lunes, 26 de febrero de 2018

Las brujas muertas y enfadadas.

(Primero de una serie de posts escritos a primeros de noviembre del 2017, sobre la brujería, por ser la "semana de los muertos")

La cosa son las brujas muertas, pero las brujas de verdad. No las múltiples mujeres "acusadas de brujería" (que es un tema muy amplio y ramificado) sino las brujas-brujas, es decir, las que se dedicaban a "la energía", la videncia, la mediumnidad (hoy lo llaman canalizar), a la sanación fuera de los estamentos médicos oficiales (imposición de manos, hierbas, ensalmos, bendiciones, limpiezas de energía, etc) Las mujeres que no era científicas incomprendidas, ni parteras, ni doctoras, ni herejes, ni pobres mujeres solas acosadas por envidias o recelos, o por lo que fuera, sino por ser brujas de veras. Porque aunque hubo mujeres de las otras acusadas de brujas sin serlo, también hubo las brujas de veras.

Y sin tanto folklore, sin tanta novela, mujeres como incluso podría ser catalogada hasta yo, si existiera la Inquisición, o algunas de mis amistades, simplemente porque "oyen" o "ven" cosas que los demás no perciben, y hablan de cuestiones que el poder del momento no tolera o no acepta bien, y entonces todo eso lo ridiculiza o incluso lo demoniza.

Tantas hubo en Europa, y a tantas persiguieron, y a muchas las mataron. Y yo con eso de oir a los muertos, pues ya las oí quejarse el año pasado por estas fechas. Pero regresan otra vez como fantasmas porque aún no he dado voz a sus quejas. Porque a muchas les toca las narices de manera suprema que se las use sólo como instrumento comercial, como reclamo, como motivo de folklore, y ya últimamente hasta como objeto político. Porque es una apropiación que hace este sistema de poder, la apropiación de las brujas y de la brujería en si, hasta transformarlo en algo distinto.

-¿Ahora todo quisqui, si es mujer, puede ser bruja? ¿Ahora ser bruja es sólo una "actitud" femenina?- me dicen, enfadadas.
Y yo no sé qué decirles...

- ¿Y desde cuándo se suprime la memoria de los brujos? ¿También quieren matar otra vez a nuestros compañeros?- me dicen otras.
Y tampoco sé qué responder.

La rabia diría que hace que salgan chispas de sus ojos. No descansan, estas muertas, porque quieren justicia. Justicia para su nombre, justicia para su realidad, que es la brujería en sus múltiples ramas
(Yo distingo chamanismo original de brujería, para no dar lugar a malentendidos modernos entre personas que creen, erradamente y por culpa de la literatura anglosajona, que la brujería es solo una cuestión de hechizos y encantamientos, cuando en realidad la hechicería es una rama del árbol, y no siempre compartida por el resto)

Pero en fin, las brujas muertas están enfadadas y noto su rabia en mis entrañas, resonando, porque me acompañan y quiere que diga que... Veamos: ¿Cuál es el discurso dominante hoy? El científico. Así que hoy no se trata de la Inquisición ni la religión, ni la Iglesia o las iglesias, sino de la Ciencia "oficial". Así que hoy casi siempre es la ciencia quien las persigue, aunque de manera indirecta. No encausando en un tribunal, sino escribiendo en contra de todo lo que sustenta gran parte de la brujería: intuición, sueños, imaginación, sensaciones no racionales...todo lo no "demostrable".



Y finalmente el recuerdo de las brujas muertas se ha convertido en reivindicaciones de género, políticas, feministas o folklóricas/comerciales, porque éstas son los únicos discursos que el poder dominante tolera respecto a la brujería en Europa. No toleraría otra cosa. No toleraría a las brujas de verdad. Se reiría de ellas, las convertiría de nuevo en motivo de escarnio público.


Puedes usar el típico disfraz de bruja con sombrero de cucurucho (que, por cierto, no era un atuendo de bruja ni nada por el estilo, y no les gusta nada) y salir a reivindicar algo, siempre y cuando no actues como una bruja verdadera en tu vida cotidiana, o si lo haces, no lo digas y lo mantengas aparte, medio en secreto. Puedes movilizar lo que quieras con la palabra "bruja" , puedes escribir libros sobre mujeres con "actitudes de bruja" o crear asociaciones de "brujas al poder", siempre y cuando luego no digas que echas las cartas, lees los posos del té o masticas laurel en una cueva para "inspirarte", siguiendo las huellas de las sibilas de Delfos. Puedes hacer lo que te dé la gana...siempre que sea comercial y encaje en el sistema de consumo, o siempre que parezca un carnaval "simbólico", y no se note o no se declare, que tienes por ejemplo amigas brujas, o que tu madre o tu hermana lo son. O que tú lo eres.

Porque sabes que si lo haces, el poder no aceptará tus reivindicaciones. Ni escuchará tu discurso. Perderás puntos si hablas de brujería "de energías", de videncia, de leer las manos o interpretar sueños. Al poder dominante solo le gustan las brujas como adorno, como símbolo y como instrumento. No como realidad. Por eso, las sigue matando por la vía de la ridiculización y la represión de su discurso.

Las brujas muertas me dicen en sueños:
"¿No os dais cuenta? No se trata de las personas brujas en sí, sino de la represión y negación de una parte del modo de funcionar de la mente humana, y de su espíritu. Siempre que se persiga un lado de las expresiones humanas, caerán en esa persecución las personas que son especialistas o más aficionadas a esas expresiones. Si persigues el arte, caen los artistas. Si persigues la ciencia, caen los científicos (como pasó con la Inquisición, también) Si persigues la religión x, caen sus seguidores. Si persigues lo que proceda de lo no racional, cae todo lo que no se pueda demostrar con razonamientos lógicos, ni con demostración científica al uso, y con ello caen las personas que lo usan, que lo expresan, que lo integran en su vida diaria.

"¿Convertir la brujería en un símbolo feminista? Bueno... No nos gusta, salvo que se enfoque la raíz del asunto, que es la persecución del discurso y expresión del ser que no cuadra con el poder de turno (hoy, y aquí, el científico) y que reivindica los sueños, la intuición, la videncia, las energías... Y siempre y cuando no se convierta todo en algo cerrado que deja afuera a los compañeros brujos. Pues muchos también fueron perseguidos, no siempre con ese nombre (sino que los llamaron magos, hechiceros, astrólogos), y muchos también murieron o fueron desterrados, castigados o torturados. Y están con nosotras, porque morimos por la misma causa. Es más: muchas acusaciones giraron en torno a prácticas sexuales "lujuriosas"... ¿Y ahora se quiere hacer ver que no había hombres por medio? ¿Con quién si no se hacían los ritos de fertilidad? De acuerdo, no era así en todos los casos, pero ¡no se puede borrar a los compañeros brujos del escenario así como así!

                   
"Sea como sea, el poder dominante, el científico, no tolera el discurso "brujo". De manera que las feministas que quieran conseguir cuota de poder o logros del estado, saben que no pueden en serio reivindicar la brujería salvo como símbolo o instrumento mediático. Porque si la reivindicaran de verdad, perderían credibilidad. Y lo saben muy bien. Por eso, aunque se disfrazan de brujas, todas esgrimen sus títulos académicos y ninguna los sueños que tuvo de noche (si es que los recuerda) Por eso a las brujas de verdad las siguen relegando a un lado, incluso muchas de las que dicen reivindicarlas. A las brujas de verdad no se las invita a las cosas "serias". No, porque hacen quedar mal a las demás, "desmerecen" el colectivo feminista y restan valor (frente al poder) al discurso y reivindicaciones de las demás"

"Así que las brujas de verdad seguimos al margen, salvo en círculos pequeños que suelen ser sistemáticamente devastados por el mismo desorden interno que surge debido a la no integración, en la sociedad, del lenguaje del hemisferio derecho.

"No se puede integrar lo que no se trabaja, lo que no se visibiliza, lo que no se ensaya. A la expresión no racional se le exige que demuestre su corrección, su veracidad fuera de dudas. Se te permite hablar de intuición o videncia sólo si demuestras ¡y a la primera! que eres como un robot que acierta siempre y no por probabilidad. En caso contrario quedas desacreditada, se te llama farsante o fantasiosa o loca. ¡Pero eso es como permitir que un niño escriba sus primeras letras, sólo si las hace perfectas y logra escribir con ellas un discurso coherente, adulto y razonado! No hay modo de elaborar el discurso intuitivo y mágico e integrarlo con el resto, sin asumir un ensayo y error.

"De modo que... ¿Quieres ayudar a las brujas y evitar que vuelvan a morir, sea física o socialmente, en el margen de los márgenes, en lo oculto y relegado a un rincón del que todos se avergüenzan? ¿De verdad? Entonces trabaja para que se conozca el lenguaje no racional y se pueda integrar sin chirridos dentro del todo. Trabaja para que se puedan expresar contenidos no racionales que todavía son tabú, sin riesgo de persecución mediática o institucional, pero tampoco supersticiosa. Pues se olvida que al día de hoy, parte de la persecución que se realiza en el mundo hacia las personas llamadas "brujas", también surge de quien cree demasiado en su poder o le otorga cualidades terribles y desenfocadas. En definitiva, todo parte del desconocimento, de la escisión de lenguajes y expresiones del ser, y del miedo o rechazo ante lo que no se conoce bien"

"Los religiosos asocian "maldad" a brujería (típico, se asocia brujas y demonio). Los científicos asocian brujería a locura (=las brujas son locas) o incluso a una supuesta locura femenina (=histéricas) Ni unos ni otros saben nada. Pero nos faltaba por ver a las políticas y los ideólogas: ahora las brujas resulta que eran feministas luchadoras por los avances sociales, que no eran brujas "en realidad". No te fastidia. Tampoco estas mujeres saben gran cosa de la verdad y reinciden en el discurso repetido, que consiste en hablar de la brujería a condición de no hablar de la brujería de verdad. Se la convierte una y otra vez en un símbolo, en un instrumento discursivo, en un elemento más del imaginario o el folklore que cada cual usa como le da la gana, con tal de poder reforzar su discurso personal"


Las brujas de verdad eran y son mujeres ensayando un modo de percibir la realidad y de expresar realidades que no se suelen manejar en la esfera de lo racional. Querer convertirlas en heroínas al gusto de cada nueva ideología emergente solo las vuelve a matar, porque no interesan las mujeres verdaderas ensayando brujería, o expresándose de un modo atípico, sólo las perfectas para la ideología de turno. Las buenas. Las que no merecían aquella persecución y aquella muerte, porque en realidad, fíjate, eran otra cosa muy distinta, algo de lo que hoy podemos enorgullecernos.  Erab de todo, menos brujas-brujas"




Y yo me quedo pensando.

 (Continuará)

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