque luego, el sueño me mostraba el gran peligro que había alrededor de la vida de esa mujer, y "mi" preocupación por huir inmediatamente de Alemania como fuera con mi familia, antes de que los superiores se enteraran de lo que había hecho con esos niños. 
Pretendía cruzar el charco, emigrar a América y desaparecer en ese inmenso territorio, pero no estaba segura de poderlo lograr. 

Entonces alguien me preguntaba porqué me había arriesgado tanto por salvar a unos niños que, por otra parte, no se sabía si podrían sobrevivir a la guerra. ¡A lo mejor solo había alargado unos días su supervivencia! De nuevo me sentí poseída por un fuego ardiente más que humano, sobrehumano, y dije: "Yo también soy madre. Cada niño de esos me recuerda al mío, y de hecho los siento iguales a mi hijo, y en mi interior es como si fueran él. ¿Cómo iba a matar a unos niños que son mi hijo, sin destruirme a mí misma? Hubiera sido lo mismo que suicidarme, ya que no puedo concebir matar a mi hijo sin ser aniquilada yo misma, debido al horror y al dolor que iba a sentir. Me es completamente imposible ir en contra de mi naturaleza. Yo soy la madre de todos esos niños, y por eso lucho por su vida como lucho por la de mi hijo"

Aquellas palabras...no eran mías, o salían de algo que no era yo. (Pensé inmediatamente en La Madre, y en su indisoluble vínculo con los ángeles) Mi "yo", de hecho, estaba asombrado por aquel discurso, pero comprendía que lo que había dicho era verdad. Esa mujer no había tenido otra opción "real" o asumible salvo la de desobedecer al poder terrenal, ser rebelde y temeraria, jugarse la vida y poner en riesgo a su familia, porque hacer lo contrario, matar uno a uno a aquellos pequeños inocentes, hubiera sido lo mismo que matarse por dentro y matar, de paso, a los suyos. ¿Qué clase de madre hubiera "quedado" para su propio hijo si ella hubiera asesinado a aquellos pequeños que eran como su mismo hijo mismo, y como hermanos? ¿Y qué clase de mujer hubiera quedado para su esposo?

Me desperté en este instante, sobrecogida por lo intenso del sueño, y entonces oí a Miguel diciéndome con su proverbial solemnidad y ahorro de palabras: "Cobardía es NO hacer esto" (Lo que esa madre hizo)

Miguel, como siempre, me dejaba ko con una sola frase, que daba para mucha meditación, pero también con su manera de permitirme asistir, "desde dentro" a una escena de las que él ha sido o fue testigo y, en este caso, por lo visto fue el inspirador. Y pienso: si la cobardía consiste en no actuar como esa madre, ¿de dónde surge el valor, el coraje? ¡Está relacionado con sentir La Unidad...!

Mientras escribo esto, oigo a los ángeles gritar: ¡Desobedeced! ¡Desobedeced al poder injusto! ¡Sed rebeldes, luchad por vuestros hijos, luchad por los niños!

(Escalofríos me dan)