domingo, 23 de agosto de 2015

Anubis y los "poros del sueño".

(Arriba, talla de Nuestra Señora de la catedral de Toledo)
 
(Creo que esto ya lo he contado alguna vez, así que igual me repito, pero como no recuerdo dónde lo escribí, y hoy volvió a mi recuerdo, lo vuelvo a narrar y ahí queda eso)

Era un domingo como otro cualquiera. Vivía en un pueblecito de la España profunda y me enteré de que en una población vecina se celebraba una fiesta local. El momento clave se desarrollaba en una iglesia a la cual acudían las personas a hacer una ofrenda floral a la Virgen María. Me estaba leyendo el programa de fiestas, por si había algo que me interesara ver, aunque fuera como curiosidad, cuando mi cuerpo me avisó de que la energía a la que llamo Anubis estaba presente. 

La sensación es muy entrañable, o sea, muy de las vísceras, e inconfundible. Como si de repente me aplomara y tuviera una contundencia especial, y al mismo tiempo más visión. No sé describirlo muy bien porque no tengo con qué comparar, pero vamos a decir que para mí, cada energía a las que doy "voz" se acompaña de sensaciones físicas distintas. Ninguna es como las demás, y cuando llevas años sintiendo a algunas de ellas ya las distingues enseguida.

Total, que Anubis rondaba el escenario y me detuve a escucharlo: "Estaría bien que fueras a ver esa ofrenda floral. Hay ahí una enseñanza para ti". Hum. No es que me apeteciera mucho ir a una iglesia abarrotada de gente. No soy católica pero además no me gustan los lugares muy llenos. 

"Vete, por favor. Aquel es un buen lugar para que aprendas algo"- insistió Anubis. 
Así que le hice caso y fui. Esta es la vida de una aprendiza de chamán: no vas a los lugares de ese tipo porque necesariamente creas en ellos, o porque pienses que ese es tu lugar, sino porque la energía te lleva allí con la intención de enseñarte algo, o de que vivas una experiencia específica.

Conseguí llegar a tiempo para sentarme e intenté sentir cuál era la enseñanza. ¿Se trataba de algo relacionado con la Virgen María? ¿Con las flores? ¿Con el largo cántico que las mujeres del pueblo le estaban dedicando? Pues no. La presencia de Anubis se fue haciendo más y más intensa, casi sólida, hasta que pudo retumbar su voz en mi interior sin ser distraída por todo el "ruido" externo (que no era poco)
 Y me dijo:
- Mira hacia la imagen de María.
- Ya la veo.
- ¿Y qué ves?
- Una mujer sentada con el hijo en brazos.
- ¿Y qué más?
- ¿Las flores...?
- ¿Y qué más?
- No veo nada más. ¿A qué te refieres?
- Mira lo que yo veo: esto no es un trozo de madera, ni tampoco es la Virgen María. Esto es un poro del sueño.
- ¿Quéee?
- Estás mirando un poro del sueño.
- ¿Cómo dices? No entiendo nada. ¿Qué es un poro del sueño?
- Un poro es un punto donde se comunican dos mundos, dos espacios, dos niveles, dos dimensiones...Un poro del sueño es un punto donde es posible pasar del estado de conciencia corriente que lleváis (dormidos) a otro estado (más despierto); o salir de un sueño (el vuestro) a otro (el del mundo de las fuerzas sagradas)
- ¿Y cómo es que esta imagen religiosa es un poro del sueño? ¿Me estás diciendo que fue creada por alguien que tenía conocimientos espirituales o mágicos, y que la dotó de una capacidad especial?
- No, no me refiero a eso. Esta imagen es un poro del sueño porque la gente la mira sintiendo que es especial. No porque lo sea debido a la manera en que ha sido hecha.
- Pero entonces ¿cómo funciona la cosa?
- Cuando la gente mira a esta imagen creyendo que a través de ella les mira la Virgen María, se abren a recibir las energías sagradas asociadas a ello. Con lo cual, en este caso, las personas se abren a conectar, siquiera sutilmente, con la energía de La Madre.
- Hummm...
- Mira hija mía, te he hecho venir hasta aquí para decirte: NO JUZGUES las creencias ni las imágenes que los demás utilizan. Mientras no te agredan o intenten atentar contra tu libertad, no vayas en su contra, no te interpongas, no te metas ni juzgues a nadie. Porque para nosotros, para las energías sagradas que venimos y vamos de La Divinidad "Una" a vosotros, todas las imágenes, todas estas cosas, no son más que Poros del Sueño que podemos utilizar (y de hecho, usamos) para entrar y salir de vuestro mundo mental, si es necesario. Y es así para todas las imágenes religiosas, rituales o míticas del mundo. Para todas. Pero también para cualquier cosa que el ser humano mire pensando que es "especial" o que eso le conecta más con la divinidad: un árbol, una piedra, el mar... ¿Entiendes hija? Todo lo que veis es, para nosotros, como un escenario de teatro del que podemos entrar y salir. Todo.

Me quedé pensando. Luego dije:
- Pero...Si todo es escenario...¿No podéis entrar y salir por cualquier parte?
- Quien mira hacia todo creyendo que está encerrado en un mundo plano y sin conexión con lo sagrado, cierra todos los poros porque no se abre a recibir la energía sagrada. Y nosotros no forzamos a nadie a ser "tocado" o "ayudado" por nuestra energía. Quien mira alrededor y ve "algunos puntos" sagrados, nos permite usarlos. Esos puntos son, generalmente, imágenes devocionales o elementos naturales que se consideran sagrados.
- O sea que las personas que creen en las imágenes sagradas, o por lo menos las tienen, están en ventaja, para ser ayudados, respecto a las que no creen en nada.
- Si sólo crees en el escenario y además lo ves como algo sin conexión con lo divino, te atrapas a ti mismo en esa dimensión limitada. Te cierras al Misterio, al Más Allá. Y a las energías sagradas les cuesta mucho más acceder a ti. (Tal vez lo logren cuando las barreras están más bajas, como durante el sueño, pero no siempre) Se necesitan poros, siempre, para acceder a la jaula mental en la que vivís.
- Hummm... Interesante perspectiva.
- Quería que vinieras para que dejaras de juzgar las creencias de la gente de tu cultura. Te estoy dando o transfiriendo parte de mi visión para que veas lo que yo y otros vemos: todo esto, todo lo que hay dentro de esta iglesia, no son más que poros del sueño. Cuando la gente se siente atrapada y asfixiada, viene a estos poros y, si se relaja un poco o entra en un modo de "confianza", podemos acceder a su ser desde nuestra dimensión libre y ayudarle dándole energía, ánimos, sostén o un poco de claridad.

Me quedé reflexionando. Procesando. Anubis me decía: "Ten, te doy mis ojos un ratito. Mira el mundo desde mi perspectiva". Y yo accedí, y de repente lo veía todo desde una ternura rayante en el cariño compasivo. Las imágenes religiosas me parecieron como las muñequitas y muñequitos con los que juegan tantos niños. Porque los humanos éramos como niños muy , muy poco conscientes, a los ojos de Anubis. Y todas esas imágenes eran como juguetes que personas muy dormidas y muy angustiadas utilizaban para sentirse acompañados, o para expresar algo, nada más. No lo podía ver como algo digno de desprecio. Comprendí cuánta soberbia intelectual había albergado. Qué absurdo era despreciar algo así, todo por creerse más despierto o más maduro que los demás.

- Me gusta que lo veas así -me dijo Anubis- porque algún día te pediremos que ayudes a los muertos que permanecen atrapados en dimensiones religiosas. Las dimensiones carcelarias de la Iglesia Católica, por ejemplo. Y si no has comprendido esto, no les podrás ayudar. Porque no podrás entrar por los poros del sueño a rescatar a esos dormidos.
- Un momento ¿quieres decir que "cualquiera" puede entrar por un poro del sueño?
- No cualquiera. Hay que saber, y haber visto que vivís en un "escenario". Pero los seres y las energías que ayudan sí pueden hacerlo.
- Pero ¿cómo podría entrar yo por un poro del sueño?
- Si hay alguien atrapado en un "espacio mental eclesial" del que no sabe salir, por ejemplo porque cree que no tiene perdón, o porque está esperando que le venga a buscar determinada "presencia" o entidad religiosa, entonces puedes acceder a esa persona a través de los puntos que él considera que son "puertas" de conexión con el Más Allá.
- Pero vamos a ver: si hay alguien esperando a Jesucristo, por poner un ejemplo, y reza ante una imagen de Cristo ¿cómo voy a ir yo a buscarlo? ¡No me voy a hacer pasar por Jesucristo...!
- Tú puedes actuar como un eslabón que conecte a esa persona con la energía sagrada que busca.
- Pero ¿por qué no va directamente Cristo a por esa persona?
- Querida, no es un tema de si Cristo va o no va a por nadie. El meollo del asunto es lo que la gente cree y está dispuesta a aceptar. Alguien muy enfocado en su limitación e indignidad, difícilmente se deja encontrar por las energías que considera más sagradas. Aunque rece a Cristo o a quien sea que rece, si en su interior no cree de veras que lo "merezca", no va a hacerse accesible a esa energía. Ahí es donde los eslabones pueden ayudar. Porque si te sientes indigno o incapaz, es mucho más fácil aceptar la energía de una persona bondadosa que no la de "Dios" directamente.
- No lo termino de entender.
- Con la práctica lo verás y comprenderás a qué me refiero. Lo que importa ahora es que dejes de juzgar los espacios de creencia ajenos, los escenarios religiosos de cada cultura. Que los veas como lo que son: sólo escenarios de sueños. Porque todo esto, para nosotros, no son más que sueños dentro de sueños, y los poros del sueño son puntos de fuga, o de liberación de energías. Si no existieran, la humanidad se asfixiaría en su jaula. La humanidad respira - y transpira- porque se aceptan puntos de misterio.
- Hummm...

Me quedé pensando. La gente a mi alrededor cantaba y las flores iban llenando todo el espacio alrededor de la imagen de la Virgen María. Anubis me decía: "Algunas de estas mujeres, las más abiertas y confiadas, van a recibir, por así, decirlo un rayo filtrado de energía divina de La Madre gracias a estos gestos. No todas, porque muchas no están receptivas, ni confían. Pero algunas, sí. Independientemente de cómo sea el mito cristiano, la imagen de María conecta con LA Madre. Es una cuestión del subconsciente y de cosas muy profundas, donde se mezclan asociaciones de ideas, necesidades internas de la gente y el funcionamiento de la dimensión espiritual. La Madre "aprovecha" y "usa" estos poros de sueño para conectar con el interior de las personas"

Seguí pensando. Contagiada de la mirada de Anubis, sentía un amor compasivo por toda esa gente que, en otro momento, hubiera juzgado como supersticiosa o ignorante. No veía más que niños... Niños asustados y desamparados en un mundo muy cerrado y muy fijo, necesitando un poco de "mamá", un poco de libertad, de aire. De amor.
- ¿Y cómo romper esas cárceles, Anubis? -le pregunté luego-. ¿No sería mejor que no existieran?
- Es imposible que no existan porque se necesita un marco perceptual consensuado para hacer algo juntos. Con lo cual es inevitable limitar lo percibido, filtrar contenidos y fijar parámetros. Ahora bien, hay cárceles y cárceles, y algunas son más ligeras y tienen muchas ventanas. Hay sociedades que han sabido entrar y salir de sus espacios con mucha facilidad. En cambio, hay otras que se convierten en espacios tan blindados que muchísima gente se termina deseando suicidar, porque no saben cómo salir de allí. Y porque los espacios herméticos siempre se sienten absurdos en una parte del ser que conoce la INMENSIDAD. Lo cerrado es intolerable porque todos procedéis del INFINITO. Si para ti la naturaleza toda es sagrada, vas a tener muchos poros del sueño para respirar y ser accesible a la energía divina. Pero si vives confinada en creencias más limitadas, a veces los poros son sólo imágenes religiosas....o símbolos de algo.
- Hum... Tiene mucho sentido.

Al cabo de un rato volví a preguntar:
- Pero entonces, si crear cárceles es más o menos inevitable ¿cuál es la alternativa?
- Crear poros del sueño según tu gusto y sentir verdadero está bien. Cuantos más, mejor. Toda cultura que integra la espiritualidad crea sus propios poros del sueño, o sus ventanas, o sus espacios sagrados donde permitirse "salir" de lo conocido y ser conectados o atravesados por las fuerzas sagradas. Las casas con ventanales grandes y puertas que se pueden abrir ya no son tan cárceles. Son más hogares. ¿Entiendes? Todo depende cuánta apertura o cerrazón exista al Misterio, al Más allá.
- Si...
- Pero luego existe otro camino...
- ¿Cuál?
- Es el camino final, porque si lo sigues, terminas con lo conocido. Ya no puedes pertenecer a ninguna religión ni cultura. Te vuelves de otra manera. Ya no sientes que los poros te ayuden, te parecen limitados, asfixiantes. Y las ventanas también te parecen poca cosa. Al final hasta el hogar te pesa como una jaula.
- ¿Pero cómo es ese camino final?
- Es el camino que andas cuando te das cuenta de que todo el mundo, todo el escenario, es en si mismo un gigantesco "poro", es decir, que no hay ningún lugar ni espacio donde Dios NO te pueda atravesar, tocar o transformar.
- Oh.
- Ese camino está reservado a los finales, y por eso no todo el mundo lo anda. Porque te saca del marco perceptual consensuado. Y eso te impide participar en los acuerdos mentales de la gente que te rodea, salvo que anden el mismo camino final que tú.
- Hum...
- ¿Y no me preguntas cómo se accede a ese camino?
- Bueno... Sí. ¿Cómo se accede al camino final?
- Aceptando morir.
- Oh.
- Pero morir del todo. Del todo-del todo. No morir para quedarse deambulando por un escenario. Sino para salir del marco, como nosotros. Para atravesarlo, entrar y salir a voluntad. Es el camino de los libres. ¿Entiendes?
- Algo... No mucho.
- Hay diferentes muertes: una, la que te mantiene fijo en tu escenario; dos, la que te libera del marco perceptual habitual. ¿Cuál quieres vivir?
- La segunda.
- ¿Seguro?
- Uhhh...Bueno...Supongo...
- ¿Seguro? ¿Quieres morir y NO quedarte en los lugares que amas?
- Ehm... Esa es una buena pregunta. Porque me gustaría quedarme en los sitios que amo... Bueno, creo. De momento, al menos.
- Pues hasta que no respondas la pregunta, no podrás elegir la muerte segunda con propiedad. Aunque digas que sí, será una impostura fruto de querer ser "más correcta". Y hasta que no elijas la muerte segunda, no podrás andar el camino final.
- Ya veo. Pero si elijo la muerte primera, entonces vosotros me sacaréis un día u otro de mi escenario a través de los poros del sueño.
- Muy bien, lo estás entendiendo a la perfección. Si eligieras quedarte en un sitio de tu elección, por ejemplo porque lo amas, te dejaríamos viviendo ese "sueño" hasta que te cansaras o te sintieras estancada y desearas ir más allá o nos pidieras ayuda. Entonces usaríamos el poro o los poros de tu sueño más adecuados (o las puertas o ventanas) para llegar hasta ti y te sacaríamos de ese escenario.
- Hum. ¡Esto tiene mucha tela, todo junto! Lo tengo que procesar.
- Así es, preciosa. Al final siempre nos encontraremos, tomes la decisión que tomes, y siempre nuestra mano tendida tendrás. Pero ahora tienes algo más en lo que pensar :-)


Y aquí lo dejo porque no hubo más. Este es el cuento de hoy. Feliz fin de domingo ;-)
   
                                                                   * * *

No hay comentarios:

Publicar un comentario