sábado, 15 de junio de 2013

El mito de la Evolución

(Arriba, "Fallen Angels" de Todd Lockwood)

Uno de los mitos hoy en día más arraigados entre los buscadores espirituales es el de la evolución, a saber, que todo cuanto vivimos nos conduce de manera inexorable a un estado espiritual mejor y más elevado, por fuerza, que el anterior, y que el futuro de la humanidad, por lo tanto, no puede sino culminar en una especie de estallido de dicha, un éxtasis compartido, una multitudinaria ascensión...

Lo primero que a un buscador espiritual de hoy le cuesta siquiera imaginarse es que el concepto de "evolución" es muy moderno (un siglo o dos, máximo). De hecho, algunos postulan que, en realidad, los "espirituales" lo tomaron de la biología (Darwin, etc) Cuando, en su día, la ciencia moderna impuso el dogma evolutivo, la idea fue tan rompedora y se puso tan de moda, que influiría a toda clase de pensadores, incluídas las personas que terminaron siendo los gurús espirituales de su época. Estas actuarían sin mala fe, simplemente como los gurús contemporáneos que, influídos e impactados por las ideas de la física cuántica, extrapolan sus principios a la vida espiritual y a la energía de las personas.

Yo no tengo ni idea de si esta tesis es cierta, porque ha habido mucho de "canalizado" entre las personas que han puesto los pilares de las creencias espirituales más modernas, y no sé si estas canalizaciones fueron realmente contaminadas por ideas previamente escuchadas (el impacto de Darwin fue enorme), o si realmente hubo, hum, llamémosle "entidades" espirituales sugiriendo la adopción de esta creencia (=que todo evoluciona inexorablemente hacia su perfección) a los humanos que les escuchaban.

En todo caso, es hora de recordar que, antes de esta época moderna, tal concepto ni se pasaba por las mientes a los "creyentes". Ni a los adscritos a religiones organizadas (budismo, judaísmo, cristianismo, islam, etc) ni a los que, como los chamanes indígenas, pertenecían a sociedades donde las creencias se construían más "personalmente" y se reelaboraban más a menudo, según la información que los chamanes extrajeran de sus últimas experiencias visionarias. Existe algún concepto parecido a la evolucion espiritual en el judaísmo y en el cristianismo, según el cual un día viviremos una era de esplendor o realización de la humanidad, pero ninguna de ambas religiones habla de "evolución" como de un proceso más o menos lineal que lleva a una culminación. Los judíos relacionan la futura era dorada con el advenimiento de la era mesiánica, y los cristianos con la segunda venida de Cristo, y en ambos casos este "advenimiento" no depende tanto de un "perfeccionamiento" lineal y sostenido de la humanidad, sino de los misteriosos e inescrutables designios de Lo Alto.

Es más, para los cristianos, este advenimiento tiene lugar con una condición previa: ha de haber un Fin del mundo horroroso, un apocalipsis lleno de oscuridad, tragedias y toda clase de males y sufrimientos, porque implicará, este armaggedon, una gran destrucción (Angeles Destructores a tutiplén) y además la "liberación" de las potencias malignas, que dominarán la tierra completamente y a su antojo. Con lo cual está claro que no estamos hablando de unas creencias evolucionistas, o por lo menos no de manera lineal. Sencillamente, Dios permite lo que permite vete tú a saber por qué, y cuando llegue el momento (que nadie sabe cuándo será), llegará la Jerusalén Celestial y todo se transformará, etcétera.

Conste que no comparto todos los puntos antes citados, pero los comento porque creo que es interesante saber de dónde vienen nuestras creencias, para intuir adónde van. Conocer la historia de nuestros mitos, o incluso su arqueología, es útil porque nos confiere sentido común, humildad, conocimiento de nuestra justa verdad y, en definitiva, sensatez. O al menos yo lo veo así.

Dicho lo dicho, y habiendo roto la ilusión o espejismo de que el concepto de evolución es algo "natural", lógico o innato en la espiritualidad del ser humano, no me parece tan imposible imaginar que la ruptura entre las creencias más extendidas antiguamente (no evolutivas), y las que hoy están más de moda (excepto para los millones de personas que siguen profesando las religiones más viejas) se haya debido a una influencia (involuntaria, seguramente) de parte de las ideas científicas. Ahora bien, incluso si observamos en qué quedan estas ideas científicas cuando nos referimos a UNA especie en particular (como lo es la humana, una simple especie), veremos que:

1- Existen especies que, como las de los dinosaurios, terminaron su vida más o menos abruptamente, y más o menos "con un franco deterioro", sin que su final, más o menos generalizado y más o menos rápido, les condujera a...hum...algo así como un "alto nivel espiritual". (Broma: ¿Alguien tiene como Guía Espiritual a un triceratops? ¿A un tiranosaurus Rex? ¿A un diplodocus?. Ya sin bromas: la percepción que, en mis trances visionarios, he tenido de estos "espíritus", es que no todos trascendieron demasiado, ni les "encantó" su final. Pero ése es otro tema...)

2- Ya sin hablar de especies extintas de animales no humanos que no parece que "ascendieran", podemos ver (la historia nos explica) que hubo especies humanas que, según parece, se extinguieron de manera abrupta (como los neandertales) sin que sepamos si ascendieron o no. En fin, habría mucho que hablar acerca de lo que es o implica la "ascensión" posible (menudo tema, ése), pero en todo caso la pregunta es: si la evolución conduce a las especies hacia su perfección espiritual, ¿qué pasó con las especies humanas extintas? Por lo visto, fueron arrinconadas por otras más agresivas. Pongamos que el neandertal fuera una especie de "pacifista"...Entonces, si la evolución es tal y como aseguran que es los gurús de la espiritualidad evolucionista, ¿no hubiera debido permanecer el pacifismo en la humanidad, como un logro alcanzado que desde entonces afectara al resto? ¿O a qué llamamos humanidad? ¿Qué somos, en realidad...? Ni siquiera los científicos tienen claro todo el proceso evolutivo, cómo llegamos a ser lo que somos. Les faltan piezas.

3- Mirando a otros pueblos humanos de la misma especie que nosotros, ACTUALES, vemos cómo son masacrados en todas partes del planeta los indígenas, sin importar cuán avanzados estén espiritualmente. Es más: los que se están quedando con toda la Tierra y con todo el poder, no son precisamente los "mejores". ¿No choca ésto con la idea evolucionista de que vamos a mejor, y de que los logros espirituales de unos son asumidos ya por el resto, y así la humanidad mejora sin cesar?

4- Viendo esto, yo saco mi conclusión: No hay tal cosa como una evolución global y lineal que necesariamente termine en "lo mejor" y catapulte a los humanos al estrellato, y lo digo con segundas (ascender a las estrellas, por ejemplo) Pienso que esta idea sólo puede surgir de mentes que viven actualmente en una parte del mundo privilegiada, que todavía no ha experimentado el exterminio, el sadismo y la crueldad por parte de quienes se están merendando el planeta a velocidad de plaga. Es decir: a mi entender el mito de la evolución es un producto no sólo moderno, sino típico de: 1, Occidente; 2, clases medias altas con poco que perder y poco sufrimiento a sus espaldas; 3, gente que no es consciente, aún, de en qué fase planetaria y humana nos encontramos.

No soy la única que lo ve así, pero en mí hay una rareza: la mayor parte de las personas que opinan que la evolución "espiritualmente a mejor" es un mito, son ateas, agnósticas y, yendo al otro extremo, creen en alguna de las religiones más extendidas (por ejemplo, las ramas cristianas que directamente niegan la teoría de la evolución de Darwin) En cuanto a las personas "creyentes" de mi tipo, o sea, individuos que tienen su propia búsqueda y experiencias y no se casan, en principio, con ninguna de las religiones organizadas, la mayoría sí creen en la evolución. Así que, a veces, me siento bastante "bicho raro" por no comulgar con este dogma espiritual moderno, pero qué le haremos, he de ser fiel a mi verdad.

En cuanto a mis Guías...Bueno, ellos fueron los culpables de mi des-creencia evolutiva. Anubis fue el primero que se carcajeó de la palabra "evolución" cuando yo la dije (repitiendo inocentemente los conceptos leídos en algún libro de moda) Aún recuerdo el impacto de su risa: "¿Evolución? Alma de Dios, ¿no ves cómo está el mundo? ¿De qué evolución me hablas? ¡Habéis vivido tiempos mucho mejores, créeme! Estais espiritualmente mucho peor que muchos pueblos humanos antiguos. En todo caso, habéis in-volucionado. Estáis caídos, ni más ni menos. Caídos, amnésicos, enfermos y perdidos". Quise protestar y entonces vinieron las charlas, las explicaciones...Pero los que cortaron por lo sano todas mis dudas y mis "peros" fueron los ángeles. Ellos, con su majestuosa parquedad, me rompieron todos los esquemas al decirme: "Si existiera esa evolución espiritual de la que hablas, no podrías seguir eligiendo tomar unos caminos espirituales u otros. Pero no es así. Puedes, en cada momento, tomar senderos distintos, e incluso desdecirte de lo que prometiste realizar tiempo atrás. Existe la libertad interior, y por lo tanto, no existe una evolución "a mejor" inexorable. El "mal" no existiría, si esa evolución fuera real. Hace mucho que habría sido eliminado de la faz de la tierra, porque todos los seres humanos han vivido al menos algunos momentos de bondad y de sabiduría en los que han elegido hacer el bien..."

La libertad. Claro. Por eso los ángeles me venían a preguntar una y otra vez si seguía queriendo tomar los mismos caminos y, cíclicamente, vuelven otros Guías a preguntarme lo mismo. A pedirme que confirme mis elecciones, o las rebata. A pedirme que revise mi hoja de ruta y tome o deje algunas actitudes, algunos caminos. Se suceden las encrucijadas sin cesar, tanto que, al principio, me chocaba ésto y no lo entendía. Les preguntaba: "Pero ¿por qué volvéis a preguntarme lo mismo, si ya dije hace x tiempo - días, semanas, meses, años- que quería ir por ese camino?". Respuesta: "Porque el hecho de que hace x tiempo decidieras aquello, no te ata para siempre. En cada momento puedes cambiar, pues sigues siendo libre".

Descubrí, asombrada, que a una parte de mí le asustaba TANTA libertad, y que casi deseaba recibir órdenes que cumplir (Instrucciones espirituales, lo llaman algunos) Todo porque tenía miedo de equivocarme, de elegir erróneamente un camino que me trajera (a mi o a otros) sufrimiento o daño estéril. Descubrí, anonadada, que estamos programados para obedecer, bajo la amenaza de "no ser buenos" (y por lo tanto, rechazados o no amados por parte de nuestros padres, lo cual se extrapola a Dios) Yo quería saber qué tenía que hacer, pero esperaba que "eso" me lo dijeran mis Guías, como si fueran retransmisores de un telegrama divino que dijera: "Tu misión es hacer esto o aquello". Y mi ruptura de esquemas fue total cuando ví que no iba a ser así. Que los ángeles me empujaban a ser libre, (¡libre incluso para cometer lo "incorrecto" o para actuar con malicia, resentimiento, etc!) y que cuando yo, desesperada, les preguntaba: "Pero ¿qué quiere Dios de mí?", deseando cumplir Su voluntad (para ser buena chica y por lo tanto, amada), su respuesta era: "Dios sólo quiere que SEAS en plenitud, que te realices, que seas feliz". "Ok- decía yo- pero ¿cómo se hace eso?" "Eso es lo que debes descubrir por tí misma, y ten paciencia porque lleva su tiempo..."

Cuando finalmente comprendí de QUÉ se trataba el asunto del "camino" o "Vida espiritual" que los ángeles enseñaban, también supe que nunca lo había siquiera iniciado, y que, además, nunca nadie me había enseñado o guiado para andar un camino así. Guiada para volverme NATURAL (tal y como ellos decían) Guiada para SER. Guiada, ¡pero...libre!. "Tú eliges"- empezó a ser su eterna respuesta.

Así que tuve que asumir al error como parte de mi camino, ya que era un posible fruto de mis elecciones, máximo si tenemos en cuenta que partimos de mucha ignorancia. Y sí, desde entonces me he equivocado muchas veces. Algunas, de manera tan estrepitosa y tremenda, que me costaron una "caída" en toda regla. Es decir: he experimentado la falacia del mito evolutivo en carne propia. Puedes rebajarte, recortarte, deteriorarte de mala manera incluso después de haber experimentado etapas sublimes de conexión con lo divino, donde te parecía que de ahí al Paraíso Eterno no había ya distancia, ni tiempo. Que ibas a seguir siendo feliz para siempre. Que todo rularía como la seda desde entonces, que la omnisciencia de esos instantes permanecería para siempre. Pero si hay una ley cósmica que funcione, es la de la oscilación. El cambio. El tránsito. No hay nada asegurado, nunca.

(A la izda., ascensión de Cristo, según Catherine Andrews)

Es decir, sí existe una evolución consistente en la mejora, el ascenso espiritual y el perfeccionamiento, pero ésta no es ni lineal, ni sostenida, ni global (toda la humanidad al unísono). Puedes aprender algo, como quien va a la escuela, y puedes perder ese conocimiento por un golpe en la cabeza, o por dejarlo sin utilizar. También puedes convertirte en una arpía después de haber sido santa, si , por ejemplo, permites que se te acumule el resentimiento por dentro y termine degenerando en un odio soterrado que domine tus elecciones inconscientes. Negar esto es negar nuestra parcela de libertad interior, o afirmarla como válida sólo para unas elecciones y momentos, pero no para todos (lo cual plantea muchos problemas de coherencia) Pero a nuestra mentalidad infantil le resultaría más consolador creer en "la evolución" sin retorno, porque implica adquirir seguridades. La tranquilidad de que, una vez realizada una elección correcta, o habiendo experimentrado algunos seres humanos la "ascensión", la humanidad en general sólo podrá ir a mejor...Al final, me quedo con el eterno consejo que tanto Cristo como los chamanes indígenas de todo el mundo han dado a los demás: "Estad atentos" (=No os durmáis en los laureles. Elegid consciencia frente a inconsciencia) Y perseverad en esa dirección.

En cuanto al futuro próximo de la humanidad, después de esto creo que se entenderá mejor mi opinión, que se resume en: No, no vamos a vivir en breve un "salto evolutivo global" como seres humanos, y mejor no digo lo que opino del 2012 porque la ibamos a liar (No sé si se notó, pero no colgué ni un solo post de celebración , ni sobre el 2012, en mi facebook, ni en mis blogs). En todo caso, me parece que vamos directos a una enorme oscuridad colectiva que será lo más parecido al mítico Apocalipsis, en la cual, eso sí, algunos grupos humanos que SI estén despiertos y sepan lo que se cuece, brillarán como antorchas en las catatumbas, sosteniendo la consciencia y la luz de manera que ésta pueda ser retransimitida, casi como una semilla secreta, a las generaciones venideras. Pero por lo demás, basta con abrir los ojos, mirar al mundo humano de todo el planeta, ¡y no sólo a nuestro grupito de gente afín, por favor!, para ver hacia adónde vamos a corto plazo. Y considero una grave ofensa hacia los destruídos y masacrados por los poderes surgidos del "mundo occidental" seguir afirmando sin sonrojo alguno que "vamos a mejor, y en breve todo cambiará, y los hasta ahora oprimidos volverán a ser dueños de la Tierra", porque es negar lo que está sucediendo. Es negar el mismísimo sufrimiento de la Madre Tierra, ante la masacre dolorosa y cruel de millones de sus hijos inocentes (humanos y no humanos)
                                            (Arriba, ilustración de Mieczyslav Koscielniak)

Ella misma me quitó de la cabeza la idea de un próximo "salto evolutivo" colectivo y lo retrasó muchísimo en mi mente, cuando, un día, me dijo: "Hija mía, te aseguro que no habrá ascensión colectiva hasta que todos y cada uno de estos pequeños espíritus que sufren hayan sido acogidos, consolados y restaurados." Y se referia, en ese momento, a los espíritus de niños asesinados o torturados, que son millones en la tierra. Yo me acababa de encontrar con uno de ellos (una niña raptada, asesinada, descuartizada y enterrada secretamente en una obra de cemento, que vino buscando ayuda en sueños), y la Tierra me dijo esto. Entendí, entonces, que la "ascensión" de la humanidad como ente colectivo iba para largo. Que la visión más realista, tal vez, era la de los budistas que se comprometen en la ayuda incansable hacia los seres que sufren, para liberar a la humanidad del "samsara" o rueda cíclica (y no "evolutiva") de sufrimientos. O la del verdadero cristianismo, cuya única y principal idea es ayudar a los demás y compartir la vida del mejor modo posible, como Jesucristo hizo en su día. Y que, teniendo en cuenta que en muchos países del mundo los niños siguen siendo pasto de sadismo y crueldad generalizadas y casi institucionalizadas, sólo por su sufrimiento sin atender la humanidad quedará lastrada, anclada durante mucho más tiempo en la "rueda del dolor". Porque, además, la moda de la creencia evolutiva cierra los ojos ante estas realidades, las rehúye. Puesto que enseña que "todo sucede por alguna razón" o "todo lo que sucede, está bien", anestesia el natural deseo de ayudar que surge en el interior de los seres con una asumida vocación espiritual. Ya que razonan que, si todo "está bien", no hace falta preocuparse por los millones de inocentes masacrados, pues seguramente sus almas lo estarán superando, o habrán, incluso, ¡evolucionado aún más gracias a su trauma!

Estoy siendo muy dura, lo admito, pero es que tal vez acabo de dejar atrás una encrucijada más, en la que se dirimía si iba a atreverme a decir cómo veía ciertas cosas, o sencillamente miraría hacia otra parte, para no incomodar o molestar a otros.

Así que aunque opino que vamos hacia un Gran Final que, como cualquier otro final de era (caída del Imperio Romano, etcétera), no va a ser la "fiesta" que muchos esperan vivir, en plan "se acabó lo malo, pasemos a otra cosa, mariposa". Y aunque espero que este Final termine con un nuevo inicio, un cambio que rectifique esta "caída" tan estrepitosa, lo veo crudo y muy a largo plazo. De hecho, no puedo sino recordar lo que me dijo Anubis en su día, hace años, cuando se inició la comunicación más fluída con él: "Pero vamos a ver, hija mía. Si yo vuelvo a emerger en la consciencia humana, si yo estoy regresando, ¿por qué crees que es?" Yo respondí: "Pues teniendo en cuenta que eres un Guía de Muertos, una de dos: o estamos muertos, o vamos a morir" Y Anubis, sin decirme nada, me miró con intensidad, casi diría que disfrutando por mi toma de consciencia. Pero luego añadió: "Y sin embargo, ambas opciones son verdad".














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