domingo, 2 de enero de 2022

Sobre los Sueños sagrados (José, El Soñador)


(Publicado en mi muro en abril del 2018)

Mis guías me han hablado muchas veces de la historia mítica del José del Antiguo Testamento. Es como una historia que les sirve para hablarme de muchas cosas. He escrito aquí varias veces sobre ello en el pasado, pero me repito como las viejas, así que voy a volver con el tema porque hoy, mis guías me volvían a hablar de José.

Resumen para los que no conozcan esa historia bíblica: José era el menor de muchos hermanos y tenía sueños muy intensos y espectaculares. En algunos de ellos, los símbolos parecían decir que él era más importante que los demás hermanos y recibiría honores. El sol, la luna y las estrellas lo honraban. Las gavillas de trigo de sus hermanos se inclinaban ante la suya. José era joven e ingenuo y lo contaba todo sin darse cuenta de que generaba envidias. Porque además su padre le tenía en preferencia (o eso sentían sus hermanos, ¿tal vez por ser el pequeño?) José fue creciendo y sus hermanos llegaron a no soportarlo a él y a sus sueños. Su padre le regaló una túnica de colores y decidieron matarlo, por envidia. Un hermano intercedió por él y los demás accedieron abandonarlo en un pozo en lugar de matarlo.

Al final José acabó como mercancía adquirida por una caravana de mercaderes, y de ahí fue llevado a Egipto. En Egipto vivió toda clase de situaciones, desde la fortuna hasta la cárcel. Salió adelante gracias a que "Dios estaba con él" y le dio el don de interpretar los sueños ajenos. 

Y es que resulta que José era un SOÑADOR en el sentido más profundo de la palabra. Finalmente, el faraón terminó por reconocer sus méritos humanos, su saber hacer, su profundidad, y lo nombró virrey de Egipto. Cuando años después se desató una hambruna terrible por todo el territorio, que amenazaba con matar de hambre a mucha gente, inclusive a la familia (lejana) de José, el anciando padre envió a sus hijos a Egipto para que se abastecieran de grano. Y es que el faraón había hecho grandes almacenes porque, gracias al donde de interpretación de sueños que Dios daba a José, SABÍAN que esa hambruna llegaría y estaban preparados para hacerle frente.

Sucedió que, como José era el jefe de los graneros de Egipto, se encontró cara a cara con sus hermanos, que no le reconocieron debido a la cantidad de años pasada y a que José era muy jovencito cuando lo abandonaron. Ahí José se retiró un rato para echarse a llorar porque, en el fondo, les quería, aunque también estaba dolido (no era para menos, porque cuando intentan matarte por contar sueños, es un grado de violencia enorme, desmedida, como para quedarse traumado) José quería que vivieran alguna dificultad por lo que le hicieron. Pero al final la catarsis se produjo, lloró, la reconciliación llegó, no solo les dio el grano que necesitaban sino que José se pudo reunir de nuevo con su anciano padre, quien se llenó de gozo y asombro porque a él le habían contado que un animal del desierto había matado al chico, y no esperaba volverlo a ver nunca más.

Es así como los sueños infantiles de José se cumplieron.

Mis guías me señalan hoy varios puntos a modo de detalle a observar:

- Los soñadores pueden ser muy ingenuos de entrada, porque el poder y fuerza de los sueños que les son enviados por Dios o lo sagrado, es tal, que les produce una sensación de euforia o embriaguez, que les hace perder un poco de vista otros aspectos de la realidad del momento. Por eso muchas veces no perciben fácilmente las sombras de los seres humanos que les rodean, ni calibran bien sus propios actos. Hablan abiertamente de sus sueños, a pecho descubierto, sin pensar en serio que puedan herir sentimientos ajenos. O que puedan llegar a resultar "tan" molestos. Les cuesta, por que viven arrastrados por la fuerza de los sueños de prosperidad o triunfo futuro enviados por lo sagrado. 

- Los sueños de José decían: "Asume que tendrás poder, tú puedes llegar a mucho, y serás importante para la gente a tu alrededor", porque estaba planeado por Dios que José llegaría a tener poder en Egipto para salvar a su familia en la futura crisis (fueron 7 años seguidos de hambruna, ¡que no es poco!)  Y es que José tenía esos sueños porque Dios quería preparar al niño y abrir su mente, y le iba haciendo llegar el mensaje. Pero los hermanos lo interpretaron todo como una señal de deseo de competencia y peligro, como si José soñara eso porque quería imponerse sobre ellos (¡Como si fuera posible programar o pre diseñar lo que uno sueña de noche!) 

- Los sueños de José llegaban desde el futuro, desde un plan previsto para que esa familia sobreviviera y muchos otros seres también, ya que el don de interpretación de sueños de José, su sabiduría humana y visión estratégica posterior, fueron los que le sirvieron para ocuparse de los graneros de Egipto. De manera que cuando la hambruna finalmente llegó, abastecieron a innumerables familias. Sin su don de interpretar sueños, ni siquiera hubiera "sabido" que había que preparar un plan de almacenes para siete años de miseria.

- Es decir: los sueños sagrados siempre vienen desde el futuro (en parte) para preparar caminos buenos para muchos seres y la vida. Pero cuando se interpretan desde el pasado nada más, o desde la estrecha realidad de unas pocas personas y sus cortos intereses, se pueden percibir como algo opuesto a lo que esos sueños son, y pueden llegar ser vistos como amenazas, o como delirios del ego del soñador y cosas así.

- Todo don potencial "sueña" en el interior de la semilla que somos. Los sueños de los dones que tenemos no debieran ser juzgados. Tan incorrecto es inclinarse ante un niño (o alguien adulto que empieza a andar su camino interior onírico) que tiene sueños "especiales", creyendo que ya ha desarrollado su don y posee maestría, como aplastar sus sueños por verlos egoístas, delirantes o insensatos.

Hace años, mis Guías me hicieron una pregunta acerca de esta historia bíblica, para que la meditara: Teniendo en cuenta que el plan divino había previsto caminos para ayudar a cierta gente en la futura crisis ecológica (7 años de sequía y hambruna) y para ello se necesitaba que un Soñador con discernimiento se encontrara con el faraón, y acumulara mucha riqueza y poder (que luego pudiera usar para ayudar a otros) ¿Hubiera sido posible "salvar" a la familia de José y a otros seres humanos ayudados por él en esa crisis, si José no hubiera sido envidiado, odiado, rechazado y abandonado por sus hermanos?

Esa preguntita me dejó mosca, y ha permanecido de fondo en estos últimos años, hasta que esta mañana me he levantado con mi propia respuesta, y es la siguiente:
- Sí, creo que hubiera sido posible. Y no, me parece que no eran necesarios el abandono, las envidias, el maltrato, el desear matar o echar afuera a un soñador molesto, ni ser tomado por mercaderes como un esclavo. Porque si los hermanos de José hubieran entendido, amado y reconocido al pequeño soñador, hubieran podido abrirse otros caminos y circunstancias distintos, y más amorosos, para que de todos modos su fama de sabio llegara al faraón, cuando tuvo sus enigmáticos sueños sobre las vacas flacas y las vacas gordas. O incluso antes. Y tal vez hubiera podido llegar igualmente hasta la corte de Egipto, aunque por caminos que NO IMAGINAMOS, porque esa encrucijada de "odio y maltrato frente amor y tolerancia" dominó todo y dejamos de ver e imaginar cuales otros caminos hubieran podido darse...

"En realidad -les dije a mis guías- Creer que solo viviendo tanto odio de los hermanos, José pudo realizar su parte en el plan divino, es como esas doctrinas que aseguran que necesitamos sufrir rechazo, odio y ser maltratados por los demás, para "evolucionar". No es necesario. En el amor podemos aprenderlo todo igualmente y vivirlo todo igualmente. Puede haber accidentes, enfermedades y privaciones surgidas de eventos naturales o cósmicos que nos hagan sufrir, pero no es necesario vivir el rechazo y odio de los demás. Y no es "lo ideal" tampoco".

Ante mi respuesta, mis guías han reaccionado con algo parecido a una sonrisa gentil, silenciosa, sin decir ni "sí", ni "no". Luego se han quedado mirándome con la misma sonrisa, y en silencio me han transmitido esto que trataré de expresar a continuación: Todo soñador que recibe un sueño desde lo sagrado es difícilmente entendido en su entorno social, porque sus sueños vienen de una dimensión donde no se piensa ni se planea nada desde lo pequeño, ni lo personal. 

Por eso, aunque en los sueños del Soñador aparezca él o ella como figura relevante, ésta es solo la manera en que lo sagrado intenta que esa persona se incluya en el esquema, integre el sueño, y acepte el don que contiene y su parte personal en los hechos, su responsabilidad para materializar -junto con lo sagrado y otros seres- esos sueños, o no.

Pero desde la dimensión cotidiana, en una sociedad como la mía, donde ni se entienden ni se valoran los sueños, o como mucho se interpretan desde el "yo", es difícil que se sepa abarcar un sueño que procede de una visión donde se integran los intereses y el bien de muchas personas, o de un colectivo entero. Y se suele interpretar que esa clase de sueños donde alguien salva a otros, o crea realidades nuevas y distintas, son un delirio egoico, narcisismo o vete a saber qué.

También suele suceder que, por otro lado, los que sí piensan o creen que existen sueños sagrados y que algunas personas pueden tenerlos, también se equivocan a menudo, pensando que solo alguien despojado de "yo", (sin ego, como hoy dirían) y muy trascendido, puede tenerlos o ser "elegido" para que desarrolle un don y un poder con el que sea capaz de ayudar a un colectivo, o crear una nueva realidad. 

De manera que escuchan el sueño sagrado del otro, u otra, y luego miden con lupa la personalidad de quien expresa el sueño, para ver si es alguien santo, o no. Y como siempre van a encontrar defectos, limitaciones y a veces hasta problemas de personalidad "x" en el soñador, deducen que entonces el sueño "no puede ser cierto", porque Dios no daría mensajes ciertos a personas "con ego" o con tales limitaciones y defectos.

La ecuación no les cuadra, porque estas personas tan puritanas y poco realistas, no entienden lo que significa que los sueños sagrados se encarnen entre humanos del montón, con defectos como cualquiera. No entienden que una semilla cae donde cae, y germina donde germina, y solo el tiempo y su desarrollo producirán la materialización del sueño. Esperan ver el árbol entero desde el principio, y además esperan que sea perfecto, y que no le rodee nada que sea molesto o inconveniente. No quieren malas hierbas, ni zarzas, ni piedras, allí donde crece el arbolito. No quieren que el arbolito tenga debilidades, puntos flacos, vicios, sombras. Solo quieren la luz. 

 Esta clase de gente en realidad no ama este mundo, ni a la materia, porque no aceptan los límites que tiene, ni sus claroscuros. Todo lo quieren perfecto, impoluto, sin tacha y sin incoherencias. Pero este mundo no contiene "esa" clase de perfección.

A pesar de todo, si un sueño procede de Dios, se cumplirá. La historia de José demuestra que el sueño sagrado se cumplirá incluso y A PESAR del odio, las envidias, el maltrato, el rechazo, las injurias, que te vendan o te traicionen o que te abandonen en el desierto por sentir que incomodas, o porque te tienen MIEDO. Pues a fin de cuentas todo esto procede del miedo. El miedo a lo que el otro puede llegar a SER. El miedo a sentirse "menos". El miedo...

El miedo oculto a los sueños sagrados de José hizo que aquellos a los que él consideraba su familia, sus hermanos, le abandonaran en un pozo. José siguió su propia trayectoria, y dice mucho de su grandeza interna el hecho de que, años después, al reencontrarse con sus hermanos, llorara en lugar de atacarles o vengarse.

De manera que no solo es que José supiera interpretar los sueños porque era agudo, listo, o tuviera facilidad para lo simbólico. La verdad era que, literalmente (tal y como dice la Biblia varias veces, en el relato de su historia) Dios estaba con él y transformaba su visión, le enseñaba poco a poco, desde adentro, confiriéndole comprensión y compasión ante unos hermanos que habían querido asesinarle, y cuyas vidas tenía ahora en sus manos. La encrucijada de José gobernando los graneros, con sus hermanos llegando y suplicando comida, es enorme. ¿Te vengas... o no te vengas...?

Pero él... Se retiró para llorar a solas. Esto lo dice todo.

Todo.

Hay quien ha interpretado que "fue necesario" el odio y el abandono para que todo se cumpliera. Me parece que es un error. Lo que sí es cierto es que la fuerza sagrada puede buscar caminos insospechados para lograr su propósito y proteger a alguien que, justo por estar señalado por Dios (y haberlo dicho o compartido con sus familiares) ha sido condenado por su entorno. Porque se trataba de salvar a mucha gente "en ese futuro que solo Lo Divino conocía" y para el cual intentaba preparar un contexto de supervivencia.

El mensaje que recibo es:  

Trata siempre con amor y tolerancia a los soñadores y soñadoras que encuentres, y no juzgues de delirantes o desequilibrados sus sueños de ayudar a otros. Ni te andes fijando en sus defectos personales o limitaciones, para medir, en base a eso, la validez de sus sueños. Solo el tiempo y el desarrollo de las semillas (que pueden tardar MUCHOS AÑOS en crecer) dirán si aquello era un sueño con raíz en el mundo sagrado, o no.


Y finalmente, ya para mí en mi faceta de soñadora, el mensaje es: 

Ten confianza. Si lo que sueñas viene La Divinidad, ¿puede no realizarse? 

Nadie me garantiza que no sufra por el camino, en parte debido a contar y compartir mis sueños y visiones a algunas personas inadecuadas en el pasado, pues vivo en una sociedad que no entiende estas cosas, y la envidia es muy común. Ya he vivido rechazo, miedo, o deseos de otros de rectificar mis sueños o incluso algunas personas han intentado dirigirme, sin darme cuenta de que yo ya estoy dirigida. 

Y alguien podría decirme: "Pero mujer ¡no cuentes esos sueños!" Y yo le diré: ¿Qué puedo hacer, cuando es desde el mundo sagrado que se me pide que los comparta? 

Es más: sin contar algunos sueños ¿cómo van a saber mis relaciones íntimas, cuál es la razón o causa que motiva algunas de mis decisiones y actitudes...? 

Pero si lo que sueño no viene de La Divinidad, entonces en el futuro será liberador para mí (aunque sea duro) ver destruidos mis sueños. Y será liberador ver la verdad revelándose, abriéndose camino en las ruinas de mi vida interior.

FIN


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