miércoles, 22 de mayo de 2019

La Tierra es Niñista.


                                               (La pintura es de Eugenio Zampighi)


(De mi muro de facebook, el 17 de marzo del 2018)

Pues pienso que de igual modo que se creó el feminismo, podríamos crear un "niñismo". Defensa de la igualdad de derechos de los niños. Pero en realidad la Tierra me corrige y me dice que eso no le sirve, ya que Ella lo que quiere es que los niños tengan MÁS derechos que los adultos.

Por ejemplo: si un adulto desconocido viene, se pone borde y te suelta un guantazo, estás en tu derecho de defenderte con fuerza o devolvérselo con otro golpe. Pero con un niño eso no debe hacerse. Si un niño pequeñito de pega, ¡no debes devolverle golpes! Detener sus manitas, sí, pegarle no! Has de ebseñarle de otra manera, pero sobretodo sería muy injusto y desequilibrado golpear a alguien que está en tal inferioridad de condiciones. 

"En realidad todo debiera enfocarse, proyectarse y decidirse pensando en los niños como prioridad, pensando en el bien de los niños"- me dice la Abuelita Tierra del Teleno- "Y eso no se está haciendo ni siquiera en mucho del feminismo".

"En toda situación en la que tengas dudas acerca de qué es lo mejor, observa lo que cada opción produce en los niños implicados en la situación de manera directa o indirecta, y decide en consecuencia. 

"Si quieres ser como mis manos sobre mi superficie, has de saber que así piensa mi corazón: lo primero, los niños. Hay que elegir la mejor opción para ellos, de las que sean factibles para tí. Y que sepas que todas las cosas que te sugiero surgen de la búsqueda de lo mejor para ellos".

Gran consejo.



martes, 21 de mayo de 2019

Aliens e "insectización" humana (Sobre "La Vida Secreta" de David Jacobs)





(Escrito en mi muro de facebook, noviembre 2017)

Estoy leyendo un libro sobre abducciones alienígenas escrito por el historiador David Jacobs (el señor de la foto de la derecha), titulado "La Vida Secreta", y me encuentro a un paso de señalar que los culpables de lo que yo llamo la "insectización" de la humanidad, la ruptura de equilibrio, y el querer hacer colmenas o termiteros de nuestras vidas, criar sin apego, ejércitos, etc, son "ellos". Sea lo que sea que sean "ellos", tanto si son sueños, entidades de energía, pesadillas, monstruos o reales et´s de materia más o menos sutil. Creo que es secundaria la consistencia de su realidad en este sentido, porque el caso es que mucha la gente los ve en su interior, son sus "demonios" y les afecta realmente verlos. Y curiosamente esos seres muchas veces son descritos con aspecto insectoide. Su comportamiento social, esa cosa tan colectiva, sin emociones, tan organizada, también es muy insectoide.

(Esto me trae el recuerdo de una de las visiones chamánicas más perturbadoras de mi historial, y que tal vez cuente en otro momento, sobre seres de energía con aspecto de insecto, inoculando ideas a la humanidad para manipularles)


También llego a la conclusión de que los investigadores de este fenómeno aún andan despistados, indagando con hipnosis en las "imágenes" visuales que recuerdan o no recuerdan los supuestos abducidos, cuando en realidad tendrían que enfocarse en lo que su cuerpo sabe y puede contar, porque las imágenes pueden significar muchas cosas, pero lo que siente y ha registrado el cuerpo en un nivel celular y visceral, es otro asunto. Ahí sin duda estará la verdad. ¡Hay que preguntar AL CUERPO, no a la mente...!

Es muy curioso, también, que al final mucho de este tema gire, como casi siempre en mis investigaciones, acerca de la MATERNIDAD. No esperaba encontrar algunas cosas que estoy leyendo, que parecen estar sacadas de un estudio sobre la necesidad del apego y el afecto con caricias, en la crianza. Encontrar eso en un libro sobre supuestos aliens y supuestos abducidos traumatizados por la experiencia...es muy fuerte el asunto.

Ya voy por la mitad y mira, me está resultando interesante aunque solo sea para reflexionar sobre lo que he dicho, y comprender mejor, desde cerca, uno de los fenómenos psíquicos y energéticos más raros y típicos del siglo XX-XXI. Nuestra cultura está permeada por estas historias, pero es que además hay miles y miles de personas en el mundo afectadas por estas sensaciones "locas e inconfesables". Significativo de algo, sin duda. ¿Pero de qué...?

Vuelvo a la "insectización". Si lo unimos con el factor híper tecnológico presente en las vivencias del fenómeno, nos daremos cuenta de que una gran parte del pack aliens-ovnis gira en torno a seres de comportamiento poco emocional e insectoide, hiper tecnológicos... ¿Y no es esa dirección la que parece tomar nuestra civilización? Entonces me pregunto: ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Las "vivencias" con abducciones y platillos volantes aparecieron porque reflejaban un futuro posible de nuestra sociedad, llevándonos a visiones extremas de esta posibilidad...o llegaron primero estas "entidades" o "pensamientos" al ser humano, y a raíz de su influencia, la humanidad pisó el acelerador del sueño tecnológico-evasivo (inclusive el sueño de huir al espacio exterior) a costa de sacrificar pautas de comportamiento y necesidades netamente humanas (afecto, cuidados, caricias, tierra...) ?

Fíjate tú lo que supuestamente, y según los relatos de los abducidos, les sucede a esos aliens: Tienen graves problemas para reproducirse. No conocen el afecto, el apego. Lo enfocan todo en plan colmena. En plan criadero. Intentan crear bebés en frascos de laboratorio. No tienen sexo o lo tienen con dificultad y sin emociones. Buscan a los humanos para inyectar vitalidad en sus crias aliens o híbridas. Estudian nuestra sexualidad, nuestras emociones, loque les falta y no conocen. Decía una abducida, durante en trance de hipnosis regresiva, indignada, que se sintió como una vaca, como ganado. Otra decía que le recordaba a su pasada y traumática vivencia de Auschwitz, por lo maquinal e industrial, por lo no emocional ni afectivo del asunto.

Curioso, cuando menos, que el conjunto de insectización+hiper tecnología parece estar asociado con la pérdida de sexualidad "sana", de fertilidad, y de emociones amorosas. Al margen de qué significan realmente estas historias y si son verdad literal o mera fantasía, creo que hay unas señales en ellas que pueden ser leídas por todos nosotros. Personalmente veo los signos de la degeneración de un colectivo o de su miseria. Algo de lo que debiéramos huir, en lugar de imitar.

Todas las naves espaciales de ciencia ficción no valen una mierda al lado de la experiencia hermosa, plena, de la vida carnal en el amor, creando vida, siendo madre, criando en el amor, viviendo la sexualidad gozosa, y estando en la Tierra... Lo siento, pero esa es mi perspectiva. Patada al ovni, si ese es el plan que trae para "instruir" a la humanidad. Que puede que existan otros "ovnis" con otro plan, pero esos sin duda ni vienen a insectizar, ni dejan a la gente traumatizada con manipulaciones "por su bien" o "por el bien de la humanidad". El autoritarismo, la jerarquía vertical colmenaria, es otra cosa que no soporto y que me parece una clara señal de algo, o alguien, que solo busca dominar a los demás, o organizar la vida de una manera que no es, definitivamente, HUMANA. La vida de los insectos, que quede para ellos.

lunes, 20 de mayo de 2019

"Comunión" de Whitley Strieber.


(Escrito en mi muro de facebook en setiembre del 2018)

Me acabo de terminar "Comunión" de Whitley Strieber (publicado por Reediciones Anómalas) y no puedo reprimir el impulso de comentar el libro con mis contactos. Estoy impresionada y contenta a la vez. Impresionada porque supera, con mucho, lo que esperaba encontrar. Creía que sería un libro interesante, porque sabía que fue mítico en su tiempo (años 70´) Pero no esperaba ni de lejos la calidad, dado que trata el peliagudo, escabroso tema de los "visitantes de dormitorio" (aliens grises dicho vulgarmente) y todo lo que he leído sobre eso es bastante kk, por decirlo finamente.

Y de repente, este libro. Se nota, y mucho, que Whitley es escritor. De hecho, me queda la duda de si ha contado de veras sus experiencias nocturnas con aliens o "lo que sea" (pues ese misterio no se desvela) o si ha confeccionado una especie de libro híbrido entre la novela y la investigación. En todo caso, mi asombro ha venido por dos motivos:

- Uno, Whitley Strieber "piensa". Y piensa bien. Y es un alivio leer un libro sobre estas experiencias que esté tan bien razonado, elucubrado, analizado, en el que le ha dado la vuelta por todas partes al tema. Tenemos ahí mucha miga psicológica (sesiones de terapia transcritas, una tras otra, reflexiones sobre posibles significados, etc)

- Dos, el máximo impacto, para mi, ha sido encontrar en esas páginas pistas y cosas que yo llevaba un tiempo pensando y rumiando, pero que no habían tomado forma tan claramente, ni las tenía todas relacionadas como lo hace Whitley. Por ejemplo, he sentido euforia al encontrar desplegada toda la hipótesis insectoide, las reflexiones sobre la similitud entre los aliens grises y los insectos. Hablo de ello aquí, en este post.


Y es que el tema de los seres demoníacos con forma de insecto me trae de cabeza desde hace años (es una tipología demoníaca que no pude incluir en "Demonología", mi libro de "bichos", pero hablaré de ellos cuando haga la segunda parte), pero nunca lo había visto plasmado en un libro, de esta manera. Y para mí ha sido como encajar dos piezas de puzzle muy interesantes, que generarán nuevos circuitos neuronales en mi cabeza. ¡Al tiempo...! Claro que Whitley no piensa que los aliens sean demonios, ni escribe desde ese lenguaje tan creyente/religioso, pero da igual. Solo se trata de una cuestión de distintos lenguajes, y a mí me sirve el suyo, lo entiendo perfectamente. Mi lenguaje tampoco es algo en lo que yo "crea" a capa y espada, sino solo el mejor modo que he encontrado de llegar a cierto público. 

Otro tema que él desarrolla, y mucho mejor que otros autores, es la posible interpretación mitológica (la relación entre visitas de dormitorio, hadas, dioses, y demás en las creencias humanas) También he flipado cuando ha sacado el tema del símbolo del triángulo, tan repetido en esos relatos, porque me he acordado de que Miguel me advirtió hace un par de meses acerca de que ese símbolo (a veces) podía estar asociado con ciertas energías "peligrosas". Y aquí dos piezas más de puzzle hicieron "clac" y me dije: tira de este hilo, porque aquí hay algo.

Pero lo mejor es sin duda la parte psicológica. Whitley describe maravillosamente bien los efectos del terror, del pánico físico. Me he quedado muy impactada con eso. He entendido muchas cosas. Siempre me sucede, además, que cuando leo libros sobre este tema, pienso inevitablemente en los abusos sexuales a la infancia y en todas las circunstancias en las que los niños (y los adultos) viven una sensación de impotencia, de incapacidad de controlar o proteger su cuerpo, y lo que otros les hacen. Y las secuelas de todo esto. (Porque lo de las abducciones está casi siempre asociado a una sensación de ser abusado por "cosas" o "seres")

Hay un pasaje donde Whitley describe cómo el pánico es de tal calibre que siente cómo su "yo" se desintegra y solo queda en él lo más primitivo y animal. Pero luego le surge un sentimiento de sumisión hacia los "bichos" que se convierte, inesperadamente, en afecto. Y reflexiona acerca de los mecanismos que conducen a apegarse o desarrollar afecto con seres que tienen tanta autoridad y poder sobre tí, que te han anulado por completo por asi decirlo. Es muy interesante en ese sentido, porque se puede aplicar a la crianza, pero también a la relación con los tiranos, todos esos reyes y gobernantes injustos...hacia los cuales la gente llega a sentir sumisión y afecto.




Tampoco es que recomiende el libro así en general a mis contactos, porque puede dar miedo a algunas personas hipersensibles (hay cosas muy inquietantes ahí, en algunos pasajes del libro) Y segundo porque sé que esta clase de lecturas son cosa de minorías, pues el tema se las trae, y de hecho es tan tabú que lo raro es que alguien admita en público que le da curiosidad o le interesa. Se suele perder mucho prestigio social si sacas en una conversación el tema de los ovnis y tal. Pero si hablamos ya de aliens-bichos es tres veces peor. Y si se trata de bichos paseándose por las casas humanas o llevándose a la gente, acabáramos. "De eso no se habla." Punto.

Yo investigo desde hace meses este tema porque mis Guías me lo aconsejaron y me dijeron que debía comprender algo. Pero hasta el momento solo había leido cosas muy irregulares, desde franca basura-kk, hasta escritos mixtos donde hay una parte buena y una mala, y se nota que el investigador hace lo que puede y tiene buena intención, pero no da para más y el resultado es poco lúcido, un pastel confuso. Por eso me ha sorprendido mucho este libro. Es un tesoro para alguien como yo poder leerlo. Incluso aunque fuera una ficción del autor (y no me lo parece), se le nota muy documentado y mucho más certero que otros en sus hipótesis. Porque además no tiene miedo de plantearse toda clase de posibilidades y deja el libro muy abierto, sin una conclusión cerrada. Eso me gusta. Me da mucha pena cuando un "investigador" fuerza todas las hipótesis para que encajen con su idea, o cuando todo lo ve de un solo color.

Fascinante y suculento, en resumen. Me alegro mucho de haber contribuido con mi donativo hace meses para que Reediciones Anómalas lo sacara a la luz, porque esto era inencontrable en España. Encima la edición está super bien, el libro da gusto tocarlo, es de calidad y a un precio muy asequible.

Eso sí, tras leer este libro, más convencida estoy de que no me fío de todo lo que parezcan "aliens-bichos". Ni un gramo de compasión me suscitan esos seres, energías o lo que sean. Más bien siento una ira fueguina e incendiaria que ya he sentido otras veces, viene de la Tierra y de lo sagrado en mi, y sé lo que significa: ¡Defensa!

Razones para ser madre (dar vida)

 (La fotografía es de una madre judía, Paul Schutzer/The LIFE Picture Collection/Getty Images 1960)

Cada vez que leo algún argumento del tipo "es un mal mundo y un mal momento para traer hijos a la vida", se me aparece algún muerto de épocas o contextos más complicados, que tal vez murió por una enfermedad infecciosa, o por que se cayó de un árbol, o porque lo atacó un oso, o porque se hizo un corte feo y se infectó, o por hambre o por frío, o por una catástrofe o en una guerra... Y son miles, millones, que me dicen: "No sabeis lo que decís, ni la suerte que tenéis".

En esto del traer vida al mundo no se puede, ni se debe, generalizar. Hay que poner el foco en lo que cada persona vive, en su contexto inmediato. Porque es ahí donde se desarrollará su vida, sin abstraciones globalistas. Pero es que además, nos hemos vuelto muy pretenciosos, queremos tener hijos "solo si" viven hasta los 80 y sin problemas, y eso es algo bastante inédito. En general nunca hubo garantías. En general siempre se supo que nacías pero después "vete a saber lo que pasaría".

Últimamente ya no son ni los muertos. Es la Tierra la que me habla cuando leo argumentos en contra de la maternidad a causa de "la época mala en que vivimos". Y hablo de España, mi país, y de mi parte del mundo ¿eh? La Tierra me dice que la única razón de peso para tener hijos debiera ser vivir una historia de amor "en carne y hueso". Está a favor de regular la natalidad e intentar no vivir embarazos si no se desean niños, calculando con un poco de cabeza las posibilidades de criarlos que tenemos. Pero de ahí a decir que es mejor no tener hijos por cómo está el mundo... Bueno, ha habido épocas muy malas y contextos fatales, y a pesar de todo, se vivió en ellos una historia de amor verdadero, y aunque fuera corta, mereció la pena y la vida cumplió su función.

Por lo visto la perspectiva de la Tierra es distinta a la nuestra. Lo que cuenta son las historias de amor, para Ella. Vivirlas o no vivirlas, y cuán plenamente las vivimos. (Y ojo, porque no solo me habla del amor entre madres e hijos sino también del amor entre adultos, aunque ese ya es otro tema que excede a este post)

La brevedad de una vida o su éxito conforme a parámetros culturales, no es el sentido de todo esto, según la voz de la Tierra que oigo, sino la oportunidad de vivir historias de amor "encarnadas", y cuanto más plenas, profundas, totales, y "para siempre", mejor.

¿Somos capaces de traducir la Eternidad de la que venimos, a la materialidad lineal, a la carne? Ahí está la cuestión, el desafío. ¿Somos capaces de amar en la Tierra COMO en el Cielo? Amar en sueños, ¡qué facil es! Amar en el día a dia a personas de carne y hueso que traen problemas, es harina de otro costal. Amar a un hijo cuando es chiquito y todo va bien, qué fácil es. Amarlo cuando crece y las cosas se complican, o amarlo y amar su vida cuando todo se pone feo, y nos sentimos sin fuerza...es otra cuestión.

Etcétera. Porque si calla la Tierra, entonces oigo a los muertos diciéndome lo que opinan ellos de nuestra "mala época". Y os puedo asegurar que hay historias terribles, de vidas terribles y de muertes terribles, y ¿sabéis qué? Que ellos mismos me dicen que "volverían a nacer sin dudarlo". A pesar de todo. Con lo cual fíjate, el inmenso valor de la carne. La inmensa oportunidad de traer vidas al mundo, de vivir encarnados.

Felicidades, mamás, por contribuir a que la vida se realice a si misma. Y fuerza en el amor, porque es todo lo que tenemos y todo lo que nos quedará, para siempre. Que nadie os haga sentir como tontas sentimentales, o ignorantes, o egoístas por haber traido adrede hijos al mundo... Sois las reinas de la vida y punto pelota. La Tierra os ama, casi diría que os venera, así que ya veis.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Sobre la película "Khadak".

(Arriba, la chamana que sale en la película "Khadak", en pleno rescate de un alma extraviada)

En culturas nativas variadas, el rol de "rescate" espiritual lo desarrollaban los chamanes y chamanas. Sobre esto habría mucho que hablar, pero os dejo un videíto corto extraído de una película de Mongolia (Se titula "Khadak") Es una escena de "rescate de alma" realizado por una chamana. Explico el contexto de la escena inicial para los curiosos y las personas fans del chamanismo/terapias alternativas: el chico tumbado en la cama ha sufrido en la nieve un ataque que lo ha dejado ko, catatónico, inconsciente, y aunque lo han llevado a casa (a la yurta) no se recupera. Así que llaman a la chamana.

La chamana es esa mujer con pinta de "vieja despeinada y loca" que empieza a hacer cosas "raras" junto al chico tumbado. (Todo lo que se ve está documentado, son rasgos del chamanismo de esos lugares)

La chamana luego toca un tambor... El hombre sentado que la sostiene al final es el padre del chico. La mujer más joven es la madre. La chamana se derrumba al final porque tanto trance y tan intenso es algo muy exigente para el cuerpo físico. El chamanismo tradicional es algo muy, muy corporal. Muy de los cinco sentidos y algunos más.

La chamana está llamando al alma del chico, que está extraviada (por eso no ha recuperado la consciencia) Se ve cómo se solapan dos escenarios: la yurta, donde están los cuerpos, y el paisaje nevado, donde están las "almas": la del chico enfermo, y la de la chamana, que se "proyecta" en su búsqueda.

Es un rescate en toda regla, porque solo gracias a la llamada, los gestos, los gritos de ella, el chico reacciona. Los "rescates de alma" se realizan para recuperar trozos de la energía del ser que se han quedado "fuera" o "lejos" debido a sustos, impactos fuertes, traumas, etcétera. Pero no todos los chamanes saben hacer estas cosas, que son especialidades de algunos. Yo por ejemplo nunca he hecho un "rescate" de estos. Tengo otro camino, en general trabajo con la escucha corporal y el diálogo con los "trozos del ser" o con el cuerpo (según) Pero también es que vivo en la cultura más verbal que existe, y aquí todo se quiere "entender". En fin, es un temazo, no me quiero enrollar mucho sobre chamanismo sino sobre el concepto de rescatar a otro. Todas las culturas han tenido su manera y sus personas especializadas en unos tipos de ayuda u otras.

También comparto este vídeo porque la conexión con el arquetipo de "bruja despeinada y loca" está clara y nos puede ayudar a entender ciertos cuentos antiguos. Existieron mujeres así en las culturas nativas de muchos paises. Algunas formas de chamanismo se recreaban en el cuidado personal, pero otras no. Hay un tipo de camino chamánico que es deliberadamente rompedor y extraño, inquietante y perturbador. Muchos chamanes y chamanas no eran precisamente populares en sus comunidades, sino temidos por "raros", o porque nadie sabía con qué podían salir o qué se les iba a ocurrir hacer. Trabajar cerca del Infinito puede producir combinaciones raras en la gente. O en alguna gente.

Cuando vi esta película me hice muy fan de la chamana. Tengo un vínculo con el chamanismo de Siberia/mongolia y zonas aledañas que cuando asoma, me hace añorar otros modos de comunicarse y moverse. Pero en fin, vivo donde vivo y aquí soy la del moño. Nada de greñas. Y nada de pegar latigazos "de broma" a los inconscientes para que despierten, que aquí eso no se entiende (aunque a Abuela Norte le encantaría repartir unas cuantas os. y pegar unos cuantos gritos ja ja)

Por cierto: detalle maravilloso, la chamana llama al "Arbol Sagrado", Madre. Es la diosa Madre Árbol...la que tanto me gusta y que asoma en tantas zonas del mundo (Yo la descubrí gracias a la conexión pagana eslava y su diosa Mokosh /Makos)

Rescate de alma con uds, al modo antiguo salvaje, verlo aquí:

www.facebook.com/estudioschamanicos/videos/1294988067185828/

Contra las personas y roles ayudadores.


De los creadores de:
- Tu realidad la creas tú.
- Lo que te pasa es por que quieres (o sea, por tu culpa)
- Trascender es lograr existir a solas.
- Tú eres Dios (no te engañes, y que no te engañen)
- O sea, en resumen: NADIE NECESITA A NADIE.

Llega ahora una nueva versión de lo mismo, titulada:
- Si te ahogas (es decir te mueres, asfixias, hundes, etcétera) es porque aún esperas que te salven.
- Si quieres ayudar o rescatar a alguien, es que tienes un ego delirante con complejo de salvador.

Porque como "Nadie necesita a nadie", se deduce que "nadie puede salvar a nadie", pero también se deduce que "si sientes que no puedes más" y deseas que alguien te ayude o te rescate, muy mal. Es mentira, te estás engañando a ti misma, siempre se puede. Siempre se puede TODO, además.

Y de lo cual llegamos a:
- NO HAY LÍMITES. No tenemos límites como cuerpos, como personas, como seres.
Que es, a su vez, una expresión más del "Tú eres Dios" y de "Lo que te pasa es porque quieres", y de "Tu realidad la creas tú".

Lo que plantean estos lemas, estas consignas repetidas hasta la saciedad en la nueva ola de "pensamiento espiritual", es la inexistencia de la materia, en suma, y la relativización de los límites (porque la materia es limitada)



Estamos ante una ideología anti cuerpo, anti carne. Porque lo que caracteriza a los cuerpos son sus límites, sus formas concretas (y no otras) Así que si asumes que no hay límites, o que estos no son buenos, en el fondo no puedes amar ni aceptar los cuerpos, ni las necesidades y límites de una vida humana encarnada.

Puedes resistir la sed, pero solo hasta cierto punto. Si lo sobrepasas, mueres deshidratado. Puedes resistir el hambre, pero no más allá de ciertos límites. Y todo así: calor, frío, etcétera. Para todo tenemos límites, y aunque estos varíen de persona a persona un poco, o mucho, se puede establecer una norma general y es que si alguien no come en dos meses, probablemente morirá. Salvo que alguien remedie la desgracia. Y si alguien nada durante horas en el mar, se agotará, y se hundirá al final, salvo que alguien lo rescate.

Esto tiene su aplicación, también, en el plano emocional y espiritual. Las personas podemos soportar mucho, pero también nos rompemos emocionalmente si se sobrepasan ciertos límites. Un bebé sobrevive sin caricias o sin amor, pero no demasiado tiempo. Porque tiene límites en lo referente a "soportar" esas carencias. Y aunque nos disguste pensarlo, a los adultos se aplica lo mismo, aunque con variaciones en la medida y otras particularidades. Nadie soporta bien la soledad indefinida, el desamor indefinido, la hostilidad indefinida, los problemas indefinidos, las guerras indefinidas. La psique llega a su límite, las emociones desbordan, las mentes hacen crack. Y en estas condiciones , la misma vida espiritual entra en infiernos difíciles muchísimas veces, salvo raras excepciones en las que ha habido una preparación previa y esa persona tiene una vía de "rescate" interno consolidada.

Nos fascinan las historias de supervivencia extrema, pero precisamente lo hacen porque son muy raras. Lo normal es morirse, una vez se sobrepasan ciertos límites.

Por eso existe la capacidad humana de salvar o rescatar a los que se encuentran en el límite. Los voluntarios que van al Mediterráneo intentando salvar emigrantes, o los que van al desierto de México poniendo bidones de agua para ayudar a sobrevivir a los que cruzan la frontera. Los que llevan comida a las zonas devastadas, o los bomberos entrando en edificios ardiendo. Los médicos que operan de urgencias una peritonitis o realizan una transfusión de sangre, salvan vidas también. Porque si llegas junto a alguien que está "al límite" y le das justo lo que necesita, evitas que sobrepase sus límites y fallezca. Es una ley física, aunque se realice de corazón y con ayuda de la mente que razona.

 

Esto se aplica también en el plano emocional y espiritual. Personas que están al borde de la depresión, el suicidio, o el colapso, son a veces rescatadas de manera directa o indirecta por un gesto que les toca en lo profundo, que les infunde esperanza nueva, o les da razones para seguir adelante. 

Personas confusas, tan perdidas que ya no saben qué hacer con nada, en ocasiones encuentran guía y orientación en otras que difunden sabiduría, y les dan pautas que las sacan del caos destructivo.

Personas analfabetas en lo espiritual, a veces encuentran quien les enseña a leer y escribir "los signos del mundo" o de la vida, les explica lo que significan los enigmas donde están atrapados, y adquieren así unas pautas básicas para comprender cómo funcionan las cosas, y moverse mejor en la existencia. 

La maestría espiritual verdadera salva vidas "interiores" porque evita que la gente se confunda demasiado y tome decisiones contrarias a su ser, por ejemplo.

Pero todo esto, hoy, está denostado por la nueva ideología espiritual. Porque, ya lo he dicho, como NADIE NECESITA A NADIE, también es cierto que tú eres tu propio maestro, que no necesitas referentes ni información, ni ayuda. Y ¿qué decir del concepto de rescate o salvación espiritual?

Hubo una religión que se inició alrededor de este concepto como eje central, el concepto de "salvar a otros". Me refiero al cristianismo. Básicamente con la leyenda de Jesús se difundió en este continente lo que podríamos llamar "un arquetipo del salvador". Pero es que, en cierto nivel de la vida, eso era verdad. Pues si alguien cura enfermos, rescata gente de la muerte, o da de comer a los hambrientos, está salvando. Está paliando carencias extremas. Si encima, hace que la gente "conecte" con partes profundas del alma, echen a llorar y cambien pautas desgraciadas de sus vidas, entonces hablamos de salvación espiritual. 

Pero hoy, esa faceta del cristianismo es muy poco popular y el arquetipo del salvador se degrada incluso en el cristianismo. Lo llaman "complejo" de salvador, por influencia de teorías psicológicas, pero en realidad, tal complejo solo es la parte viciada, desequilibrada o mal vivida, del impulso natural de ayudar al otro, de sanar, de ser compasivo.

Con el argumento del complejo del salvador, se está borrando el trabajo salvador en sí. Se critica al que se arriesga por ayudar a otros, o al que se compromete con procesos terapéuticos ajenos de larga duración, diciendo que son desviaciones del ego, que nadie necesita a nadie, y que si esa persona hace eso, es porque le gusta sentirse especial, mejor que las demás, y demasiado "necesaria".

Pero, tal y como me decía ayer la Abuelita Tierra del Teleno, está todo mal y es al revés: deberíamos pelearnos por rescatarnos mutuamente. Debería ser lo normal. Es más, debería ser tan normal, que ya ni existirían carencias tan fuertes en una sociedad, porque unos a otros nos igualaríamos, salvaríamos y saciaríamos todo el tiempo.

Claro, como NO vivimos en esa sociedad ideal, pasa lo que pasa. Las carencias de cada uno son enormes, a veces extremas, y mucha gente muere de sed o inanición, en muchos sentidos de la palabra. En este contexto, la prédica de anti-ayuda al otro, no ayuda nada y lo empeora todo.

En otros aspectos, se ha querido enfatizar tanto lo de que "uno es su propio maestro" y lo de que "el mesías está en el interior" (que son verdades relativas y que deben ser matizadas) que los extremos llevan a la gente a sentirse culpable o idiota si "mira" a otra persona con interés, porque siente que sabe más en algunos aspectos o sentidos. Porque esa actitud de estar pendiente del más sabio, preparado o lúcido en algún tema, parece que sea como de gente agilipollada, tonta o sumisa.

Nos hemos ido de un extremo a otro, me temo. Pero la realidad de la vida carnal sigue siendo terca, muy terca. Y se siguen salvando personas gracias a la ayuda de otras, a sus palabras, a sus gestos, a su amor o a sus actos. Aunque cada vez parece que sean menos, en algunos ámbitos. Primero, porque los necesitados de ayuda dudan cada día más que esté bien esperar o pedir ayuda de otros. Van asumiendo que el mar que los separa de lo que necesitan deben cruzarlo en solitario, y si resulta al final que se quedan sin fuerzas a medio camino, asumen que se ahogarán y que "todo está bien, así tenía que ser". O también que "no fueron capaces de tener la mente enfocada en lograrlo". (Todo esto son variantes de haber asumido la idea de que somos Dios y no tenemos límites) 

En cuanto a lo de esperar que alguien compasivo venga en una barca a darnos la mano, se asume que es una idea de débiles, de ignorantes o de parásitos: "Fíjate, este intenta cruzar el mar y pretende, encima, que otro lo rescate. Menudo caradura, o menudo ego que tiene. Como si Dios no tuviera nada más que hacer que ir salvando a gente vulgar y corriente"

La segunda razón por la cual cada vez hay menos salvaciones, es porque cuando alguien con capacidad para ayudar a otros en su necesidad concreta, siente las ganas de hacerlo, inmediatamente se censura a si mismo diciendo que eso es muy arrogante y peligroso. Que asumir el rol de salvar a otros es un delirio egoico, bla, bla, blá.

De manera que si pueden ayudar al vecino, no lo hacen. Si pueden ayudar a alguien de la familia, se niegan a ello. Y si ven a alguien a punto de tirarse de un edificio, pasan de largo porque "respetan su decisión interior" y porque "ir de salvador es muy malo".

No sé si estoy consiguiendo expresar el enorme cambio de paradigma espiritual que estamos viviendo. Desde aquel tiempo en el que el ideal era ayudarse unos a otros y cada uno lo intentaba como podía, hasta el "Nadie necesita a nadie, e intentar rescatarse es negativo para los dos" hay un abismo. Y un cambio radical en todo. Pasamos de vivir en tribus o clanes donde la inter dependencia estaba asumida y la ayuda mutua era casi norma obligada, al "No te metas en los problemas del otro, porque cada uno ha de saber salir solo del hoyo en el que se cayó".



Cuento todo esto porque ayer noche Anubis vino a explicarme una cosa sobre el tránsito interior, o el proceso necesario para que una persona de cualquier edad pase de un estado de ser (o etapa vital) a otra. Lo comentaré en otro post, pero básicamente me dijo que nadie transita "solo" y la ayuda es necesaria. Y no es casual la figura mítica de Caronte en su barca (en una imagen de más arriba), o de Anubis o de San Cristóbal: son símbolos de los que ayudan a cruzar las aguas del tránsito. O de María como Madre Salvadora.

La figura de San Cristóbal es maravillosa. Una leyenda cargada de sabiduría espiritual que enseña que si hasta Dios hecho niño necesita que le ayuden a cruzar un río caudaloso, ¿qué menos para los demás humanos?

Pero toda la ideología anti-rescate espiritual, anti-maestría, anti-ayuda, siembra el escenario de ideas que vacunan a la población en contra del desarrollo de estos potenciales. Y así, las personas que podrían ser maestras de otras para algunos temas, se desentienden de los que necesitan aprender y se les agarran o acercan constantemente, porque juzgan mal esa dependencia. 

Y los terapeutas se mosquean cuando alguien les va a ver muchas veces porque lo ven dependiente, y empujan a la gente a no "apegarse", como si ya con dos, 3 o 6 sesiones ya tuvieras que "volar" solo sí, o sí. Y los que son fuente de curación, de ayuda o de recursos en un sentido u otro, se van quitando de encima a las personas,  porque piensan que lo mejor es que cada uno espabile solo y viva su karma solo...y todo solo, en resumen.

Así como van desapareciendo los compromisos entre adultos para criar hijos, se van diluyendo los compromisos entre adultos para ayudarse en muchas otras cosas. Y poco a poco se van minando los vínculos. E impidiendo que surjan vinculaciones nuevas. Porque, ya ha sido dicho: nadie necesita a nadie. Tú puedes y debes sacarte tú solo del hoyo. No necesitas ayuda de otro, espabila. Ni ninguno hemos de preguntarnos, ante la muerte de otro ser humano, si estuvo suficientemente acompañado, o VINCULADO, o por el contrario llevó hasta el extremo la ideología del "nadie necesita a los demás" y de "hazlo tú mismo". Y así asumió su propia extinción cuando rebasó los límites que su ser, de todos modos, tenía, aunque la nueva ideología diga que somos Dios e ilimitados, y que si se quiere, se puede.

Si: es cierto que si no hay voluntad y disposición en una persona para hacer "su parte" y vivir su proceso interior, es imposible ayudarla, y en ese sentido es verdad que cada uno "se ayuda/rescata/salva a si mismo". Pero esta realidad es relativa sólo a la mitad de la existencia (la mitad interior) y además está sometida, en la vida carnal, a algo que odiamos reconocer y que son los LÍMITES. Por lo tanto es una verdad muy relativa y no siempre es aplicable a una situación personal histórica concreta. Depende.

Pero claro, si no hay límites y somos Dios, entonces nada importa y todo es lo mismo. Nacer, morir, qué más da. Alegría o pena, qué importa. Y si sufres es porque quieres. Tan solo acepta lo que haya y yastá.

Reivindico:
- El uso del "yo" y del "otro" como conceptos para ayudar a manejar la realidad de la vida encarnada (pues somos cuerpos distintos, con límites, "yo" puedo sentirme muy bien o tener mis necesidades vitales satisfechas, pero a lo mejor el "otro" no, y viceversa)

- La posible maestría espiritual del "otro" frente a mi ignorancia, o mi propia maestría posible, frente a la ignorancia de otro.

- La realidad del rescate o salvación físico, emocional, mental y espiritual (aunque cada tipo de rescate tenga sus límites, particularidades y excepciones)

- La figura del rescatador y de su "oficio" (desde ser bombero, médico, maestro, o voluntario en catástrofes, hasta ser toda persona capaz de sacar a otros de cenagosas situaciones internas gracias al acompañamiento, la terapia, la escucha, la sanación, etcétera)

Finalmente:

- Reivindico la idea de que necesitarse unos a otros no es nada "malo", sino algo hermoso, y la mejor oportunidad que tenemos para desarrollar y vivir vínculos de afecto intensos, hondos y hasta duraderos, en algunos casos.


Imágenes de Cristóbal (el que cruza el agua a pie con el Niño al hombro) Caronte (el de la barca llena de muertos), Jesús y María Salvadora.

El odio al Salvador.

(Arriba, pintura de Maxim Sukharev)
 

Se comparten vídeos monos sobre animales que se ayudan o se rescatan unos a otros, pero cuando se trata de un ser humano ayudando a otro, y es alguien cercano, la ideología del momento sopla enseguida este pensamiento:
- Bah, esta persona tiene complejo de salvadora. O de Jesucristo.

Y a veces surge incluso hostilidad, manía, rechazo hacia quien se implica con otros. O va a terapia y le intentan sacar de la cabeza lo de ayudar a otros. Lo de implicarse.

O si sufre a causa de eso, le dicen:
-¿Ves? Eso te pasa por meterte a ayudar a otros.

Se ha hablado del anticristo como si fuera una persona concreta. Yo no sé si tal persona existirá. Lo que sí sé es que, en términos de energía, es anti-crístico todo lo que va contra la esencia crística. ¿Y qué es lo crístico? La compasión. La ayuda. La justicia, la comunidad... Es decir el amor aplicado en actos, en las relaciones y vínculos que cada uno tiene. Y el cuidado de los vínculos.

Los que han convertido lo crístico en una cuestión de mero mirarse el ombligo y de "salvarse a si mismos" (como si eso fuera posible), no han entendido nada y encima están colaborando con lo anti crístico. Pues no existe nada como "salvarse a uno mismo" "en separado" o de manera independiente. Y además el "yo" no llega a la altura de lo requerido para "salvar" nada. Ni mucho menos la vida interior.

Salvarse a uno mismo...¡Ay, criaturas! ¿Se salva una célula a si misma, o no es cierto que co-depende del corazón que anima al cuerpo?

¡Criaturas...! Si supiérais que "lo crístico" es el corazón que impulsa al colectivo, al "cuerpo" humano, nadie diría lo de "salvarse a uno mismo", ni sugeriría que cada uno se puede salvar así, sin más. Pues si el corazón dejara de latir, ni con todo el esfuerzo del mundo, una celulita del cuerpo podría salvarse a si misma.

Toda aquella persona que siente en su interior el impulso de ayudar a otros o de rescatar a los que lo están pasando mal, puede estar equivocada en el enfoque o en ciertos puntos, debido a su ignorancia y limitaciones. Pero el impulso en si mismo no es un error y forma parte del diseño humano. Y es natural hasta en muchos animales (esos cuyos vídeos se comparten tan alegremente, porque a ellos sí se les permite ser "rescatadores" y ayudadores de otros)

Pero nos hace falta aprender a ayudar. Es necesario aprender de cero todo esto. Asumido esto, una cosa es reconocer los errores que se cometen en la ayuda, y otra querer desterrar el impulso de ayuda y rescate, todo porque tantas veces ha sido mal vivido, se ha distorsionado, o ha dado lugar a actos errados, sufrientes o desgraciados.

¡Cuántos incendios devastan la naturaleza cada año, o arrasan hogares! Pero ¿decimos por esa razón, que el fuego es malo? ¡Cuánta gente se quema por el sol! Pero nadie dice que el sol sea malo ni niega que, sin él, no estaríamos vivos, ni habría vida sobre la Tierra.

Las fuerzas anti crísticas apuntan sus flechas a los que sienten nacer en su interior el impulso de ayudar, de implicarse con otras personas y sus problemas vitales. Las personas "hijas del Sol" que se le parecen y lo imitan, son burladas y ridiculizadas en algunos ambientes modernos, o rechazadas, o las intentan reformar por su condenada manía de dar calor, dar energía a otros, de irradiar algo... Me quedo sin palabras.

Cuando nuestros hijos e hijas crezcan y sientan el impulso de ayudar, de implicarse...de hacer "algo" por "los demás"...¿También les diremos que cada quien debe ayudarse a si mismo nada más, y que ese impulso que sienten es un "complejo de Jesucristo" o de "salvador" o de "madre teresa" o lo que sea?

(Post suscitado por la enésima historia que llega a mi de persona "perjudicada" por ayudar a otra, en un contexto de "pensamiento progre" y "espiritualidad" de última ola. Ayer vino alguien y se desahogó conmigo, y básicamente percibí esto y muchas otras cosas)

La buena dependencia.



( Pintura de Frederick George Cotman)

- Qué horror, estás generando dependencias- dicen los que se aterran pensando que, con ciertas interacciones sociales, pueden surgir simpatías, afinidades y finalmente "la necesidad de seguirse/leerse/verse" y hasta conocerse.

- Si enseñas a otros lo que sabes, les haces dependientes de ti y eso es jugar a ser gurú- dicen otros, con su pastel mental a caballo entre "quiero enseñar o aprender" y "no quiero, porque es peligroso establecer vínculos continuados, pues podría ser que otros dependieran temporalmente de mí, o yo de otros, hasta completar cierto aprendizaje"

- Uf, ¿no te estás volviendo dependiente?- dicen los que escuchan a alguien hablar por enésima vez con mucho entusiasmo de una nueva amistad/relación/maestro o maestra de algo.

- Nadie es imprescindible, en realidad no eres tan necesaria- te dicen otros, animándote a abandonar alguna relación, o lugar, o espacio, cuando dudas porque sientes que dejas algo incompleto y hay como un dolor o un daño en ese "abandonar". Y no se dan cuenta de que mezclan lo imprescindible con la necesidad de cuidado, y lo usan como argumento para abandonar algo que ya nunca se completará igual, si te vas o lo dejas. Si abandonas a un hijo, de acuerdo, no eres imprescindible y tal vez otra mujer lo adoptará o cuidará (o no), pero sí eras NECESARIA para él y con el abandono le has hecho un daño. Aunque seas sustituida.

Dependencia, el nuevo demonio de moda. Algo que se combate. El "mal" del que huyen muchos.

Y digo yo: Ten cuidado, no respires, no vaya a ser que descubras que dependes del aire y que tu vida es apenas un soplo que tú nunca has metido dentro de tu cuerpo, ni controlas (en principio) el momento en el que saldrá de ti.

Ten cuidado, no mires fotos de la Tierra desde el espacio, no sea que descubras que somos piojos dependientes de prácticamente todo.

-¿Dependiente? Sí -digo- ¿Y quién no? La cosa es depender con amor o con rabia, con ganas o sin ellas. Como respirar. Ya que co-dependemos de todo y de todos, ¿y si nos lanzamos a ello para vivirlo con ganas y hasta sus últimas consecuencias?

Y que sueñe con ser independiente quien quiera, mientras nosotros bailamos enlazados al son del latido de Madre Cosmos, estrellas, planetas y el pulso de la Tierra. 

El concepto de independencia como finalidad en si misma, o como bien en si mismo, cada vez me parece más anti natural y espantoso.