martes, 3 de enero de 2023

Sobre el "Animal de Poder" (La película "La Mujer pantera")

                                              


(Post de mi muro del face, 15 agosto 2016)

Ayer acabé haciendo zapping (aprovechando que estos días tengo TV) y ví una peli antigua que no conocía: "la Mujer Pantera". ("Cat People" de 1942)

A medida que la iba viendo iba elaborándose en mi interior una "teoría" sobre el significado de ese "panterismo" de la protagonista y otras mujeres de su pueblo, y me iba indignando por lo que hacen los otros personajes de la peli.

Al final de la peli ya tenía mi teoría completa. Gira en torno a nuestra faceta animal y también entorno a lo que en culturas chamánicas se ha llamado "animal de poder" o "animal del alma". Y la película es un ejemplo claro y meridiano de la demonización que, en la cultura moderna y occidental, (especialmente la americana) sufre toda la "animalidad" interior.

La peli tiene mil detalles que son símbolos, queriendo o sin querer, de lo que digo. Por lo visto la leyenda de la que la peli se hace eco es inventada, un mito creado sólo para el cine, pero da igual. Los mitos que inventa el cine son como los otros: surgen de todo lo que somos, conocemos, desconocemos y tememos. De manera que puedes inventarte una leyenda y ésta puede ser una verdad simbólica, una metáfora de tus miedos, de tus deseos, de tus filias y tus fobias, de tus traumas, etc.


Si alguien no la ha visto y la quiere ver, aviso que a partir de aquí hago "spoiler": Me pareció indignante que la peli deje como a "los buenos" a una pareja de ignorantes y egoístas. Él me pareció un insulso sin cultura, ni imaginación, ni cojones, un tipo que sólo se casa con la mujer pantera "porque le atrae" sexualmente y ya está. Cuando descubre que no puede obtener lo que desea de ella fácilmente, patada y fuera. Eso sí, lo hace muy "civilizadamente". Porque por lo visto en ese esquema social el matrimonio es sólo un papel que "oficializa" el permiso para tener relaciones sexuales, y si estas no fluyen con la velocidad o frecuencia esperada, lo demás ya no tiene valor.

Ella, la "buena chica americana" que salva al pobre marido incomprendido, me pareció una arpía auténtica disfrazada de palabritas de amor. Metiendo cizaña en el matrimonio ajeno (¡cómo detesto eso, me resulta muy conocido por desgracia... vaya dejà vú tuve!) Ofreciendo sus contactos terapéuticos personales, incluso, y todo para llevarse al otro al huerto. Y luego haciéndose la inocente, victimizándose cuando la esposa se pone celosa y se cabrea por las interferencias de la "amiga". Y demonizando a la esposa, porque oye, ¡qué mal perder tiene, la tía! ¡Cuando debía agradecer lo mucho que todos se preocupan por ella...!

El psiquiatra: un impresentable, arrogante y machista, que además de creerse no se qué, se permite hacerle proposiciones sexuales a su paciente, acosarla y amenazarla. Y finalmente plantea su internamiento forzoso en un "hospital mental". Todo por su bien, eso sí. Para curarla de sus celos y de sus fantasías "animalescas". Uf.
                                   

Y la protagonista, pues me suscita compasión. Me resulta obvio que es una mujer traumatizada por una guerra o similar, o que ha heredado traumas de mujeres traumatizadas por guerras y otras cosas, como un reiterado abuso de poder en una cultura donde la libertad sexual de las mujeres ha sido kk, nula, y éstas se han convertido en objetos de deseo y propiedad a partes iguales.

Y es que el animal de poder no rechaza la sexualidad, salvo que se sienta utilizado, acosado, o haya sufrido violaciones, abusos y demás. A santo de qué va a atacar a un macho una pantera hembra, si no es porque se siente forzada o presionada, y su deseo no está en marcha. O porque está traumatizada por maltrato antiguo. Cuanto más veía de la película, más claro me parecía que la protagonista ocultaba un trauma de abuso sexual (propio o heredado del colectivo femenino de una sociedad enferma) enorme. Y que por esa razón sentía deseo y rechazo al mismo tiempo, miedo y atracción por la vivencia sexual. Una parte de su instinto le decía "quiero sexo", la otra decía "pero así no, o todavía no, porque me siento amenazada o insegura".

También me resultaba obvio que era una buena mujer (nada de diabólica) que, en el fondo, sólo necesitaba ser amada y recibir la ayuda terapéutica adecuada. Me pareció super triste y desagradable que justo cuando por fin da un paso decidido para intentar liberarse de sus miedos y acercarse afectivamente más a su marido, éste le pegue la patada y diga que es "demasiado tarde" para arreglar su relación, porque se va con la otra, que claro, es más complaciente.


Entre unos y otros, me pareció que nadie la amaba, ni la quería. Sólo estaban a su lado atraidos por la fuerza de su "animal de poder" (la pantera) y fascinados por su exotismo en una sociedad donde el aburrimiento y lo soso eran lo habitual. Y entre todos la mataron y ella sola se murió, vamos. Le tienden trampas sin decirlo: la "otra" conspirando para romper el matrimonio, y enviándola a un psiquiatra acosador; el marido y la otra compinchados y haciéndole el vacío a la mujer, tratándola como si fuera tonta, niña o demente, marginándola; etcétera.

Pero en la película parece venderse la idea del "amor romántico perfecto" al estilo americano, y "matan" a la "mujer-animal", haciendo prevalecer a la pareja triunfante del sinsangrenicojones, y la víbora traidora.

En ese contexto social tan desnaturalizado y falso, los instintos no pueden sobrevivir, pues son vistos como algo monstruoso y deben desaparecer. No es por que sí que la protagonista vaya todos los días al zoo: ella misma es, en el fondo y para los demás, una criatura de zoológico, aunque no sean conscientes de ello. Se le acercan por curiosidad y fascinación, por la energía que ella desprende, por su rareza. Pero nada más. No tienen ni amor, ni nada, son igual de depredadores o peor, porque su "animal" está tan retorcido y disfrazado de otra cosa, que lleva a engaño.

En fin, que la historia de fondo me resultó bastante universal en mi mundo, y conocida. Y al final, rumiando sobre "La Mujer Pantera", pensé que lo bonito hubiera sido que, en esa escena del restaurante (el día de la boda) cuando una mujer desconocida y misteriosa se acerca a la novia y la llama "mi hermana" en idioma serbio, sugiriendo que ambas son "hermanas en lo animal", la novia se hubiera ido con ella, a correr aventuras y aprender del mundo. Y dejara sentado en la mesa al impresentable del novio, que no tenía ni sangre en las venas, ni compasión en el corazón. Y a la falsa de la mala-amiga, con sus igualmente falsos buenos deseos.

Sí: esa sería la película que yo haría hoy. Una sobre la "hermandad" de mujeres que se ayudan a curar de traumas de abusos... y donde nunca se les ocurre casarse con tipos como el de la peli, ni fiarse de arpías-falsas amigas como la que sale ahí. En caso de emparejarse con un hombre, que sea distinto, porfa, y que tenga el amor y la paciencia necesaria para esperar que su pareja se lama las heridas antiguas convenientemente.

Pero claro, eso sería lo raro, porque se da la circunstancia de que las personas con traumas de abuso a sus espaldas suelen tener el discernimiento escacharrado por el propio abuso sin curar, y por eso suelen elegir, sin darse cuenta, y como parejas, a personas que reproducen lo de siempre...salvo que se sanen primero a si mismas. Y en su necesidad de vivir el cariño y la hermandad, se pueden llegar a fiar de amigas que, en realidad, no son tales.

Os dejo con la escena de la fiesta de la boda, en la cual la inocente e ingenua "mujer pantera" está rodeada de su marido y la arpía, y se le acerca la misteriosa mujer extranjera diciéndole: ¿Mi hermana? 

Aquí me dan ganas de decir "¡Corten, corten!". Luego decirle a la protagonista: "¡No la dejes escapar, vete con la mujer de negro y busca, investiga, aprende!" 
Y luego redirigir todo el argumento de la película. Que vaya pena de final. La mujer pantera se queda en ese ambiente de ignorancia y falsedad hipócrita, y así le va.





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