martes, 12 de mayo de 2020

Chamanismo es empezar por el lugar donde están tus pies parados.

22 febrero 2018

¿Qué es el chamanismo? Es una cosmovisión que impregna toda tu vida. Es un modo distinto de vivir, porque implica que has cruzado ciertas fronteras mentales, has percibido (y percibes) el mundo de otra manera, y eso ya forma parte de ti para siempre.

El chamanismo no es un traje de quita y pon. No es el uso de unas maracas o un tambor o la ingestión de sustancias psicoativas. El chamanismo "puede" usar todo eso, pero ni siquiera lo necesita. Porque el instrumento fundamental y básico del chamán es su CUERPO, y teniendo corazón que hace "pom pom", respirando, sintiendo, y - lo fundamental, imprescindible- con conexión y ayuda de los "Espíritus Ayudantes" (que, si eres chamán vocacional, ya te habrán "llamado" y "agarrado" convenientemente) no necesitas nada más.

El chamanismo es una actitud espiritual que implica la vivencia de catarsis emocionales -¡y mentales, por decirlo de algún modo!- que transforman progresivamente y a copia de AÑOS la vida de quien las experimenta. De manera que, del mismo modo que no puedes ir a un cursillo de 1 semana sobre budismo y decir: "ya soy monje budista, y voy a dar consejos a otros con mi budismo", es absurdo y demencial vender cursos o talleres "para convertirse en chamán", y más si son "rápidos".

El chamanismo no se adquiere por fuerza de voluntad. Es una vocación. Es una atracción hacia un camino que te invita primero, te llama a tí de un modo u otro. Luego, sí, hay un componente de esfuerzo personal, de persistencia, de estudio, de práctica, de continuidad. Pero sin el llamado inicial todo lo que hagamos es como comprar trajes de usar y quitar. Puedes comprarte una bata de enfermero y hasta estudiar nociones de enfermería por ahí y ponértela y hacer "prácticas" para ganar un dinerito con gente incauta, pero si no tienes vocación y si no sigues luego años de formación, no eres enfermero. Eres un impostor o impostora. Un usurpador, y te estás apropiando de señales externas de la enfermería para lucrarte, sin serlo.

Para volverse chamán y chamana, algo que se es "de por vida", se requiere una conversión del corazón. Es similar a cuando alguien se convierte a una religión: descubre que todo su ser tiende a ella, que la vive, que le llama, que no puede respirar más sin abrazar ese camino, aún sin entenderlo, porque es un sentir profundo.

Por esa razón, un experto en antropología o un estudioso del chamanismo TAMPOCO es un chamán y no debiera formar a chamanes, salvo que hubiera pasado por el proceso (las experiencias iniciáticas) y la conversión que implica "hacer" además de "estudiar". Porque al final el chamanismo es muy pragmático y busca poner en práctica lo sentido, lo experimentado en trances.

El chamanismo es una cosmovisión espiritual que nace unida a la Tierra, el Cielo, y los elementos de la naturaleza que rodean a cada cultura donde el chamán nace. El chamanismo es, básicamente, cosa de pueblos nativos muy unidos a la Tierra y al Cielo, al bosque, a la selva, al desierto o a los lagos, en definitiva al contexto natural propio de esa cultura. 

Por esa razón, si realmente te conviertes en chamán,si realmente te están guiando los "espíritus" de la tierra, del Cielo y la naturaleza, te llevarán a encarnarte más en el lugar donde estás. No te pedirán que te vistas como los indios de América si vives en Europa, ni que uses plantas propias de la selva si vives en España, ni que te pongas tampoco a hacer "el oriental". Te dirán: Encuentra tus raíces de aquí, desentierra de tu TIERRA MADRE (la tierra donde vives y te crías) el conocimiento que Ella tiene para tí, con las cosas que Ella puede darte.

No te pedirá la Tierra que compres minerales fruto de la explotación minera de paisajes exóticos, porque supuestamente los "necesitas" para hacer cositas chamánicas: te enseñará a hablar con las piedras de TU paisaje. 

No te pedirán los seres verdes que compres especies botánicas exóticas o uses esencias traídas de no sé dónde "porque si no, no funcionará la sanación", sino que te mostrarán aquellas que crecen en TU paisaje, para que las descubras, te hagas su amiga y las uses. 

No te pedirá el agua que vayas y compres agua traída de no sé qué sitio, sino que entres en contacto con las fuentes de TU paisaje y entables una amistad con ellas, y las ayudes si es preciso.

La Tierra es muy práctica, es muy rica, y no es comercial. No necesita que compremos nada, ni quiere que vendamos nada "para ser chamanes". Lo que te hace chamán-hijo de la Tierra, es escuchar a TU tierra y conocer SUS facetas, sus riquezas. Escucharla a Ella con prioridad, y seguir sus consejos, y relacionarte con sus hijos e hijas inclusive humanos (tus vecinos, en suma)

Todos los chamanes de Europa pasamos, tal vez,  por las mismas etapas iniciales de flirteo con culturas nativas exóticas, porque venimos de donde venimos y al principio nos creemos que no hay "conexión" con un sendero de saber propio de nuestra Tierra. Pero si sigues en el camino chamánico y realmente conectas con la Tierra, Ella te dirá, Ella te mostrará lo que hay justo donde tienes los pies parados. Y alucinarás, entonces sí que alucinarás.

Recuerdo la primera vez que quise "ponerme a hacer" un rito personal de comunicación con la Tierra Local que sentía que me llamaba más para vivir este camino (la zona donde vivo ahora) Cuántos años hace de eso, pero aun no se me ha olvidado la ironía con la que "la voz de la Tierra" me habló, al oirme pensar. Porque yo estaba "pensando" en vestirme ceremonialmente, y en mis ideas entraban atuendos tipo indígena. Cintas en la cabeza, plumas y esas cosas. Y la Tierra, muy Abuela de esta Tierra, Ella (aunque yo aún no lo sabía ver), muy práctica y sobria, me dijo con sonrisa de vieja: Uy, pero no te me vas a disfrazar, ¿verdad?
                                                       
Y me dejó ko. Disfrazar. Para mí, aquello era unirme a la que creía que era mi identidad chamánica. Para la Tierra era un disfraz. 

Sencillamente, Ella sabía que yo aún no estaba encarnada , no vivía en mi lugar, no era consciente de mis raíces carnales, no había descubierto mi identidad "surgida de mi cuerpo". Luego me dijo: "No te me disfraces niña, ven y haz el rito pero TAL Y COMO ERES ahora, y tal y como estás siendo. O si no, esto será nada más que otra impostura, otro juego de personajes".

Y así empecé a aprender que se trataba de partir de la propia situación, de la propia tierra, de los propios pies, y de la propia verdad. Y, como en la novela del Alquimista de Coelho (que por una vez y sin que sirva de precedente, cito porque la considero buen símbolo) puedes viajar adonde te salga del chirri, o donde te vendan que es más guay y "poderoso", pero el verdadero tesoro, el tuyo, lo encontrarás en tu tierra. En tus huesos. En tus ancestros. Todo lo otro son cuestiones distintas. 

Puedes incluso ser adoptado por tribus exóticas y consolarte y recibir ayuda y medicina suya. Bien. Bien, porque a veces necesitamos mucho consuelo y fuerza partioendo de donde partimos. Pero hasta que no descubras las raíces profundas de TU legado, te seguirá faltando algo.

***

En todas las partes de la tierra hay una manera de vivir el chamanismo, porque ser chamán significa relacionarse con la energía de la materia, con lo no "evidente", dialogar, mediar entre mundos. Y eso se puede hacer en todas partes. Pero cada paisaje tiene sus particularidades. Llenarse la casa de objetos exóticos chamánicos comprados o traídos de aquí y allá no te convierte en chamán, sino vivir en tu paisaje del mejor modo posible, unida a los elementos de tu paisaje, y creando con ellos tu propio espacio, tu propio refugio, y tu propia manera de "conectar, sentir, escuchar, ver..."

Por eso les diría a las personas afines al chamanismo, que quieren empezar y no saben bien cómo, que desconfíen de las poses, de los "disfraces". Que no por vestirse de modo indio, oriental, exótico, o tribal, se es más chamán. Que no por usar hierbas de América o Asia se es más sabio. Que no por hacer ritos de nativos de otras partes del mundo, se es más conocedor de La Tierra y el Cielo. ¿Qué sentido tiene "necesitar" sustancias que solo pueden ser traidas a tu tierra tras largos y costosos viajes en avión o barco? ¡Venga ya...!

Sin contar con la desvergüenza de la apropiación de signos y ritos de culturas nativas, que muchos que se llaman a si mismos chamanes hacen. Se ponen a hacer talleres y encuentros en los que se visten de manera exótica, o hacen cabañas de sudor, o sahumerios, o beben yagé, o ...(rellenar aquí con lo que sea)... ¡y ni siquiera explican quién les dio PERMISO para venir aquí a hacer todo eso! ¡Quién de aquellos pueblos y tribus les confirió la iniciación o les dio la formación...! Ahhh... Muy mal. Cuando alguien ni siquiera menciona a sus maestros, a sus iniciadores, o a los nativos que le dieron permiso y formación, pero está aquí en España, Francia o Alemania, VENDIENDO esos encuentros, ¡muy mal! Es apropiación, es impostura, y tiene un precio espiritual, todo esto.

Si alguien es honesto, cuando va a dar enseñanza a otros, menciona a sus maestros o explica quién le confirió el conocimiento. Y si no lo recibió de nadie y solo lo soñó, debiera decirlo también porque es un tipo de iniciación distinta, la onírica. Pero andar diciendo : "Yo es que estuve con los indios y me traje esto" no es de recibo. Ya no sólo desoyes a tu tierra, no la escuchas y no desentierras tus herencias, es que encima no das el honor y reconocimiento a quienes te dieron lo que sabes.

O peor aún: mientes, porque nadie te dio la iniciación ni el permiso. Fuiste a ver a "los indios" y te tomaste tú mismo el permiso, por tu cara bonita, tomando cuatro cosas que aprendiste por encima, y ¡además! comercias con ello, cuando en realidad ninguno de estos ritos, que eran y son sagrados en su origen, se crearon para cobrar a nadie ni un duro por ellos.


Escucha a TU Tierra. Y si sientes vocación chamánica, no sigas cantos de sirenas exóticas y agárrate a las piedras de tu paisaje, pues ellas te llevarán a tu tesoro, a tu lugar. Y es que si no sabes conectar con ellas, con las piedras que hay donde vives, entonces es que no has conectado aun con el chamanismo de base, con su esencia. 

O sientes a tu materia, o no "has entrado" por esa puerta. 
No todavía, aunque creas que sí.


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