viernes, 4 de noviembre de 2022

Los dioses que juzgaban mal a Anubis, porque no "ascendió".



(Post rescatado de mi muro de face, de agosto del 2016)

Dioses. En la energía, existen, o al menos me he topado muchas veces con sus emanaciones, su campo mental, su onda o como se diga. Pero no son más que eso, dioses. Con minúsculas. Nada supremo, nada salvo personalidades destacadas, sobretodo en ciertos lugares y tiempos.

Hoy recuerdo un sueño que tuve relativo a ciertos dioses y Anubis. Anubis siempre me dice que no es un dios, sino una "entidad" de energía, y aún no entiendo bien porqué niega ser un dios, pero creo que tiene que ver con el hecho de que no se identifica con el resto de los dioses, ni con la importancia que se suele dar al título. Además, y a diferencia de otros dioses y diosas, Anubis detesta que se le quiera venerar, rezar o adorar. "Ni se te ocurra ponerme en un altar", me dijo en los primeros días que le oí. "Si lo haces, estarás llamando a la sombra que la humanidad ha generado de mí, y eso no es el Anubis que te conviene, ni nada que estés buscando. Los altares con dioses no son buenos para tí, niña. Hazme caso, que sé lo que digo". Y yo le hice caso.

Anubis sólo quiere una cosa: que la gente se ocupe de la muerte y de "sus" muertos (los que tenga al lado). Que abra su corazón a la compasión. Si cada uno hiciera su parte, el mundo iría mucho mejor.

Pero recuerdo hoy aquel sueño, que no sé porqué vuelve una y otra vez a mi mente. Lo soñé hace bastantes años. En él, me encontraba en un espacio de energía cercano a la humanidad, pero separado,  en el que había una reunión de dioses. No recuerdo sus nombres, salvo el de una diosa, pero sí tengo la sensación de que todos eran muy antiguos. La diosa fue (y es) muy conocida en los mitos de Oriente Medio. No diré su nombre para no herir sentimientos de neo paganas que tal vez la tengan en estima, y porque no quiero que esta anécdota que voy a contar se desvirtúe y sirva para enfocar a una diosa, en lugar de señalar hacia lo que comprendí en esa especie de reunión de dioses en la que me encontré, no sé por qué.

Bueno, la tal diosa me estaba contando a mí cómo todos ellos (esos dioses) y muchos otros que no estaban en la reunión, habían ido "evolucionando" espiritualmente, hasta lograr "partir" o "ascender" y dejar atrás las "los lios y miasmas de la Tierra". En cambio, Anubis ¿qué había hecho? ¡Aún seguía aquí...! 

La diosa me decía:
- No te conviene la compañía de Anubis. ¿No ves que está apegado a la Tierra? No se ha liberado de la oscuridad, como hicimos los demás, y sigue en un estado inferior, en los mundos "bajos". ¡Pero tuvo su oportunidad! Pudo dar el salto, pudo ascender y marcharse con nosotros. Sería mejor que dejaras de andar en su compañía, porque te mantiene atrapada en todas las porquerías. (El famoso "bajo astral")

Anubis no se encontraba en la reunión. Estaba, supongo, demasiado ocupado en asuntos más importantes para él, que hablar de cuán importante era eso de "ascender". O tal vez es que no le invitaron, no fuera a contaminarlos a todos con oscuridad y efluvios del mundo de los muertos. Tal vez sucedía algo así como cuando la gente duda en estrecharle la mano a un forense que acaba de hacer una autopsia, o como cuando antiguamente se marginaba al enterrador del pueblo. "Con ese no te sientes a comer, que a lo mejor te contagia de muerte". 

Sin embargo, Anubis luego me habló a mí de esta conversación que tuve con la diosa, y me dijo:
- Claro que tuve la oportunidad de irme con ellos. Pero elegí quedarme. Lo hice por el mucho amor que le tengo a la Tierra y porque no quería abandonar a tantos que sufren en Ella, y a Ella misma con ese dolor. 

"¿De qué ascenso espiritual hablamos, cuando se abandona a su suerte a tanta gente desesperada y sufriente? Míralos, esos dioses se han creado un mundo aparte, una especie de burbuja aislada y paradisíaca, un espacio distinto donde no entran las "miasmas" de los muertos ni se oyen sus súplicas. 

"Y no es que aislarse un poco sea malo, pues a veces se necesita hacer eso para descansar un rato y para ayudar luego mejor. Pero el problema es que ellos no lo toman como un descanso para luego ayudar, sino que no piensan implicarse. No quieren "ensuciarse" otra vez. No quieren "caer tan bajo" ni "volver a arrastrarse" por los fangosos y densos caminos de la Tierra. Lo que quieren es disfrutar de un estado privilegiado desde el cual aún ejercen cierto poder sobre las mentes humanas, y si encima reciben adoración, como le sucede a esa diosa, pues mucho mejor. Ella recibe la energía de las oraciones de sus fieles y a veces les concede algún favor, y eso la hace sentirse importante y buena. Pero no sé cómo decírtelo, ejem... ése no es mi camino... ¿Entiendes?

Entendí. Vaya si entendí, y mucho que estaba más allá de las palabras de Anubis. 
¿Ascender...? Tal vez las cosas no eran lo que parecían. ¿Qué quería decir, verdaderamente, eso de ascender...?

Entonces oí una voz masculina que no sé de quién era. Una energía profunda y muy poderosa que ensanchaba mi corazón, y que miraba a Anubis como si lo conociera muy bien, con profundo amor, y me decía: "Míralo. Pudo escapar del infierno terrestre y entrar en unas vacaciones perpetuas, en una vida hedonista de lujo y poder, pero en cambio prefirió quedarse entre los que sufren para continuar ayudando. No le importa ensuciarse, no le importa arrastrarse por túneles de oscuridad y podredumbre, todo con tal de rescatar "almas perdidas". ¡El es un fiel y verdadero servidor de Dios! Y está mucho más "ascendido" que los que necesitan escapar del infierno para sentirse bien, porque se quedó solo porque quiso. 

"Fíjate: Anubis a veces va por el infierno pero se siente bien. Está EN el infierno y no ha perdido su centro, ni su corazón, ni su luz interior. ¿Quién es verdaderamente un maestro espiritual superior, aquí? ¿El que está removiendo lo peor... o el que se fugó a una isla aparte, porque no podía soportar la vida en la materia?"

Me quedé sin palabras, conmovida pero también impactada por la enorme autoridad de aquella voz, capaz de juzgar a Anubis (que para mí era "lo más") Pero su juicio sobre el mismo era positivo, y me enseñó cosas al compartirme su perspectiva. 

Hoy recuerdo aquello y pienso. ¿Cómo se aprende a hacer eso que hace Anubis? ¿Cómo puedo yo aprender a estar junto a los que sufren y emanan "miasmas" mentales y emocionales sin ser arrastrada por ello, sin perder la salud, la visión ni el centro? Porque no es nada fácil y, dado el estado del mundo, tal vez esa es la enseñanza mas importante que pueda recibir. 

Pero me doy cuenta ahora de que ¡nunca le he pedido a Anubis que me enseñe "eso"! Me he limitado a hacer como los muertos: pedir y pedir, y nada más que pedir ayuda para "encontrarme mejor". Pedir ayuda para mí, o para otros, para los muertos. Que no está mal, eh... pero...no he dicho nunca "Enséñame, quiero aprender eso que haces. Quiero convertirme en algo tan sólido y compasivo como tú, capaz de Vivir con mayúsculas incluso en el medio de la oscuridad más atemorizadora".

¿Por qué? ¿Por qué no lo he hecho? Me doy cuenta de que no he sido tan distinta de los dioses escapistas. En esencia, he elegido lo mismo que ellos: Huir de los problemas, a poder ser. He aceptado ayudar a solucionar conflictos de muertos o de la Tierra, ok, pero todo "para sentirme mejor" y dejar de cargar con ese peso, e intentar no meterme en más líos. Mi compasión nunca ha sido del todo real o completa, porque siempre ha estado condicionada por el miedo a "ensuciarme" más, o a sentir de nuevo el sufrimiento de otros. 

Y también he soñado, como esos dioses, con "irme", con salir por fin de este mundo o de cierta realidad, todo por "sentirme mejor", sin importar quién queda atrás. Intentando no "oir" demasiadas voces. Quejándome a menudo de lo mucho que "oigo", de cansancio. Viendo mi capacidad de "escucha" casi como una carga o una condena, porque implica escuchar una desgracia tras otra, sin que se me haya ocurrido que "podría" vivir todo esto de otra manera. Como Anubis y otros seres que han logrado "escuchar" todo el tiempo, SENTIR todo el tiempo, sin perderse. Sin "caer" en engaños. Siendo luz compasiva, juicio compasivo, medicina resolutiva.

Que es normal cansarse, pero ¿acaso he pedido alguna vez que me enseñen a ayudar sin cansarme "tanto", que me guíen para superar mi propio estado? ¿He pedido aprender ese estado de ser en el que ya no importa dónde estés, ni quién te reclame, porque ya no te sientes perdido ni exhausto, sino permanentemente conectado a...La Fuente de Vida...? Dios mío, es como haber vivido durante años al lado de un maestro panadero y no haberle pedido ni una sola vez que me enseñe cómo hace el pan. ¿No es curioso...? 

Para mí, esto muy representativo no sólo de mi, sino también de la mentalidad dominante en mi mundo actual, de las sutiles "no enseñanzas" que se difunden hoy, según las cuales evolución espiritual significa huir del infierno sin mirar atrás. Lograr la "paz" gracias a irse a un lugar "limpio". Abandonar incluso el planeta, la dimensión material...dejándolo atrás por ser "atrasado". La palabra ascensión está de moda, pero ¿sabemos lo que significa?
"La mayoría enseñan a marcharse, o a separarse de la materia. No a quedarse hasta el final, ayudando a los demás a superar su propio sufrimiento"- Me dicen los Guías. Y tienen razón. Vaya si tienen razón.

La energía de Anubis tiene mucha compasión. Infinita compasión. 
No es solo eso, pero incluso el hecho de que su presencia catalice o detone el Juicio del Alma es algo compasivo, porque sin ese Juicio no hay tránsito, y sin tránsito el atasco permanece y el infierno se perpetúa.  
     
(A la izda. escena de la serie "american Gods", donde sale Anubis acompañando a una mujer muerta de manera muy amable, casi entrañable a pesar de ser sobrecogedora, por el misterio que se desprende el mismo Anubis en sí)        
                
En fin, yo he sentido esa compasión. No tengo excusa, no he sido ignorante, sé que esta ahí, la he visto, la he sentido. ¿Por qué no la he pedido? ¿Por qué nunca he dicho "quiero aprender a ser como tú"?

Pero Anubis es compasivo hasta con esto, pues me mira y me dice que no hay porqué culparse ni flagelarse. Dice: "Es un tema de madurez. Cuando creces lo suficiente, de manera natural anhelas asumir responsabilidades y cuidar de otros. Sólo cuando la gente no ha recibido suficiente amor, o cuando todavía es muy "pequeña" (como un bebé que sólo sabe reclamar cuidados y atención), no es capaz de "dar" y sólo sabe pedir, e intenta escaparse de responsabilidades, compromisos."

"A la gente no se la puede juzgar así. El Buen Juicio es otra cosa, es ver La Realidad, y ésta es la siguiente: el mundo sólo necesita dos cosas: amor (mucho más amor) y tiempo de desarrollo para que pueda alcanzar su madurez. Y esto es cierto incluso para los dioses que soñaste. A tí te parece que son antiguos, pero sencillamente, no han vivido lo suficiente. Son demasiado... jóvenes"

"A su tiempo, y si recibe suficiente amor, hasta el más arrogante o caprichoso de los dioses anhelará lavarle las heridas del alma al más sucio y perdido de los que reptan por el infierno. Créeme, princesa...todo tiene su tiempo, y "a su tiempo" el mundo se volcará en la compasión y la ayuda mutua. 

"Pero, eso sí, no sucederá en "tu" tiempo terrenal. Es demasiado pronto, querida. Olvídate de eso. Vive cada etapa de tu desarrollo cuando te llegue, y no juzgues a los demás, pero tampoco te juzgues a ti misma por no haber "despertado" antes a ciertas cosas. Está bien así. Todo llegará. A un niño no se le puede pedir que haga de adulto. Entra en tu realidad-real de ahora, celebra que la vida transcurre, y sigue creciendo y transitando con cada ciclo. 

"Y bueno, respecto a lo demás, la "enseñanza" de la compasión y el buen juicio está abierta y disponible para todo el que verdaderamente la anhele desde lo más profundo de su corazón, y tenga la madurez suficiente como para empezar a andar ese camino".

***

P.D: Sí, otra cosa que se puede deducir de esto, es que Anubis es mucho más viejo que esos dioses antiguos. Anubis parece ser anterior a todos ellos. Pues si le parecen jóvenes, ¿qué "edad" tiene Anubis? ¿Y la voz que lo miró, juzgando su trayectoria, y me hizo sentir que su compañía era algo precioso y bendecido por Dios, qué edad tenía entonces...? 

¡Qué niña es la humanidad, todavía!

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