sábado, 22 de junio de 2013

¿La "culpa" es de las religiones?

(Arriba: "El legado" de Cristophe Vacher)

De un tiempo a esta parte, no sé si porque estoy más sensible, o porque realmente abundan más, no paro de ver mensajes, consignas y artículos culpando a las religiones (especialmente a la cristiana, tal vez por ser próxima) de todos los males que padece la sociedad. Se acusa a las religiones de fomentar un espíritu sumiso y de encefalograma plano, de inducir a la intolerancia, el machismo, etc.
Esto me produce asombro, porque es muy fácil ver que los países donde se impuso el ateísmo (comunismo, por ejemplo) no están exentos de todos estos vicios. Es más, si miramos por ejemplo a China, con el enorme infanticidio femenino, cabe preguntarse: ¿De veras la Iglesia es la causante del machismo?¿Lo es cualquier religión? ¿Por qué están tan mal las mujeres en China...?

La verdad es muy simple: las religiones, todas ellas, surgen de algún fundador, el cual a su vez surge de una sociedad. Como seres humanos que son, los fundadores de religiones no escapan a las limitaciones y condicionamientos culturales propios de su tiempo y grupo social/cultural. Y esto es así por muy super hombres que fueran, y eso considerando que lo fueran, cosa que los ateos no creen. Así que, yo les diría a los ateos que tan furibundamente atacan a las religiones como si fueran la "raíz" del mal: ¿De veras creéis que los fundadores de las religiones son hombres como los demás? ¿No será que creéis, secretamente, que no son humanos o que son super hombres? ¡A ver si vais a ser más creyentes que nadie! Porque si creéis que son hombres, es fácil ver que la religión por ellos fundada es una creación humana, y por lo tanto un fruto de su tiempo y de su sociedad. ¿A qué extrañarse tanto, entonces, de que la religión acoja muchos de los mismos errores que existen en esa sociedad? Sólo creyendo que la religión "debería" ser algo divino, es posible exigirle una perfección y pureza impolutas, y enfadarse con tremenda rabia cuando se descubre que no es así. Uno se siente estafado (e indignado) sólo cuando previamente creyó lo contrario.

Yo no creo que las religiones sean divinas, ni obra de Dios. Lo siento, soy creyente, creo en Dios, pero no en las religiones como "su obra directa y perfecta". Las religiones son obras de hombres que, eso sí, intentaban estar más conectados con Dios, y ayudar a otros a vivir lo mismo. El significado etimológico de religión es "re-ligar", y se refiere precisamente a esto: al deseo de re-ligar al ser humano con Dios. Esto alude al hecho de que las religiones surgieron de la percepción de que se necesitaba volver a unir al hombre con lo sagrado, pues esta conexión o fluidez comunicativa se había perdido. No es casual que prácticamente todos los fundadores de religiones fueran hombres visionarios y "oyentes", capaces de "percibir" señales desde el "Otro lado", mensajes dados por seres espirituales, ángeles, divinidades, etc. Hay que leer sus biografías para comprenderles y entender mejor el origen de las religiones fundadas por elloos.

Pero no se puede olvidar que eran seres humanos quienes "oían" o "veían", y por lo tanto traducían la experiencia pasándola por el filtro de su personalidad, de su cultura y de -al menos- parte de sus creencias previas. Muchas personas que rabian contra la religión se quejan, por ejemplo, de que todos los fundadores fueron hombres, y acusan a la religión de ser machista por esa razón. Pero en realidad, es lógico que sólo haya habido fundadores reconocidos masculinos en sociedades donde la mujer era un cero a la izquierda. Aunque hubiera habido una mujer "conectada" capaz de fundar algo (que seguro que las hubo), la hubieran matado, o ridiculizado.

Adonde quiero ir a parar es al hecho de que el machismo, así como otros vicios (intolerancia a la diferencia, fanatismo, cerrazçón, conservadurismo) no son creaciones de las religiones, sino de las sociedades que, a su vez, crearon a las religiones. No sé si ve claro lo que quiero decir, pero para mí es obvio dónde está la "raíz" del mal, y no es el la religión, sino en la manera de pensar y organizarse de las sociedades que, por alguna razón (y probablemente, más por inercias inconscientes que por ideologías en principio bien elaboradas), degeneraron en todas esas cosas. Lo que sucede es que la religión, al acoger y ensalzar (dando volumen e intensidad) parte de esta ideología social, ha contribuído (y contribuye) a perpetuarla. Es como hacer un monumento de piedra que preserva una idea, o un concepto: éste durará más en la mente de los hombres, solo por el hecho de haber construído algo tan perenne, capaz de sobrevivir a las generaciones. En este sentido, las religiones sí son responsables de la "duración" de ciertas ideas, pero sólo si no se reforman ni transforman (cosa que, en algunos casos, sí se ha producido. Por ejemplo, del deseo de reformar y mejorar surgen múltiples variantes del cristianismo, y hoy en día, en algunas hasta se ordenan sacerdotisas mujeres, aunque esto es una minoría)

Así que el problema de las religiones, para mí, es otro, y empieza por el hecho de que éstas, como cualquier otra institución humana, recogen estos "males" de su sociedad y no siempre saben rectificarlos. A veces lo han intentado, con mayor o menor fortuna, como en el caso de Jesucristo, quien quiso luchar contra el machismo de su tiempo e incluyó mujeres entre sus discípulas y confidentes, para escándalo de sus colegas hombres. La leyenda cristiana otorga a las mujeres un rol prioritario, especialmente en la etapa post-mortem de Jesús, ya que fueron mujeres las únicas que acudieron a la tumba a embalsamar su cuerpo; las únicas que descubrieron que el cuerpo no estaba; y las primeras a las que éste se "apareció". ¡Todo un honor!. Al margen de que uno se crea esta leyenda o no, lo que importa es lo que significa, y está claro que el cristianismo primordial era mucho más revolucionario que "la construcción" jerárquica, imperial, machista y acartonada en la que se convirtió después.

Así que uno se podría preguntar, incluso, hasta qué punto llega el poder transformador y revolucionario de un hombre con visión espiritual y con verdadera intención de modificar las injusticias sociales. A mí me da la sensación de que, por más sagrado, santo o "dios" que sea un fundador, su potencia transformadora se puede estrellar contra la masa colectiva de millones de personas que piensan lo contrario, con lo cual, aunque muchas personas sí vivan cambios profundos gracias a su mensaje, éste se ve invariablemente manipulado, desviado, oscurecido o empequeñecido. Somos como somos, y el poder de uno solo llega hasta donde llega. No es posible olvidar el poder de millones, así es la cosa, y de ahí que los posibles cambios se gesten siempre muy lentamente...Yo siempre les digo a los que creen que el mundo está cambiando "rápidamente" para bien, que no sólo se fijen en los círculos de seres humanos privilegiados que "trabajan la nueva espiritualidad" en nuestra sociedad. También hay que mirar al resto del mundo, y eso nos dará una idea de cuánto puede tardar un cambio, si es que llega a producirse.

El hecho de que sean las sociedades el nido donde se cuecen los errores y vicios humanos, y no tal religión o tal otra, explica porqué cosas como el machismo existen en prácticamente todas las culturas del mundo (si exceptuamos algunas tribus indígenas o culturas minoritarias, que, por cierto, no son ateas), inclusive en estados que se declaran ateos. También explica que tantas religiones (casi todas) releguen a la mujer a un segundo plano, sin importar si son orientales, occidentales, del norte o del sur. Y ojo, porque hay muchos modos de relegar a la mujer o empequeñecerla, y algunos no son evidentes. Reglamentar de manera rígida qué es lo que "tiene" que hacer una mujer o qué es lo que no, ya es un modo de recortar sus potenciales y oprimirla. La mayor parte de las sociedades han hecho esto, convirtiéndose en estructuras asfixiantes para sus miembros (a menudo, inclusive para los varones)

Así que el problema del "mal", para ser comprendido, ha de ser enfocado con ayuda de la antropología. Porque observando qué clase de estructuras sociales surgen en diferentes tribus o comunidades, y los vicios y virtudes de las mismas, es más fácil deducir qué costumbres, qué inercias o qué pensamientos y creencias de base originan los problemas posteriores. No hay sociedades 100% perfectas, pero el estudio comparativo de las mismas arroja luz sobre algunos problemas que a nosotros nos parecen irresolubles. En el caso de las religiones, queda más que claro que ser creyente no causa "el mal". Sólo si crees en según qué. Y, en todo caso, esa creencia surge de tu sociedad, con lo cual...

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