jueves, 5 de enero de 2023

Dicen que aman lo salvaje, pero no es verdad. (Fantasías espirituales modernas)




(Post de diciembre del 2019)

Hoy pensaba que, como sociedad, en lo "espiritual" tenemos una ignorancia como la del que está acostumbrado a ver solo lindos perros y gatitos domésticos y sale al bosque salvaje presuponiendo que todo serán animalitos de conductas predecibles y amoldadas a nuestros deseos.

Tenemos tal grado de olvido de lo que es la vida en su diversidad salvaje, y vivimos tal enorme domesticación de nuestro mundo y nuestros cuerpos, que la gente extrapola esto a sus ideas y presuposiciones de lo que es el mundo espiritual (y el psíquico) Y por eso también surge el "olvido" de la existencia de "lo otro", la vida EXTERIOR a nosotros y su poder o influencia sobre nuestras vidas.

Se vive en la ilusión continua de tener control sobre lo desconocido, o de que, si hay un desafío o conflicto, será todo domesticable y solucionable en cómodas sesiones a la demanda. (Ja! y ja!)

El chamanismo se pone de moda como se pone de moda el turismo de aventura o ir a ver reservas de la naturaleza a África, América o Australia. La gente suspira por "tener" animales de poder que, casi siempre, ¡oh , casualidad! son SALVAJES. Esta persona se identifica con el lobo, aquella con el jaguar, el otro con el oso, la de más allá con el águila, o la pantera. Pero se les presupone, a esos "espíritus" acompañantes, una presencia "controlada", unas reacciones a nuestra medida, y un comportamiento a la demanda. Cuando en realidad y en general, las personas no soportarían a "eso salvaje" ni dos días a su lado. (Por no decir que tal vez incluso se convertirían en sus víctimas)

Yo ya no me creo nada de muchas historias personales que se cuentan por ahí, sobre el vínculo con espíritus animales, salvo cuando alguien explica que, ante sus animales "del alma", siente no solo amor sino también impresión y respeto, y a veces hasta miedo. Porque si no has sentido nunca miedo ni "respeto" ante un espíritu de lobo, oso, león o águila, es que solo has visto su parte fácil, filtrada por la domesticación de la mente, sesgada por los deseos y proyecciones personales. 

No es creíble conectar con el espíritu de grandes animales salvajes, y no "cagarse" de miedo o impresión en algún momento, sobretodo si son carnívoros, fieros y de zarpazo poderoso. Incluso un caballo salvaje puede infundir RESPETO. 

En resumen, aquí todo el mundo quiere ser poderoso y salvaje, pero muy pocos saben vivir fuera de lo domesticado. Ni siquiera cerca del mundo salvaje. Porque en el monte, ya sé que no sobreviviríamos nadie de los modernos, pero por lo menos se puede vivir junto al bosque, o en el mundo rural. Y oh, ah, eso son palabras mayores, poca gente de la que dice "amo la naturaleza" lo hace, o se ve capaz, salvo en sus fantasías. He conocido tanta gente que se dice lobo y en realidad es perro faldero de piso urbano, que ya no digo ná. Sin desdén de los perros lo digo, ¿eh?

Se aplica lo mismo a los demás animales salvajes. Hay mucha imaginación queriendo domesticar leones, osos, pumas, elefantes, rinocerontes, ballenas, águilas, ciervos, serpientes... Muchas fotos y posts de hombres abrazando leones, humanizándolos, pero no corriendo a cuatro patas como ellos, ni cazando. Todo lo queremos HUMANIZADO, vestido de persona, metido en el salón de casa, o en el jardincito (quien lo tenga), haciéndonos mimitos, complaciendo nuestra "necesidad de naturaleza", de afecto o de poder, o trabajando para resolver nuestros problemas.

Para redondear, muy poca gente se plantea que pueda haber "espíritus o energías hostiles" (y no me refiero a animales, ahora) por ahí. O energías depredadoras. O simplemente que pasan de tí y van a la suya, y si te pisan y te destrozan en su caminar, les da igual. Porque no les importas lo más mínimo. 

Así que cuando te miran raro porque dices QUE TIENES MIEDO (pues yo lo tengo a veces), tienes que estar explicando a esta gente, una y otra vez, tus razones para ser prudente ante las energías desconocidas. Pues a la que dices "hay que tener cuidado", te salen con lo de "Eso son tus miedos, no proyectes miedos". O con lo de "Tú ves demonios o peligros por todas partes". E intentan darte lecciones, salvarte de tu prudencia, de tu instinto y tu miedo natural ante ciertas descomunales fuerzas salvajes. 

Qué gente, todo lo quieren castrar y someter, meter en cajitas con corazones pintados para que no dé susto, ajj. Pero yo huyo de todo eso. El miedo al miedo se pinta con corazones para disimularse, eso es lo que veo. Mucho corazón pintado y poca realidad salvaje, eso veo.

Pero son las mismas personas que te dicen lo de "Dios creó a todos los seres y entonces cumplen su función, no hay peligros, está todo bien". Que es como hablar de la velocidad cuando mentas el tocino. Qué tendrá que ver que algo haya sido creado por Dios, con sus hábitos de alimentación o el nivel de agresividad que pueda desplegar. ¿O los cocodrilos y las pirañas los creó algo distinto de Dios? ¿Y qué pasa, que porque Dios creó a esos animales, ya no son un peligro, no comen carne y hasta gente viva, si tienen hambre?

Me he dado cuenta de que toda esta tendencia surge, en parte, de que rige la costumbre de domesticar animales y de vivir en entornos "controlados", en el mundo de los apartamentos o casas con moquetas, parquet, sofá, gatos castrados, perros con correa que suplen nuestras carencias emocionales y pajaritos o peces en jaulas que solo toleramos o deseamos porque nos dan "cariño" o le gustan al niño interior de cada quien.

Entonces, se espera que tú te comportes igual (que seas toda mimitos y buenas caras) y se espera ídem de los espíritus Guías, sean animales o de otro tipo. (Ángeles, seres iluminados o lo que sea) Todo ha de ser domesticado, manso, mimoso, y no ha de dar susto ni llevar la contraria, ni gritar o levantar la loz (rugir, tronar, sacudir) nunca jamás. 

Pero es que es difícil concebir la diversidad de formas de vida "en la energía" si en tu dia a dia nunca las vives tampoco "en lo físico". Y lo que se ama en verdad no es lo salvaje, sino lo doméstico y el peluche. De ahí que a pesar de las palabritas de amor a lo salvaje, como especie estemos extinguiendo justo eso, y en cambio el número de seres domesticados y castrados crezca exponencialmente.

En este sentido, me ha causado muy buena impresión el chamán/sanador transgeneracional Dan Van Kampenhout en su libro "La Sanación viene desde afuera", porque explica que los espíritus ayudantes de los chamanes no deben ser tratados a la ligera, no debe presuponerse que van a tener un comportamiento predecible, y pueden inspirar mucho respeto, ser exigentes, o poner ciertas condiciones para estar presentes junto al sanador y echarle un cable. Porque eso lo veo REALISTA. Es lo que yo he vivido, también.


Cuando he leido que el autor trabaja principalmente con el espíritu del oso, y he visto qu,e en su escritos sobre esta relación, no transmite nada complaciente, me he dicho: "Ah, entonces lo que dice debe ser verdad. Este hombre está viviendo lo que dice que está viviendo"

P.D: Dicho sea de paso, en el mundillo "sanador" está de moda la osa, porque es muy bonita la estampa de la osa y sus oseznos, y todo eso. Pero el oso macho con sus malas pulgas y su costumbre de marcar territorio ya no mola, ¿verdad?. Porque su terrible agresividad es algo más complicado de aceptar. Lo que pasa es que para asumir con propiedad el vínculo espiritual amoroso con un "animal del alma", lo de dejarse de lado a una de sus mitades limita la cuestión, por decirlo de modo sutil.





 

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