Ayer reflexionaba sobre lo poco que nuestra sociedad valora el trabajo de limpieza. No solemos valorar a los basureros, barrenderos, etc, hasta que hacen huelga y descubrimos lo que vale limpiar "cada día". Tampoco en el sector de hostelería se valora debidamente a los limpiadores. Sin ellos, sencillamente no podrían ni abrir. Sin embargo, son los peores pagados.
Recordaba unas reflexiones que ya me hice hace años, gracias a los Maestros Arbóreos, quienes me hicieron observar el trabajo de las raíces de los árboles y la relación de nuestra sociedad con los desperdicios y la basura. Comprendí que nuestro mundo está enfermo y muere a causa de su rechazo a ver y manejar adecuadamente la basura y de una obsesión por la pureza, pues esta no siempre está bien entendida.
Este miedo a lo corrompido, sucio, muerto y deteriorado, hace que no se lo quiera ver, y que al mismo tiempo se relegue la tarea (inevitable, a fin de cuentas) a personas poco reconocidas, y con las que es mejor (socialmente) tener el menor trato posible, no sea que se nos pegue algo de la basura a su través. No da prestigio social decir que uno es amigo de un basurero, de un chatarrero, o de una señora de la limpieza.
Ahora mismo, yo soy una Señora con mayúsculas de la Limpieza (también con mayúsculas) , porque trabajo fuera de casa limpiando un lugar ajeno (sector hostelería), y me pagan por ello. Es un trabajo con el que no me siento internamente mal (aunque a días me agoto y me da asco limpiar según qué, pero eso es más por las malas condiciones del trabajo, prisas, escaso sueldo, etc, que por el trabajo en sí mismo) porque tengo una comprensión muy profunda del sentido de lo que hago, y esto resuena con mi vocación "anubísica".
Los que tenemos a figuras como Anubis como fuente de inspiración somos todos un poco basureros, un poco cloaqueros, un poco de los submundos. De mirar bajo la alfombra, detrás de los armarios, descubrir podredumbres y esas cosas. Y esto se aplica a lo físico, a lo psíquico (sombras y porquerías mentales y psicológicas) y a lo espiritual (ahí también hay mugre)
El problema que tengo, pues, no es que limpie y trabaje eventualmente de ello. Tampoco soy pobre porque no trabaje. De hecho, trabajo y mucho. El problema es que mi sociedad no reconoce adecuadamente mi trabajo, como tampoco reconoce el de ser madre/cuidadora del hogar (otro gran tema, hoy no entraré en él)
Y sin embargo, ya lo he dicho: sin mi trabajo, los lugares para los que trabajé, no habrían podido continuar funcionando ni un solo día sin arriesgarse a epidemias, infecciones, o enfermedad de sus otros trabajadores, así como de sus usuarios.
En cierto modo, a los limpiadores NOS DEBEN LA VIDA, o al menos la buena SALUD, el resto de personas. Así que, pienso yo, se nos debería pagar por ello siquiera un poco más. Pero una sociedad que padece fobia obsesiva a ver la mierda que genera, valora infinitamente más, por lógica, a los que DISTRAEN o generan un estado lúdico y amortiguador de la realidad. Como los jugadores de fútbol, los cantantes, etc. Que no digo que no deban ser pagados por su trabajo (pues también es necesario) pero vamos. Podemos vivir sin escuchar canciones un día, aunque estemos algo más mustios (podemos cantar nosotros, oye) Pero no podemos vivir sin que alguien haya limpiado la basura o la porquería que, entre todos, generamos en una sociedad tan sofisticada, amontonada e hiperpoblada como la nuestra.
De los limpiadores, hasta las familias se avergüenzan. Si limpiar fuera algo reconocido y diera dinero, sería distinto. Pero no puede dar dinero si no hay una adecuada valoración del trabajo, ya que, en nuestra sociedad, el dinero, y los sueldos que se pagan, reflejan el VALOR que damos a los actos del otro. Y por lo visto, vivimos en la ilusión o espejismo de que sin limpiadores se puede vivir, de ahí que se les pague menos que a nadie (Mejor ni hablo de las condiciones en las que actualmente trabajo fuera de casa)
El tema de las madres que trabajan en casa (cuidando menores o familiares, limpiando, organizando, etc) lo tocaré sólo por encima porque es demasiado y me desviaría del hilo de hoy. Pero está relacionado, pues, en parte porque hacer de mamá es también limpiar mucho, está desprestigiado.
Son las 11´30, y acabo de limpiar el lugar donde trabajo (aquí se aloja una media de 60 personas diarias, a veces muchas más) Mañana, otra vez. Pero ya veis si el rato de fregar, barrer, limpiar wc, y tirar bolsas de basura da de sí. Iba a decir que inspira a cualquiera, pero no: diré más bien que inspira a gente rara como yo :-P
Pues entonces sigue igual de "rara", je... porque tus entradas son muy interesantes ;o)
ResponderEliminarSaludos y enhorabuena por el blog.
Lo terroso, lo cimientoso, lo femenino, lo que limpia, lo moreno, lo receptivo, lo pobre desde hace tanto tiempo está negado... pero ahora empieza a emerger, para sanar. Nada puede sanar sin emerger, y nada puede permanecer apretado sin emerger. Gracias por estar y por tus labores, las de limpieza, intelectual, emocional, cuidadora de pequeños, motivadora, regaladora de alegría y magia. Un besote y sea honrada, seguro que eso es lo que la natura hace contigo, cuando te habla
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