miércoles, 22 de diciembre de 2021

Dichoso poder. (El chamanismo del amor)

(Pintura de James Cameron Cutri)

(De febrero del 2018)

 Poder, poder, poder... La Tierra está saturada de personas que andan caminos chamánicos y se relacionan con Ella buscando "poder". Que si "lugares de poder", que si "plantas de poder", que si "piedras de poder" ...

Haz el amor con tu Tierra y tendrás Eternidad, un estado de amor que te acompañará día y noche, a las duras y las maduras, en la salud y la enfermedad, en la alegría y la tristeza, en el despertar y en el momento de morir.

Amor, qué pocos buscan el amor. El amor con la Tierra, el amor hacia la Tierra. Pero si lo encontraran, descubrirían que no hace falta nada más. Porque además, cualquier poder verdadero en esta Tierra está asociado al amor con Ella y el resto de elementos. Y no se le puede llamar entonces exactamente "poder", ni mucho menos "poder personal", sino "caminar de acuerdo con la Tierra". Vivir unido a Ella. No hay entonces "poder", sino "acuerdo en el amor".

Y quien dice Tierra, dice Dios, porque la Tierra es la parte densa de Dios.

¿Qué pasa, entonces? ¿También te relacionas con tus seres queridos en base a obtener poder, acumular poder, buscar poder...? ¿O quieres estar bien con la otra persona, caminar en armonía, vivir el amor y cuidarse? Pues haz igual con la Tierra.

Poder, ese es el punto por el que "cayó" en distorsión y tinieblas también parte del chamanismo. Es su punto flaco, su sombra. En origen nada más había asombro, enamoramiento, fusión amorosa. Luego el ser humano se fue alejando de esto y empezó a buscar nada más "poder". Y entonces surgió el chamanismo que se define como "un camino de poder".

Me importa un pito el poder. Me acuesto cada noche pensando que igual me muero, pero estoy en una fase que me empieza a dar igual morir que vivir. La balanza empieza a estar extrañamente igualada. Entonces, ¿qué queréis que os diga? Que no tiene precio irse a dormir sintiendo que a lo mejor te mueres durmiendo, pero estás siempre abrazada por la Madre en su aspecto Tierra. Que las piedras de tu casa te cuidan espiritualmente y te miran bien. Y que si por un suceso "x" la palmas de repente, pues allá se irá tu consciencia desparramada, al suelo y las piedras que amas, para seguir estando unida a esa materia amorosa.

Y es que la mejor manera de saber en qué situación espiritual estás, es pensar: ¿Qué pasa si me muero ahora, o esta noche? Contrastar con la Muerte es la prueba del algodón, eso no engaña.

Y no hay donde escaparse de la materia, de la Madre. Está por todas partes. No hay lugar donde no se pueda vivir ese amor. Para qué quiero entonces buscar un poder personal. ¿Qué haría yo con eso? Pero si ni siquiera sé si es mejor vivir o morir, o, a veces, no sé si es mejor dejar pasar las cosas o ponerse a hacer algo diferente, y se lo tengo que preguntar todo a la Tierra y su respuesta nunca es como yo pensaba. Si ni siquiera sé lo que es mejor para cada cual y dependo de que los Guías me lo digan todo, como una niña pequeña. Si me dieran poder "personal" ahora mismo no sabría ni qué hacer con él. Como si me dan un arma mágica, o un lingote de oro, o una nave espacial. Quita, quita, ¡qué problema sería eso! ¡Dónde lo meto, cómo lo cuido, qué hago!

Qué trabajo da el poder. Qué de preocupaciones. Que si lo pierdo, que si me lo quitan, que si me lo dan, que si me lo quieren robar. Que si lo acumulo y ahora tengo más, que si se me escapa y ahora tengo menos. Joder, qué estrés. Quita, quita, quédate tú con el poder personal, yo paso. Na´más me falta esa preocupación. Con lo bien que vivo con mis piedras de las paredes y mi hollín y mi cuerpo cansado que dice: Bué, si muero, morí, no pasa nada ya. Total, lo más importante está hecho ya, y de todos modos no lo hice por buscar poder sino porque me enamoré. Y sigo enamorada perdida.

Me preguntaba el otro dia alguien cómo puedo escribir tanto, cómo pude sacar todos los libros que he escrito (van por 19, y sigo escribiendo) La respuesta es que me enamoré del mundo sagrado. Y sigo enamorada. Y yastá.

Ahora también dibujo, pero es por lo mismo. Me hago la maestrita con pizarrita, pero es por estado amoroso, por jugar con nuestros niños interiores y hacer las cosas más simples, y de paso complacer a mis amantes energías sagradas, difundiendo un poco lo que dicen. Nada más. Si lo pensara desde el poder no haría nada. No me levantaría ni de la cama.

Yo no quiero poder. Yo nada más me conformo con estar (unida) con mi Verdadera Mamá y mi Verdadero Papá. Y hago el amor con la Tierra. Me deleito en la Sagrada Materia. Si aquí me quedo, aquí me recogerán los átomos divinos, que también son los míos, o lo que sea. Fin de la historia. Fin del "problema" con el "poder".

martes, 21 de diciembre de 2021

Honor a las Víctimas.

 

                      
 


(Post destroyer-tocapelotas)

Como nos han dicho o hemos leido que no es muy espiritual estar triste, y que deberíamos estar siempre alegres y eso es señal de estar cerca de Dios, los "espirituales" aprendemos a reprimir las muestras de tristeza profunda. Nos negamos a escuchar partes del ser que a lo mejor solo se quieren morir porque sienten que no pueden más. Y eso solo es alimentar el desastre.

Mi experiencia (sobretodo con la crisis de anemia que viví hace un año) me ha enseñado lo peligroso, letal y despiadado que puede ser el llamado pensamiento positivo, y de paso, toda esa espiritualidad que se predica en la que solo puedes estar alegre y no quejarte. Es tan poco real y tan forzado. ¿Quién realmente está en ese nivel, quiero decir de manera continua? La vida tiene subidas y bajadas, es onda y es latido. Cristianos: si hasta Jesús se sintió "abandonado" por su Padre, ¿os vais a creer más que Jesús? Venga, no me hagas reir.

Yo ya no me creo nada de todo eso. Pienso que se confunde el ideal, con lo real. El ideal es como un faro: su luz está ahi y te enseña el camino. Y el ideal es verdad, pero una verdad "en su nivel". Tú no eres el faro y estás abajo, en el mar, en otro nivel, bregando con olas, corrientes y nieblas. Saber ver las cosas en su nivel es lo sabio, confundirlo todo trae desastres.

Hasta el corazón late, llenándose y vaciándose. No existe una permanencia posible, para un ser humano promedio, en la "alegría perpetua de Dios". No es creíble. Generalmente esto se adopta como impostura inconsciente, a costa de reprimir los aspectos deprimidos o tristes del ser. Porque uno quiere ser bueno y no ingrato, y parece ingrato quejarse de la vida o de Dios.

Si Dios está en todo, decimos: entonces todo es bueno. Y luego tomamos ese ideal escrito, esa cosa mental, y la aplicamos a nuestras emociones, forzando a todo lo triste o incluso a lo desgraciado a mantener la boca cerrada. 

Otra variante es decir: "La Vida es perfecta, todo está bien como es", (cambiando Dios por Vida) Y eso, aunque sirve como estrategia para aguantar y no derrumbarte mientras no te queda otro remedio (como cuando no piensas en el dolor de algo para poder seguir adelante), no es bueno sostenerlo de manera permanente. En algún momento hay que detenerse, y "soltar" la verdad contenida adentro.

Hoy pienso que la alegría tiene su momento, y la tristeza otro. Y que hay también niveles y grados de cada una. El mundo más elevado, la Unidad, tal vez esté siempre feliz. Pero aquí, en la materia, hay días y hay etapas.

Escuchar a mi parte deprimida hace un año me ayudó más, al final, que no hacerlo. Había prestado más atención a mis enfados que a mi tristeza. Me he estado identificando con una mujer gruñona, y eso da libertad a mi enojo y así lo ventilo mejor. Pero no me identificaba con una mujer triste o deprimida. Eso está muy feo, no me gusta, no lo quiero----> Pues mira, igual ya está bien de hacer ascos a la tristeza, y toca llorar y lamentarse. Lamentarse, sí, palabra muy incorrecta hoy en día.

Hay también mucho discurso contra el "victimismo" y las "víctimas" pero de nuevo, se confunde el ideal mental superior, con la realidad. La realidad del dia a dia, es que eres víctima a veces. Lo puedes llamar de otra manera, pero cambiar las palabras con las que se llama algo, no anula su existencia. Las puñaladas por la espalda las hacen personas en rol de verdugo, y las reciben víctimas. Subvertir los términos es confundirlo todo y encima, revictimizar a las víctimas. Si una persona va con un hachazo en la espalda superando sangre y pus, y le dices: "Mira, te lo has hecho tu mismo, nadie te ha dañado", eso es dar un mal-trato al herido.

Si no llegas a decir "Me han apuñalado por la espalda, soy víctima", no lo vas a poder ni superar, porque no lo vas a procesar. Negar el estado de víctima es como negar que te han herido y estás perdiendo sangre. Estupendo: no hay dolor, nadie me ha hecho nada, estoy bien, yo puedo.
Sigue así y verás.

El victimismo sería no querer pasar página nunca de las heridas y sabotear el tratamiento hospitalario para no curarse y así, seguir siendo víctima. O atacar a quien te está ayudando, odiar a quien intenta ayudarte porque tiene torpezas o no es suficientemente bueno, como ese tipo de enfermo soberbio que agrede al médico o insulta a la enfermera, y busca seguir sintiéndose víctima de todo, aunque los demás hagan lo que pueden por ayudarle. Cosas así. 

Es casi imposible ayudar a alguien anclado en el victimismo, pues va asociado a la arrogancia, a un sentimiento de superioridad moral frente al otro. Tendrías que ser Dios (suficientemente eficaz y milagroso) para ayudar a alguien que desprecia las limitaciones de los que tratan de ayudarle. Se me ocurre que tal vez ese es el secreto anhelo de los victimistas: que Dios se les aparezca y les ayude en persona. Ojalá se cumpla su deseo y encuentren así la paz que necesitan.

Pero el victimismo es MUY distinto que reconocerse víctima, y no se puede reducir las dos cosas a lo mismo, tapando a las víctimas o negando su existencia, todo por miedo al victimismo. 

En cuanto al tiempo de recuperación, depende de cada caso y cada persona, y andar juzgando lo que tarda cada uno en sanar, es despiadado y casi siempre, errado. Desde afuera se ve muy fácil todo. Carga un rato con la cruz del otro, siéntela, y luego me lo cuentas. Antes de acusar a alguien de quejica, vive en su cuerpo, siente lo suyo. Si no, mejor te callas.

El quid que aprendí, es que no solo rechazamos sentir la cruz del otro (es decir, de la otra víctima) sino que en el rechazo al rol de víctima, tan desprestigiado hoy en el discurso "espiritual" moderno, y en el terapéutico, ni siquiera queremos cargar con nuestra "cruz". Es decir, nos disociamos de nuestros padecimientos particulares. Pero todos tenemos de eso. No me creo al que diga que la vida nunca le ha dolido, y que nunca nadie le ha hecho daño. Tal y como está la humanidad de extraviada y ciega, tal como nos crian, tal como crecemos...no me lo creo.

Así que si no puedes decirte a ti misma "He sido víctima" con todas las letras, y mirar tus heridas aún sangrantes, no te curas del todo. Salvo que alguien compasivo te vea todo eso y te ayude. Como el compañero africano del protagonista de la peli "Gladiator", que le cura heridas mientras el otro está en las últimas, agusanado y enfermo.

De hecho, voy a usar esa escena de la película para ilustrar mi reflexión, y distinguir entre víctima y "victimista". Máximo es una VÍCTIMA real, y que nadie me venda la moto de que "se lo hizo a si mismo" o que "no existen verdugos" y "la Vida es perfecta-todo es guay y perfecto". A tomar por culo ese discurso. Ahora va a ser que Roma fue una hermanita de la caridad. Anda ya. Victimista sería si Máximo maltratara, o atacara al africano que le está ayudando por bondad, por nobleza de alma. O si no quisiera ser curado. Esa es la diferencia entre victimista y víctima. 

También se dice que las víctimas son malas porque quieren que la gente se posicione a su favor. Hombre pues claro, no te jode. A ver si encima tus amigos se van a posicionar al lado del verdugo que te apuñaló por la espalda. O al lado de Roma, en este caso.

"Gladiator" gustó tanto, en parte porque el víctima de buen corazón, consiguió amigos buenos que, desde las bases más despreciadas de la sociedad, se posicionaron a su lado contra el tirano de Roma, con todo lo que simboliza la Roma corrupta. Porque en el fondo todos soñamos eso, lo deseamos: la lealtad, la amistad, y que quede claro lo que no queremos en nuestras vidas. Pero luego hay todo ese discurso progre-espiritual que incluso se infiltra en las terapias, de "no hay víctimas" y "no hay que posicionarse". Anda ya, por favor.

Cobardía es lo que veo en esto. Y mucha confusión. Querer contentar a todos y no perder relaciones. Pero si a tu amiga la maltrata su pareja y te viene con el ojo morado, y no te posicionas contra su verdugo, eres vil amiga, cobarde, o no te estás coscando de nada (que también puede ser) Si a tu amigo lo encarcelaran por sus ideas y lo torturaran en la cárcel, y no te posicionas contra los verdugos y el poder que lo hizo, vaya amigo que estás hecho. Y se aplica a cosas más pequeñas.

Yo me posiciono contra los traidores, y los tiranos, y me pongo al lado de los dos supervivientes del vídeo que os enlazo, y que los que hayais visto la película, reconocereis muy bien. Amistad entre perdedores digna de verse. Amo a ese hombre que aunque está esclavizado, me parece más noble y libre que muchos! 

Amor a la Sagrada Defensa y a sus almas guerreras honestas, hasta el fin.


 
 

La Muerte como contrariedad.

 


(11 agosto 2019. Post rescatado de mi muro de facebook)

¿Qué es la muerte? La muerte es contrariedad.

Hay quien dice que acepta la muerte, pero entonces "se muere" (del disgusto, internamente) si la muerte viene en una forma que no quería.
 
Hace años que aprendí que morir no solo es morirse físicamente, sino ver todo contrariado, desmontado. Hay quien dice: "Morir es perder el control". Discrepo, porque un orgasmo físico también es perder el control, y no te mueres por correrte. Solo si tu orgasmo te rompe los esquemas y te cambia la vida, y especialmente si te jode los planes. De hecho, lo habitual es que la gente se consolide y fije más y más en sus esquemas, a base de orgasmos provocados adrede donde ni se mueren, ni cambian. Eso ni es muerte ni es ná.
 
La muerte es contrariedad. Es que salgan las cosas "como no querías". Todos sabemos que vamos a morir y en teoría lo tenemos asumido, pero que te atropellen y mueras "de la forma más estúpida", eso es muerte. Que se te muera un hijo, eso es muerte. Que te dé alzheimer y tengas que asumir que vas a perder la lucidez antes que la vida, eso es muerte. Que te mueras "justo cuando querías hacer no sé qué", o "cuando aún no habías acabado tu gran proyecto", es muerte. Que te mueras de cáncer entre sufrimientos, eso es muerte. Salvo que estés taaaaaan trascendido queya  no te afecte ninguna contrariedad de estas, pero sinceramente, creo que al principio, a todos nos afectarían. A todos nos mataría morir así, o ver morir así a quienes amamos.
 
Como dice el dicho: "Shit happens". Y si lo asumiéramos ya no sería "shit". 
 
Asumimos que la especie humana se extinguirá algún día, pero morirse por culpa de los plásticos, por ineptitud humana o por un meteorito súbito, eso es más muerte que simplemente morirse por cambios planetarios lentos y "lógicos". 
 
Asumes que tus padres se morirán, pero imaginas poder estar a su lado y que se mueran de viejos o por una enfermedad que avisa y no les haga sufrir. Pero si se mueren de improviso, o con un tipo de muerte que no te gusta, y solos, esto es más muerte que otras muertes. Ahí se revela la gran realidad de la muerte, para ellos y para tí.
 
La muerte te mata contrariando tus expectativas. Eso es lo difícil de asumir. De hecho, creo que nunca lo podremos asumir del todo, porque implicaría que la muerte dejara de existir, y no lo veo factible, al menos en el mundo material tridimensional. Somos entes limitados, por lo tanto morimos. Por lo tanto hay cosas que nos contrarían. 
 
Mira que Anubis me lo tiene dicho: la muerte tal y cual. Pero cada vez que la muerte llega, me toca las narices y me contraría, y de entrada lo paso mal. He muerto muchas veces en ese sentido, aunque físicamente no haya muerto todavía. Pero a veces, cada cierto tiempo, y generalmente (en estos últimos 15 años) la muerte me viene con aviso, e igualmente me mata. Es decir, el aviso casi que solo me sirve para reconocer -ya pasada la putada- que la gran contrariedad, la gran ruptura, no es un error cósmico sino que era La Muerte, que es que esta vez vino así. A tocar las pelotas, que es lo suyo.
 
Y no me puedo enfadar porque a fin de cuentas, forma parte del asunto de la vida, y yo ya "lo sabía" y es lo que hay. Y muchas veces soy parte de su juego, de sus extensiones, cuando contrarío a otros y contribuyo a su muerte, sea adrede o sin darme cuenta.
 
Caminar por el bosque ya es matar a insectos inocentes e invisibles para mis ojos. Mi propia existencia contraría a otras. Existir en lo tridimensional es entrar en lo limitado, por lo tanto es morir y matar. Lo único que podemos hacer es intentar reducir al máximo la muerte que causamos, o ajustarla intentando ser lo más éticos posible. Lo más considerados y compasivos. Pero no existe vida carnal sin muerte asociada. Cada vez que nacemos, nace muerte con nosotros. Incluso aunque solo sea nuestra propia muerte (y nunca es solo esa muerte)
 
La contrariedad acecha. Para el más trascendido de los seres, siempre, un día (o más de uno) llega el fastidio, el chasco, el sufrimiento. Si la muerte no contraría, no es muerte, solo sería en ese caso la continuidad de un movimiento que ya conocemos y que culmina alguna clase de cuestión. Pero la muerte, en si misma, es movimiento hacia lo inesperado y desconocido. 
 
Los que mueren adrede no mueren exactamente, sino que cambian de lugar. Viajan. Solo si el viaje se accidenta y acaban en un lugar que no es adonde querían ir, o se trunca su tránsito plácido, y de repente se vuelve una p. pesadilla, hablaríamos de "muerte".
 
La muerte, como contrariedad, a veces es una bendición, porque muchos de nuestros deseos no son muy buenos para nosotros mismos, aunque pensemos que sí, y al final agradecemos que se nos hayan roto los esquemas, porque a largo plazo hemos aprendido o avanzado. Pero a veces la muerte es una contrariedad y también es una putada gorda (por "la manera" en que nos afecta y el lugar al que nos lleva) y entonces nos desafía a superar algo que no es nada fácil de superar. O ni siquiera se puede superar en este nivel de la existencia. 
 
En todo este panorama, mi experiencia me dice que los discursos "buenistas" y flower power son una mierda que no te ayuda en nada cuando te estás muriendo o te acaba de putear una Muerte de estas que te contrarían mucho. Lo he vivido en mí, y lo he visto escuchando a los muertos: Tú cuéntales rollos bonitos y de color rosa a los muertos traumados, verás. 
 
El mejor tránsito es aquel en el que se te permite expresar lo que sientes, y poder llamar a la contrariedad PUTADA con todas sus letras, si es que la vives así (y puede que realmente LO SEA) Y que te dejen cagarte en todo, si lo sientes así. Poder decir lo que la muerte está haciendo contigo: joderte, y bien. Y ni orgasmos ni leches en vinagre. El orgasmo es otra cosa. Y aun la muerte en éxtasis de algunos místicos, no es muerte, es culminación de La Unión, una cosa muy diferente a la contrariedad de la muerte. Pero confundimos el final del respirar físico con la muerte, y he aquí la cuestión. 
 
Para llegar a morir en éxtasis hay que haberse muerto antes a unas cuantas cosas, y eso jode, duele y por tal razón, lógicamente se rehuye. Porque a nadie le gusta sufrir, nadie lo busca adrede. Por eso es tan raro llegar a La Unión extática "final" y trascender así. Si la gente supiera lo horrible que es el camino a ratos, se dejarían de pajas mentales deseando eso, y simplemente se aplicarían a enfocar con consciencia su propio momento, su real momento y condición. 
  
Ten cuidado si deseas el éxtasis (espiritual), no sea que la muerte necesaria se presente trayéndote lo contrario de lo que querías. Conste que esto no es nada personal de La Muerte hacia tí, solo es que es así, forma parte de su naturaleza, y ya está.

Religiones organizadas, espiritualidad individual y vínculos.

 (Setiembre 2019. Rescatado de mi muro de Facebook)



Cada vez cala más el discurso de que toda religión "organizada" es mala, y la buena cosa es "espiritualidad individual". Pero a mí me parece que esto es como los discursos anti familia. Se parte de la rebelión contra los excesos y sufrimientos intra familiares, para llevarlo todo a un extremo y decir: La familia es el mal, es mala, hay que derrocarla. La familia molesta. Se trata de ser independientes. 
 
Se hace lo mismo con la religión. La religión como fenómeno colectivo significa "creencias compartidas". Pero es que sin compartir creencias, hay mil cosas que no pueden hacerse. Porque para hacer algunas cosas, se necesita compartir al menos algunos principios, valores, intenciones y códigos o símbolos. Si no, es muy difícil.
 
Yo llevo años observándolo con el ejercicio de mi pequeño "chamanismo de a pie". No puedo hacer ni el 20% de lo que hacían los chamanes tradicionalmente (lo digo resumiendo mucho y generalizando a lo bruto) porque básicamente eran personas insertas en tribus con creencias comunes, así que ahí "se entendían" y podían actuar de cierta manera integrados en el colectivo.
 
No tiene sentido, por ejemplo, hacer teatro chamánico... para nadie. Si no hay público, no hay teatro. Pero el teatro chamánico se hace para afectar al público, a los "pacientes", y si no se comparten un mínimo de códigos, o de presupuestos, o de acuerdos sociales, no hay modo, o la escenificación sanadora se convierte en otra clase de cosa. A lo mejor afectas a la gente, pero seguro que la mitad lo interpretarán fatal y puede que hasta se sientan atacados o te vean como al demonio.
 
Otro ejemplo: No tiene sentido "hacer el loco" si por ello te arriesgas a ser mirada como loca, en lugar de como una persona que comunica algo importante. Tampoco es fácil comunicar algunas cosas, si no hay un lenguaje común. Te pasas media vida buscando la traducción. Es agotador. 
 

Es así que incluso en una cosa como el chamanismo, que NO es una religión "organizada" al modo de otras religiones más estructuradas (y que tienen escritos, libros y millones de personas rezando lo mismo), se necesita de todos modos un grupo con el que compartir creencias, compartir una matriz religiosa y cultural. 
 
Ya no digamos, pues, para realizar o lograr otras cosas. Se entiende mejor si ponemos ejemplos: Eres cristiano y quieres que un moribundo reciba atención religiosa según tus creencias y las del enfermo. ¿Cómo lo haces si no hay ningún cristiano más donde tú vives? ¿Dónde está el cura, dónde el camposanto? ¿Quién hará la misa anual en honor del difunto? ¿Quiénes más rezarán por su alma? ¿Puedes ejercer el rol de varias personas a la vez?
¿Y cuando mueras tú, quién ejercerá el rol de sacerdote, etc, contigo? 
 
 
En la religión judía, por ejemplo, se requiere que 10 personas mínimo (judías, of course, es decir compartiendo creencias) recen durante x dias una oración por los difuntos. Si no hay religión compartida ni organizada, y solo individuos viviendo su espiritualidad, ¿cómo se producen estos "cuidados mutuos" en las grandes crisis vitales? ¿Cómo te pueden consolar "igual" los que no creen ni siquiera en el alma? ¿Con quién llorarás si sueñas con el alma del difunto... o a quién le pedirás que rece contigo? ¿Quién te puede ayudar o acompañar cuando tengas dudas o conflictos que tengan que ver con tus vivencias religiosas o espirituales?
 
Las religiones son lenguajes. Y son métodos de cuidado espiritual mutuo que han sido consensuados tras mucha historia, mucho esfuerzo, mucho debate, mucha trayectoria colectiva. Y también son matrices sociales donde practicar acciones religiosas desde una parte del ser, la parte que se relaciona con otros. 
 
Por eso, pensar que basta con la propia espiritualidad individual, íntima, es como pensar que el ideal es vivir cada uno en su pisito, ser independiente, y que si lo necesitamos, el estado ya nos cuidará y nos enterrará cuando haga falta. Está muy bien vivir solo y poder estar solo, y es necesario, pero si nos quedamos solo con eso, es como imaginarse que podemos vivir flotando en el espacio.
 
Parece que hay una religión última, LA DEL ESTADO y su asepsia sin emociones, sin oraciones, sin empatía, sin abrazos, sin plañideras, sin nada más que papeleo y ritos grises, maquinales, con nichos de cementerio como celdas industriales, etc, y esa es la religión que parece proponerse cuando se desdeñan todas las otras, las religiones "organizadas" y colectivas.
 
No sé si se ve adonde quiero ir a parar. No pretendo decir que las religiones sean perfectas. No creo que ninguna lo sea. Ni lo espero. Tampoco quiero decir que no se puedan criticar, debatir o reformar o incluso crear nuevas. Pero de ahí a defender que son peligrosas, innecesarias o dañinas de por sí, y que con ser individuos practicando a solas cada uno su espiritualidad, ya lo tenemos todo, hay un gran trecho. Porque el individuo solo puede hacer una parte, pero no todo.
 
Muchas cosas solo se logran rezando entre muchos. Entre otras, sentirse vinculado y tomar conciencia de realidades que, solo compartiéndolas, se ven o se sienten con claridad. A veces es necesario, también, sentir que se pone fuerza entre todos, en una dirección buena. Y esto es reconfortante. Esto sana. 
 
Denigrar la necesidad que todos tenemos de sentirnos "parte de-" es como denigrar el tejido familiar o el apego madre-hijo. Significa no entender que una cosa es que las relaciones a veces fallen o causen conflicto, y otra muy distinta pensar que podemos prescindir de las relaciones. O que todas son malas en sí mismas. 
 
Puedes recrear las estructuras familiares, o separarte de relaciones destructivas, pero nunca dejarás de necesitar vínculos y familia. Se trata de dejar atrás los vínculos que te dañan y cuidar los buenos, es decir los vínculos amorosos, los vínculos con personas que tienen valores y ética de cuidados mutuos. 
 
Con las religiones lo veo igual. Y por eso cada dia soy más pro-religión, incluso aunque a través de mi vida, parezca verse lo contrario, pues vivo separada de una matriz religiosa que comparta con otros. 
 
Pero precisamente porque llevo muchos años sin convivir con alguien que comparta visión/creencias, lo sé, porque veo lo pobre que se queda todo. También estoy lejos de personas con las que poner en común "ritos compartidos" sin tener que hacer antes 7 introducciones con sus respectivas explicaciones y consensos y debates, para poner en claro a qué nos referimos cada cual y lo que queremos. 
 
Carecer de religión compartida es como carecer de cierto tipo de familia. Cuando "crees" en algo, siempre echas de menos que haya otros como tú, contigo, al menos en algún momento dado. Podrían criarte sin tu madre, porque tal vez ella te abandonó, pero siempre la echarás de menos en algún rincón de tu ser aunque te cuiden amables profesionales. Con la pertenencia a un colectivo espiritual sucede igual: puedes vivir perfectamente sin ello, pero si está ausente en tu vida, lo echarás de menos en algunos momentos y de una manera u otra, lo suplirás como puedas. 
 
Toda familia te da problemas, pero si es mínimamente sana (descarto las familias que son como sectas destructivas, o malévolas) te da la vida y también te cria y te sirve de campo de acción, de entrenamiento, y de espacio donde encontrar gente a la que dar algo de manera sencilla "sin tener que explicarse" por siete días previos, para que sepan lo que quieres decir. 
 
Si nos tuviéramos que basar en los conflictos y las heridas para descartar o anular las relaciones imperfectas, dañadas o conflictivas, hasta querríamos ir contra la maternidad, pues muchas madres han maltratado (golpeado, herido, despreciado) a sus hijos, sin querer o queriendo. Pero espera, porque igual eso es lo que está sucediendo. Igual es que todo forma parte de lo mismo: de una enorme y soterrada guerra contra los vínculos afectivos, los apegos amorosos, los tejidos familiares, colectivos, tribales... Porque se argumenta que "como muchos han salido mal" pues hale, todos son malos y extinción. 
 
La religión del dios-estado o la diosa-compañía de servicios nos espera... o la del individuo solitario. La religión del yo ya soy Dios, yo ya lo puedo todo, y no necesito a nadie. Y si lo necesito, pagaré por lo que sea que necesite. Es la religión de pensar que separar a los demás de sus matrices familiares, sociales o religiosas, es emanciparle, hacerle un favor, liberarle. 
 
Porque el infierno, ya se sabe siempre "son los otros".

lunes, 20 de diciembre de 2021

Las religiones son como especies botánicas.

 
 
(De mi muro de face) Setiembre del 2019. 

Llevo un tiempo pensando en las diferencias/similitudes entre religiones. Un tiempo largo, desde que leí "Autobiografía de un yogui" de Yogananda y empecé a darme cuenta de cosas que me resultaban inaceptables "desde mi punto de vista espiritual" y que sin embargo eran maravillosas para miles de personas. 

Luego me leí "La experiencia prohibida" del monje cristiano José Maria Verlinde (en la foto), y entendí más cosas aun. Ahora, que estoy estudiando aspectos religiosos del judaísmo, pues aún veo más cuestiones religiosas que antes se me escapaban.
 
Como muchas personas de mi generación, adopté hace un tiempo, sin casi darme cuenta, la perspectiva de que al final todas las religiones son básicamente la misma cosa, pues conducen a experiencias de lo Divino. Me pareció que las discusiones religiosas eran tonterías del pasado, y llegué a desdeñar y ridiculizar a los cristianos que protestaban por las influencias de religiones extrañas, o a los judíos empeñados en lo suyo, o a otros diciendo "¡¡pero lo nuestro es diferente!!".
 
Es decir, no me refiero solo a que desdeñara las peleas religiosas tipo "mi religión es la mejor" porque conduce a luchas sin sentido. Lo que además rechacé fue la idea de las diferencias. Entré en un modo de mirar el mundo donde las diferencias se diluían y todo "era lo mismo". Donde lo importante era estar unidos y no hacer diferencias. Todos iguales.
 
De manera consecuente con esa idea, las religiones mismas perdieron valor a mis ojos, ya que una religión es, por definición, una serie de creencias y ritos diferenciados. Si no hay diferencias, o éstas no importan, deja de tener sentido de hablar de religiones. Es más: las religiones se empiezan a ver como un estorbo, un envoltorio secundario y tonto, y entonces lo que importa es "la espiritualidad, así, en abstracto. Porque la "espiritualidad" se concibe como algo UNIVERSAL. 
 
Las religiones, en cambio, no son universales, se mire como se mire, porque están entramadas con las matrices culturales y sociales de los pueblos donde se practican. Y como no queremos diferencias, porque no queremos luchas, pues pasamos el rodillo de amasar y pensamos: todo es igual. 
 
Pero todo esto se me fue cayendo. Es lo que tiene "oir". Desarrollas escucha interior y resulta que los Guías que me tocaron en suerte son unos tiquismiquis de cuidado, que se pasan la vida diciendo: "Esto no es como aquello. Esto es distinto. Esto en cambio sí es igual".

Cuando leí un libro autobiográfico de Yogananda me poseyeron las furias, ja, ja, al leer algunos pasajes en los que el maestro o gurú le enseñaba a Yogananda que no debía hacer caso del sufrimiento de las personas durante la Segunda Guerra mundial, o a no hacer caso del sufrimiento de muertos que veía en sus sueños. Claro, imagínate: uno de mis guias primeros es Anubis, caracterizado por justo lo contrario: ir a rescatar sufrientes y enfocar los dolores y las atrocidades. 
 
Que una aprendiza del rescate de muertos lea en un libro que si sueñas con gente ahogándose o siendo bombardeada, tienes que "dejarlo pasar" porque todo es maya, pues es como intentar que un judío practicante se arrodille ante un altar con la estatua de un dios. Mal asunto. Hay un choque ahí, no hay modo. No puedes comulgar con ruedas de molino. Descubres ahí TU DIFERENCIA. 
 
Por supuesto, mis emociones enojadas ante las enseñanzas que se destilaban del libro de Yogananda, serían vistas desde el punto de vista de esa religión como un síntoma de tener un alma poco despierta, poco evolucionada, y con mal diagnóstico espiritual: probablemente me quede apegada a este mundo, no logre desasirme de este teatro ficticio, y aquí seguiré en los infiernos, sufriendo con todo quisqui, mientras los gurús más sabios, inteligentes y elevados, hace mucho que han volado a otra parte, desde la cual continuan impartiendo a los inferiores mortales sus enseñanzas anti.encarnación. No sientas, que es malo. Total, nada es real. 
 
Leer a Verlinde (un libro duro y explosivo, cristiano y católico sin concesiones) me hizo ir un poco más allá en todo esto. Fue revelador y aprendí mucho, aunque al mismo tiempo, en una parte de sus reflexiones en las que se arraiga en la doctrina de la Iglesia para algunos temas, yo no concordaba. Así fue como empecé a pensar: nunca podré ser de esos "trascendidos", y con la compasión cristiana resueno, pero católica tampoco soy. Mejor dicho: no soy ni así, ni así. Porque al final la verdadera religión no es la que uno adopta, sino la que uno descubre que es por dentro. La que su alma "es" o decide ser. 
 
Le di más vueltas al tema comparándolo con cuestiones del chamanismo, que es un tema aparte y demasiado ramificado como para tratarlo aquí, pero ahora que estoy con el judaísmo, me paso horas leyendo "diferencias". Porque si algo tienen los judíos, es que son muy de los matices y las diferencias. No les vengas con que todo es igual, porque te mirarán pensando que no estás en este mundo, o que les quieres vender algo. Personas que estudian letra por letra y hasta otorgan significado espiritual a la forma de las letras, y creen que el simple cambio de orden de una letra, puede modificar completamente el resultado, no nacieron para pensar que "todo es igual". 
 
El judaísmo me recuerda a la física y la química, a veces. Algo como muy de enfocar las cuestiones moleculares, las diversas mezclas, y observar resultados. Tal vez por eso el pueblo judío ha dado tantos científicos, no lo sé. Aunque también tiene su lado musical y si ves un grupo de religiosos rezando, flipas de lo pasionales y exaltados que se ponen... Al mismo tiempo es una religión muy centrada en materializar, en vivir la vida cotidiana, en estar en el cuerpo y hacer cosas con el cuerpo. 
 
El gran ideal de la religión judía es que la materia exprese lo divino, es decir: vivir el Cielo en la Tierra. Dentro de este marco de creencias, por lo tanto, todo lo que hacen los cuerpos se considera que tiene un efecto en el mundo espiritual, y viceversa. No hay separación, o no debiera haberla, y el trabajo espiritual es precisamente ir desbrozando lo que impide la vivencia de lo sagrado en lo cotidiano. Por eso los judíos no conciben una vida monacal o separada de las vivencias "naturales" de la humanidad. 
 
Son 3 pinceladas nada más, las que hago, saltando de Yogananda a Verlinde y luego a los judíos. (Me dejo a los chamanes por imposibilidad de elegir uno que los represente a todos, tendría que pensarlo mucho) Podría hablar bastante más de cada libro leído, pero este post sería infinito. El tema es que últimamente voy perfilando más todo esto y he tenido una claridad gracias a mis Guías quienes, dicho sea de paso, a veces se definen como "Jardineros" de la humanidad. 
 
Y es desde su óptica jardinera que me han dicho que es todo muy simple: las religiones SON LO MISMO solo en un sentido: contienen algo parecido a la savia de las plantas, que sería algo asociado con la "energía" (Dios) que nos da vida. Hay otras cosas que son universales en todas las plantas, como la necesidad de elementos tipo agua, sol, tierra y aire. Eso sería, entonces, lo universal a todas las religiones. Cada una habla de eso a su manera (aludiendo a la "luz" espiritual, y a distintas prácticas para vivirla) 

Pero el resto ya no es exactamente igual, y por el contrario, existen montones de diferencias o matices a realizar entre las religiones.
 
Un jardinero ¿qué es, sino un experto en especies vegetales? ¿Cree un jardinero que todas las plantas son iguales y que todo es lo mismo? Bueno, si creyera eso, no las podría cuidar adecuadamente, porque cada especie vegetal necesita unos cuidados específicos. A lo mejor el jardinero plantaba en el mismo sitio al cactus y al nenúfar, y mataba a las dos o les causaba SUFRIMIENTO. Por eso existe la religión del nenúfar y existe la religión del cactus, y entonces es bueno SEPARAR. Que cada una siga sus buenas prácticas, y así cada alma florece en su sustrato ideal. 
 
Es así como mis Guías me han mostrado su perspectiva sobre las religiones: no solo son útiles como caminos DIFERENTES que pueden atender necesidades DIVERSAS de las personas, sino que nunca pueden ser sustituidas por una "espiritualidad sin formas" o "universal". Salvo que entendamos que es mejor no estar encarnado y dejar todo en "el aire de las ideas". 

Porque en cuanto practicas algo, ya lo conviertes en religioso. Incluso aunque tu religión sea la tuya propia y no se parezca a ninguna de las "organizadas". 
 
 ...
 
Las religiones organizadas tienen sus pros y sus contras, sus virtudes y sus defectos, COMO TODO en esta vida de dimensiones limitadas, en el marco del espacio tiempo que conocemos. Quien busca la religión perfecta, es como quien busca la persona perfecta y si no la encuentra, entonces lo arregla diciendo que el amor es universal y ya está. Que mejor no apegarse a nadie concreto porque eso trae desengaños. 
 
Hay quien piensa: "Todas las religiones se equivocan en cosas, por lo tanto ninguna sirve de nada, mejor que desaparezcan". Bueno, este es un camino que no es jardinero. Las plantas tienen sed y sufren, pero miras a otro lado porque total, qué mas da. Que se adapten las plantas y vivan lo universal, y si se mueren qué importa, a fin de cuentas trascienden, ¿no?
 
Me doy cuenta de que mi visión y la enseñanza que mis Guías me dan, por lo tanto, es muy concreta y definida, y no es "universal". Porque Ellos tienen una opinión sobre las cosas que en lugar de relativizar, concreta. 
 
Tal vez no sea, por lo tanto, una visión objetiva. Porque tiene sesgo. Yo lo explico por compartir mi perspectiva y suscitar contrastes y reflexiones, no por nada más. Lejos de mí querer convencer a nadie. Soy muy poco objetiva, creo. 
 
Pero entiendo que tomando el ejemplo de la botánica, para algunas personas, lo mejor es creer otras cosas y "aferrarse al desapego", valga la paradoja. O entrar en caminos donde "todo es igual" porque tal vez esa es la parte de la existencia que necesitan enfocar o vivir.
A fin de cuentas, cada alma tiene su historia y sus momentos. 
 
Tal vez todo tiene que ver con el tiempo de cada alma y de cada cosa. En el marco de tiempo lineal de la existencia, importa mucho vivir cada cosa, en su orden. El embrión dentro del útero, el bebé que nacen, son deseo puro y su "bien" es vivir eso. Para eliminar su sufrimiento, cuando lo hay, el camino ideal es mejorar sus condiciones de vida con su madre. 
 
La sonrisa beatífica de un bebé dormido en el pecho de mamá, cuando todo va bien, se compara a veces con la sonrisa de un buda. Pero si nos fijamos, esa sonrisa de bebé se alcanza por la satisfacción profunda del deseo, por el bienestar físico, por la seguridad. Justo lo contrario que el camino del Buda.
 
Por lo tanto, el camino de ambos NO ES el mismo. Pero tal vez exista un momento adecuado para ser bebé y otro para decir: "Uf, bueno...voy a ver si trasciendo esto un poco". Edades distintas, etapas distintas. 

....
 
En mi opinión, el estudio de las diferencias es importantísimo, si queremos cuidarnos mejor unos a otros. Y si queremos respetar al otro. Porque aunque un número de personas buscan la unión en lo esencial, muchas otras necesitan y desean que se les respete y cuide en lo que tienen de distinto.
 
Cuanto más afinamos en el estudio de las especies botánicas, mejor tratamos a las plantas que cuidamos. Pero si nos obcecamos demasiado con las diferencias, podemos perder de vista el conjunto. Mirar lo esencial también es necesario y tiene su lugar.
 
Si me preguntan entonces cómo "elegir" religión o camino, diré: 

No se elige, se ama o no se ama un camino. 
Se es, o no se es. 
Eres la planta que eres.

Y aún diré más: estás en la etapa que estás y deseas lo que deseas. 
Conócete a ti mismo y sabrás. 
El resto es elucubrar.

 

Odio histórico en la mirada hacia las religiones.

 


 14 setiembre 2019, de mi muro de facebook.

En cuestión de religiones, llega un momento en que es absurdo juzgarlas en base a lo que se dijo o se hizo hace miles de años, o siglos. Está bien conocer la historia (y hasta lo veo necesario) es loable estudiar la génesis de las religiones y sus derivas y evolución interna (aunque es un campo para personas eruditas, muy minoritario) Pero realmente ESO no es útil para juzgar una religión "hoy". Se trata de ver qué hacen actualmente los creyentes con esa religión, y sobretodo qué dicen los líderes de esa religión, qué ideales de conducta establecen. Ahora. 
 
Es que si no, no salimos del "Mira lo que hicieron hace 2mil, años", ni del "Es que hace 5 siglos, lo que pasó", o del "Tú eres más primitivo, porque mira cómo fueron tus inicios", y "Pues anda que tú.../Pero tú más".
La cuestión es qué es lo que se ha sostenido hasta hoy -si es que hay algo tan permanente- y cómo actualmente evolucionan las cosas. Si es que lo hacen. 
 
En ese aspecto, seguramente veremos ramas diversas de cada religión de las que "siguen vivas" (algunas resucitan, como los neo paganismos) y ahí hay otro tema a considerar: que no se trata de cosas monolíticas. O no tanto como el resumen deseado por nuestra mente. Porque, acostumbrados como estamos a la poda sistemática de lo exuberante y a la deforestación, tenemos una especie de horror a lo selvático, a lo diverso y a lo complejo.
 
No padecemos "horror vacui" con lo religioso, sino lo contrario. Lo que está más valorado hoy es resumir, y crear espacios vacíos con una sola cosa. Casi es una moda. Así que cuando alguien quiere formarse una opinión sobre una religión, intenta hacer lo mismo y rechaza lo complejo. Porque asocia complejidad selvática con lo anticuado, lo farragoso o lo poco "avanzado". 
 
Lo que pasa es que cada vez que alguien nos convence de que un colectivo religioso es "solo una clase de cosa", casi siempre el asunto acaba MUY MAL. Cuando un discurso nos vende una simplificación tan extrema, es bueno pensar mal. Primero, porque por poco que se sepa de biología, se descubre que no hay mono-vida, no hay colectivo ni ecosistema sin diversidad y complejidad, y las religiones son justo eso: ecosistemas. 
 
Y segundo, porque los resúmenes en plan "o blanco o negro" suelen buscar una polarización para establecer buenos y malos. Lo siguiente que pasa tras la creación del bando bueno y el bando malo, lógicamente es la lucha por acabar con los malos. Y tenemos muchos ejemplos en la historia de en qué deriva esto, de amarga memoria. 
 
Aún y así, pienso que las religiones sí contienen ciertas tendencias estadísticamente abundantes, que se reflejan en la vida de un gran número de sus fieles. Y no se pueden negar esas tendencias sin ser deshonesto. Pero primero hay que ver sus ramas y diversos subgrupos. Y luego, de todos modos, hay que saber que al final lo que cuenta es cada persona. Y cada persona es un mundo. 
 
Me estoy enrollando siete pueblos, total para decir que no apruebo los juicios monolíticos sobre las religiones del presente, ni los que se agarran a la crítica de su pasado, extrapolando al presente delitos antiguos o proyectando hacia milenios o siglos atrás, nuestra mentalidad actual. Como si los antiguos tuvieran la misma mente e ideas que hoy y hubieran actuado como lo hicieron "desde nuestro modo de ser". 
 
En realidad las religiones expresan realidades humanas previas, más que crearlas de cero. No conozco ni un fundador religioso, ni un líder renovador o creador de religiones, que haya sigo gestado en el vacío cósmico, sin ser fruto de su madre, su padre, su familia, su tribu y su tiempo.
Sería tan sorprendente encontrar que una religión surgió desligada de su matriz cultural previa, como encontrar una persona auto creada desde el no-ser. A mí se me funden las neuronas de pensarlo, en serio.
 
Aparte, ¿nadie se lee las leyendas y relatos de las personas que dieron pie a las grandes religiones? Porque ahí está casi todo. En su contexto. Y veremos que esas personas pusieron un granito de arena conformando cuestiones, remodelándolas o renovando algo. Y aunque a veces aportaron una novedad interesante o revolucionaria, rara vez crearon una religión absolutamente nueva y de la nada. Sus creencias procedían de otras creencias. 
 
Y es que por mucho que se te aparezca "San Dios", lo hace teniendo que atravesar tu mente condicionada, y toda la matriz social y cultural donde vives, de manera que el grado de novedad que pueda aportarte Lo Divino, es solo un tanto por ciento. El resto es matriz cultural previa, ya sea heredada de tu sociedad o de tus ancestros o de la matriz energética del paisaje donde fuiste gestado, etc.
 
Es igual que la vida: todo va saliendo de otra cosa. Surgen novedades, pero no a lo bestia, ni de la noche a la mañana. Las religiones igual. Llegar al punto cero del origen de lo religioso es difícil para nuestra mente, yo no me pienso romper las neuronas con tal pretensión.
 
Entonces, las religiones no son las culpables de algunas cosas, sino solo sus "expresadoras" en formato religioso. Muchos líderes religiosos han intentado a veces cambiar inercias y costumbres despiadadas en sus pueblos, y no todos han triunfado, ni con ayuda de Dios. Porque cambiar inercias atávicas de probable origen animalesco, es un hueso duro de roer que ni las religiones saben resolver, a veces.
 
Lo que pasa es que claro, por la misma regla de tres, algunos líderes religiosos han entrado en el camino malvado de predicar odio o justificar crueldad, y ahí apaga y vámonos. Entonces sí que se lia buena. Porque la religión, en ese caso, en lugar de actuar como "tope de contención" de los instintos violentos (que es lo que se supone que debería hacer) los lleva a su justificación y paroxismo. Y no hace falta que ponga ejemplos.
 
En resumen: cuando empiezo a leer un discurso del tipo "Tal religión es mala, porque mira lo que hicieron hace mil años, o quinientos", pierdo el interés. Otra vez el odio histórico. Otra vez mirando a los vivos de hoy como si fueran los muertos de hace siglos o milenios. Cuéntame lo que sabes de los creyentes actuales. A cuántos has conocido. Qué cosas ves en los fieles de tal grupo, o tal otro. Y hablamos.
 
Porque al final, los actos humanos definen el momento actual de una religión. Sobretodo los de sus líderes. Y toda religión es un sistema vivo. Va cambiando. A veces mejora, a veces empeora. A veces da vueltas y se lía y se ramifica, otras veces pega un salto, una revolución interna y sale algo sorprendente. 
 
Tampoco me parece sensato definir a una religión por lo que hicieron dos o tres santos o místicos de hace mil años o cuatro siglos y decir: "Tal religión es lo que esos santos o sabios expresaron". Hombre, pues no sé si eso es "todo". Me parece solo una parte. O sea: ¿Y ahora qué? ¿Cómo está la cosa AHORA?
 
Es que lo de ser aprendiz de Tierróloga es lo que tiene. La encarnación quiere concretar, y cuando enfocas religiones, la encarnación te pregunta sobre el ahora. El potencial actual. 
 
Y sí, ya sé lo que piensan algunos: que las religiones son un estorbo o un atraso y que lo que importa es la espiritualidad. Yo también pensaba eso hace 20 años. Hoy no lo tengo tan claro porque creo que, aunque a veces es así, otras veces ese discurso esconde una evasión de lo concreto, de lo ENCARNADO. Un rechazo a las formas y a la vida compartida. 
 
Las religiones son cosas compartidas. Básicamente son ritos compartidos. El misticismo individual de esos sabios o santos tan admirados, se gestó en la matriz ritual compartida. Ningún santo nace "en la nada". 
 
Pienso que muchos se han ido del gregarismo crédulo y borrego, al otro extremo: una mentalidad donde solo valen las cosas muy etéreas y sin forma, y nada formal ni comunitario, no sea que sea malo eso. Al final tendremos espiritualidad de ordenador, San Botón Oráculo nos hablará, y moriremos rezando a la pantalla, encerrados en nuestro pisito de childfree, pareja free y todo free menos perro o gato-free. 
 
Todos tan solos, tan independientes, tan libres, tan espirituales y trascendidos, tan sin apegos a otros humanos (a animales sí se vale apegarse, y eso además no es sospechoso de ser religioso)
No como esos retrasados religiosos que se reunen, se abrazan, se tocan, se dan las manos, se bendicen y a veces ¡hasta lloran un poco! porque han sentido amor o algo hermoso mientras rezaban juntos.
Los religiosos, ellos, fíjate tú. Los muy primitivos.
 
(La foto es de un ritual neo pagano veraniego, en algún país eslavo)

Nao Deguchi (La fundadora de la religión Omoto, inspiración del Ai ki Do)

                                      

 (De mi muro de face, diciembre 2019)

Investigo la vida de Morihei Ueshiba, "fundador" (o "creador") del aikido. Leo que Ueshiba fue un firme "seguidor" durante años de un curioso personaje y maestro espiritual llamado Onisaburo Deguchi, líder o representante de una nueva religión que surgió en esas décadas, la religión omoto, de la cual Ueshiba fue muy devoto. Y que Ueshiba y Onisaburo eran tan íntimos que se embarcaron juntos en toda clase de aventuras, como una arriesgada expedición a Mongolia (buscando el shamballa o algo así) que casi les cuesta la vida.

En mi vida había oido hablar de la religión omoto, así que me pregunté: ¿Quién era Onisaburo Deguchi? ¿Qué era (o es?) la religión omoto, capaz de atraer e inspirar al fundador del aikido? ¿Quién la fundó?

Y esto es lo que encuentro en "El Arte de la Paz" (otro libro sobre el fundador del aikido) y algunas páginas especializadas en aikido y artes marciales, con extractos de libros: "Omoto-kyo fue fundada por Nao Deguchi (1836/1918), una pobre mujer campesina que fue poseída por el dios Konjin en 1892 y que empezó a hablar en nombre de esa divinidad: «¡Deshaceros de emperadores, reyes y gobiernos artificiales; estableced la verdadera igualdad; abolid el capitalismo; vivid en el corazón de Dios, con sencillez y pureza!».

Leo esto, y me digo: ¡AHORA LO ENTIENDO TODO!

Prosigo y leo:

"Más adelante, Onisaburo, que se casaría con Sumi, hija de Nao, pasó a convertirse en el principal portavoz de la religión. Omoto-kyo era una religión ecléctica y mística que insistía en la armonía de todos los credos, la justicia social, la agricultura natural y en la práctica de las bellas artes aplicadas. Era de orientación pacifista, y a cuenta de ello Onisaburo decía: «No hay nada más dañino en el mundo que la guerra, ni más absurdo que el armamento».

"El brillante, carismático, extravagante y clarividente Onisaburo fue la primera persona que percibió el auténtico propósito de la vida de Morihei: «Tu misión en la tierra es convertirte en profeta de la paz, enseñar al mundo el verdadero significado de Budo (“el arte del valor marcial”) (...) ».

Vale, o sea que Onisaburo Deguchi fue una especie de "guia" o medio maestro de Ueshiba, pero Onisaburo aprendió de NAO DEGUCHI, madre de su esposa. AJájá, me digo: essa señora es la que me interesa, esa. La destroyer que osó "crear" una religión - en pleno Japón imperial- capaz de cuestionar reyes, emperadores y "gobiernos artificiales", reclamar igualdad y abolir el "capitalismo". ¡Una destroyer avanzada a su época!

¿Quién era Nao Deguchi? Busco más informo, encuentro, corto y pego:

"Nacida en 1836 en una familia empobrecida durante una de las peores hambrunas de la historia del Japón, Nao escapó milagrosamente del "despejar" (eufemismo en lugar de infanticidio) que normalmente se aplicaba a los niños.

"Centenares de miles de personas murieron en la Gran Hambre de Tempo; durante unos cuantos años, en el verde y húmedo Japón no creció ni una brizna, cada hoja de hierba, cada raíz y cada grano, todas las ramas y cortezas de los árboles e incluso las fundas de los viejos tatamis, eran devoradas por las masas hambrientas.

"Aunque Nao sobrevivió, sufrió desgracias a lo largo de toda su vida. Cuando tenía diez años el padre alcohólico de Nao murió, y la joven fue enviada a trabajar, esclavizada como sirvienta, dependienta y cosedora para ayudar a su familia. A los diecisiete años, fue adoptada dentro de la familia Deguchi gracias a su tía, una mujer taciturna que se suicidó dos años más tarde.

"El primer compromiso amoroso de Nao se rompió, y a la edad de veinte años fue prometida a un hombre al que ella no amaba. Al ser el nuevo marido de Nao un maestro carpintero, de los artesanos mejor pagados de la época, cabía la esperanza de que la suerte de Nao mejorara. Por desgracia su marido, un viva la vida, al que le gustaba el sake y el vodevil; después de tanto beber, las noches en la ciudad y las heridas que tenía de su trabajo pesaron sobre su salud y, de repente, se encontró sin trabajo e inválido. En lugar de prosperar, la familia de Nao se vio hundida más y más en las deudas y perdieron todo lo que poseían.

"De los once hijos que Nao tuvo entre los veinte y los cuarenta y siete años, tres murieron al nacer, dos se volvieron locos, uno murió en la guerra Chino-Japonesa, otro intentó suicidarse, y tres se marcharon de casa.

"Tras la muerte de su marido, cuando ella tenía cincuenta y un años, Nao se vio arrastrada a hacer de trapera para ganarse la más miserable de las vidas. Desde su juventud, Nao había escuchado frecuentemente unas "voces interiores" y de cuando en cuando desaparecía no se sabe cuántos días para ayunar y rezar en las montañas. En aquellos tiempos, estaba influenciada por la religión Konyo-Kyo, una nueva secta fundada por el campesino Bunjiro Kawate el año 1859.

"Kawate creía que era la reencarnación de Tenchi-Kane-no-Kami (también conocida como Konjin); esta divinidad anteriormente confusa, era considerado a veces un kami furibundo de importancia menor, otras veces, según Kawate, el dios supremo del amor que llevaría a la humanidad hacia una era de paz y prosperidad. El mensaje del dios, tal y como lo interpretaba Kawate, era "Reformar el mundo, sanar a los enfermos y prepararse para una nueva era".

"En 1892 Nao, de cincuenta y siete años, recibió la llamada de esta augusta divinidad en persona. Una noche, se sintió flotando entre nubes, su cuerpo ligero y trasparente como una pluma; y su pequeña y vieja habitación se llenó de una suave luz y de un aroma encantador. "Yo soy Konjin" escuchó como ella misma exclamaba.

"Guiada por Konjin, no comió ni durmió durante los trece días siguientes mientras se purificaba constantemente con abluciones de agua fría para prepararse a recibir nuevas instrucciones del dios. Konjin pidió a la analfabeta Nao que tomara nota. Escribiendo "automáticamente" en simples Kana, Nao finalmente lleno unas doscientas mil páginas con unas notas llamadas Fudesaki ("Escritos") de Konjin.

"Los rumores sobre la clarividencia y el don de curar enfermedades de Nao se esparcieron, y un pequeño grupo de seguidores se reunieron en torno suyo en Ayabe.(...)"

"La no escolarizada Nao tomaba notas dictadas que ella misma fue incapaz de leer (los tradujo y refinó Onisaburo, el que sería guía y amigo de Morihei Ueshiba) Sus escritos contenían revelaciones que atañían al mundo espiritual y a una continua corriente de CRÍTICA SOCIAL. Se instaba a la humanidad a adoptar una nueva moralidad y revitalizar sus instituciones sociales. Su visión se basaba en un dios universal que consideraba a todos los seres humanos como IGUALES, una creencia que estaba en directa oposición a la religión Shinto del estado, la cual se centraba en la figura divina del emperador." (...)

Bien. Hasta aquí he llegado. No me extraña entonces que sintiera familiaridad con Ueshiba, puesto está conectado a esta línea de "guías espirituales" que son anti-imperio, los rebeldes, los de la libertad queremos, y nada de esclavitud. Nunca he sentido afinidad por nada japonés asociado ni con guerras ni con emperadores, ni con cortes ni palacios. Pero mis Guías me han llevado hasta este "otro Japón", el del pueblo de A PIE. Y ése sí me resulta afín.

Luego me quedo reflexionando sobre cómo a menudo quedan en la oscuridad y el olvido las personas que iniciaron cambios que finalmente inspiraron a celebridades que si se aclaman y recuerdan. Ueshiba es célebre, lógico, porque llegó a una gran maestría y creó el aikido, que hoy es universalmente conocido, pero su mentalidad y mucha de su práctica espiritual (gracias a la cual "recibía técnicas" hasta en sueños) pudieron ser como fueron gracias a la religión Omoto y su amistad con Onisaburo, el cual a su vez, se inspiró y basó en las 200mil páginas escritas por una mujer ANALFABETA (escribía en trance) con una vida terrible, pero que obviamente fue el canal a través del cual algo realmente sagrado entró en este mundo para inspirar esa mentalidad pacifista, anti clases, universalista...

Me parece fascinante, maravilloso y triste a la vez lo que encuentro sobre Nao Deguchi. Pienso en sus 200mil páginas de caracteres japoneses escritos en trance. En su vida trágica y llena de sufrimientos, que cambió al final tras las revelaciones recibidas. Pero aun y así, ¿quién se acuerda de ella? Solo una minoría investiga más allá y busca las fuentes de inspiración de los maestros célebres.

Yo me alegro mucho de haber indagado hasta encontrar otra alma hermana: otra mujer pobre, de pueblo, que "oye voces y vé a los dioses", y que siento cercana por eso, aunque mi vida ha sido mucho más fácil y cómoda que la suya y haya mucha distancia de matices también en otros sentidos.

Este post es mi pequeño homenaje a la señora Nao Deguchi. Habría mucho que aprender sobre cómo pudo sobrevivir a tantos infortunios y tanto sufrimiento. Me encantaría poder leer algunos de sus miles de folios traducidos. Estoy segura de que algo más allá del aikido encontraría ahí...Y más piezas de mi perspectiva sobre la vida encajarían en su lugar.

La de la foto es ella